En su análisis sectorial, el economista Carlos Seggiaro se enfoca especialmente en el sector agropecuario. Sus conclusiones:
Los mercados externos dan aire al agro, aunque hay tensiones internas
- El sector agrícola y las cadenas de agroalimentos orientadas a la exportación, seguirán beneficiadas por la combinación de buenos precios internacionales y un tipo de cambio competitivo. Sin embargo, todo indica que el margen bruto agrícola de la campaña 2021/22 será algo menor que el margen correspondiente a la campaña agrícola 2020/21, debido a que se produjo un aumento muy importante por el lado de los costos de producción, medidos en dólares.
- Como contrapartida, los productores pecuarios (vacunos, lácteos, porcinos, etc.) seguirán parados sobre una realidad algo más compleja, ya que el mercado interno continuará golpeado por la pérdida de poder adquisitivo de vastos segmentos de la población, a la par que la estructura de costos continuará condicionando los márgenes de rentabilidad. Todo indica que, negociaciones mediante, las exportaciones de carne vacuna y de leche en polvo mostrarán un sendero algo más positivo en 2022, pero el mercado interno tendrá un desempeño más discreto.
- En ganadería vacuna particularmente, los malos resultados económicos del 2020 y del 2021 fueron generando algún nivel de desaliento en el sector a partir de lo cual los feedlots, por ejemplo, disminuyeron significativamente los niveles de reposición. Esto podría revertir parcialmente el ciclo del negocio de cara al 2022. Un rol exportador algo más dinámico, podría jugar positivamente desde el lado de la demanda, mientras que una menor oferta tenderá a mejorar los precios y acomodar de mejor manera los márgenes de rentabilidad. En definitiva, hay algunas oportunidades interesantes en carne vacuna para el 2022, en contraste con los años anteriores.
- Todo indica que el gobierno nacional, a través de la Secretaría de Comercio Interior, seguirá intentando despegar los precios internos de los internacionales en aquellos productos que afectan la canasta básica de alimentos, de manera directa o indirecta. Esto genera que los productores primarios, en general, reciban durante el año un precio por debajo del FAS teórico.
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La industria en recuperación
“Tras el traumático parate del primer semestre de 2020, en el marco de la pandemia, el sector industrial comenzó un proceso de recuperación que continúa hasta el presente”, enfatizó Seggiaro, quien considera que la tendencia continuará en 2022 aunque “algo más discreta“ que el año anterior. Estimó que el gobierno continuará limitando aquellas importaciones que compitan con la industria nacional, y prevé una vigorosa evolución para los sectores más dinámicos (maquinaria agrícola, energía y minería, por ejemplo).
Y consideró lógico esperar que siga durante 2022 la recuperación en comercio y servicios, aunque la pérdida de poder adquisitivo de los últimos tres años, “pone un techo a estas expectativas”.