La falta de lluvias mantiene demorada la siembra de trigo y cebada, pero acelera la cosecha de maíz, informó ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su Panorama Agrícola Semanal (PAS).
La falta de lluvias sigue demorando la siembra de los cereales de invierno
El progreso intersemanal de siembra de trigo fue de 5,5 puntos porcentuales, y alcanzó a cubrir 90,7% de las 6,2 millones de hectáreas proyectadas para el ciclo 2022/23, precisó el trabajo.
Según el informe, la falta de lluvias continúa demorando las labores de implantación, provocando una demora interanual de 5,5 puntos porcentuales. La limitada oferta hídrica superficial provocó importantes demoras en el avance de las sembradoras sobre sectores del centro y sur del área agrícola.
Heladas recurrentes, junto a condiciones de humedad limitantes, agravan la condición de siembras tempranas, al tiempo que demoran la emergencia de los últimos lotes sembrados sobre el sur del área agrícola.
Por ello, ante la falta de pronósticos de lluvias en las próximas semanas, no se descartan nuevos ajustes de la proyección de siembra.
En la región central, se agravó la situación de los lotes implantados de trigo, según la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario. El 12% del trigo es clasificado en condiciones regulares, el 60%, como bueno y un 28%, en muy buenas condiciones. Los días 12 y 13 de julio la región núcleo estuvo sumergida en temperaturas mínimas por debajo de 0°C. El sudeste cordobés marcó mínimas por debajo de 4°C.
“Entre el frío y la escasa humedad, el trigo sobrevive, pero avanza muy lento”, señalan en Bigand. En Cañada Rosquín advierten que debería aparecer una lluvia pronto para mantener las expectativas de producción iniciales. Sólo el 30% del trigo de la región está iniciando el macollaje. El año pasado, para esta misma época, el 60% del cultivo se encontraba transitando esa etapa. El 50% de los cuadros está emitiendo hojas y el 20% aún emergiendo.
La esperanza de recomponer al trigo está puesta en la lluvia de esta semana. “Se necesitan entre 30 a 50 mm para que el trigo recupere su condición y se adentre al macollaje con suficientes reservas de agua”, señaló la GEA. ¿Los pronósticos de los próximos días jugarán a favor del cereal?
Si bien los pronósticos de corto plazo prevén el desarrollo de precipitaciones durante los próximos días, las estadísticas indican que no se puede aspirar a volúmenes importantes a mediados de julio para la región núcleo. Y si las lluvias vuelven a presentar valores y distribución similares a las de los últimos eventos, julio podría concluir con acumulados mensuales muy por debajo de los normales históricos. Los totales acumulados durante la primera quincena de julio en el centro de la región pampeana no llegan al 10% de los valores medios históricos de los últimos 50 años.
De acuerdo al análisis del servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario, en los márgenes netos de julio, todos los cultivos cayeron. Tomando en cuenta la última actualización de precios del día miércoles 13 de julio, la baja en la rentabilidad de los cultivos se debe en primer lugar la baja en los precios futuros de los commodities y no a un aumento en los costos totales. El precio del maíz cayó un 18%, el trigo 16% y la soja 8% respecto a un mes atrás.
Las mayores variaciones negativas en márgenes netos se registran en el cultivo de maíz: -197 u$s/ha para el tardío y -167 u$s/ha para el temprano, bajo condición de campo propio. A pesar de ésta baja intermensual en la rentabilidad del cereal, el maíz de primera sigue liderando el ranking de los márgenes netos, tanto en campo propio como en alquilado (589 u$s/ha y 112 u$s/ha, respectivamente). Pero no así el sembrado en fechas tardías que solo es alternativa rentable en campo propio, con una ganancia neta de 353 u$s/ha.
Segunda en el ranking de márgenes netos se ubica la soja de primera con 520 u$s/ha en campo propio y 41 u$s/ha en campo alquilado. Le sigue la rotación trigo/soja 2° en campo propio con 489 u$s/ha y en campo alquilado con 33 u$s/ha.
En el centro y norte de la provincia, el rendimiento de soja cayó 6,1% en la campaña que finalizó en junio respecto de la anterior, pero los productores obtuvieron resultados económicos favorables debido al aumento de los precios, indica un informe publicado ayer por la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
La superficie sembrada de la campaña 2021/22 en los doce departamentos del centro-norte de la provincia fue de 1.478.000 hectáreas (un 0,4% menor al ciclo anterior), de los cuales 945.000 hectáreas (63,9%) corresponden a cultivos de soja de primera y las restantes 533.500 a soja tardía.
“Es importante remarcar que la productividad estuvo por debajo de los niveles de las últimas tres campañas sojeras precedentes”, añade el trabajo, que precisa que “el rinde promedio por hectárea se ubicó en 30,3 quintales”, es decir 6,1% menos que la campaña 20/21 y 12,5% respecto de la 19/20.
La producción total de soja en los doce departamentos del centro y el norte provincial fue de 4.480.555 toneladas, un 6,1% por debajo de 20/21.
En soja de primera, la producción final fue de 3,1 millones de toneladas, 280 mil menos que la campaña pasada, mientras que para soja de segunda la producción fue de 1,4 millones de toneladas, un registro casi idéntico al del ciclo 20/21.
“Si bien el rinde promedio de la actual campaña estuvo un 6,1% por debajo de la campaña 20/21 y los costos totales de cosecha se incrementaron notablemente, los precios promedios observados en el mercado local permitieron a los productores de la zona obtener resultados económicos favorables”, señala el informe
En ese sentido, la Bolsa de Comercio de Santa Fe indicó que se trató de un “escenario caracterizado por una fuerte presión alcista en los precios de los commodities agrícolas y agroindustriales a nivel internacional, por el conflicto bélico entre Rusia-Ucrania e intensificado aún más por las condiciones climáticas de sequía en Sudamérica”.
Las cotizaciones de pizarra de Rosario llegaron a un máximo precio diario en marzo de 2022.