Anticipar la toma de decisiones se está transformando en un punto neurálgico de los negocios. El campo argentino no está al margen de esta tendencia y en este rumbo la tecnología juega un papel fundamental. Y esto no sólo tiene que ver con la adopción de los últimos fierros sino con la incorporación de soluciones digitales. Sin embargo, aunque el sector agropecuario se suma rápidamente a las innovaciones disponibles, la adopción de tecnología de una forma más global y en todo el negocio aún esta pendiente. Todavía no se percibe al ciento por ciento los beneficios del machine learning, big data o la inteligencia artificial en el agro.
Machine learning: cómo leer en el océano digital
Por Patricia Martino
Fredi Vivas, CEO y fundador de Rockindata, abrió el webinar “Nuevos escenarios: ¿Cómo viene el 2022 para el campo?”, organizada por Inteliagro, y habló sobre cuáles son hoy las tecnologías más disruptivas del mundo. También bosquejó cuáles pueden serlo en los próximos 5 o 6 años. Sostuvo que el sector agropecuario hoy se encuentra en el mismo punto que el sector salud hace 4 años atrás, cuando comenzó a incorporar tecnología pero todavía no podía percibir integralmente los beneficios que le aportaba el cambio. Y con la pandemia comprobó los beneficios tech.
“La pandemia consiguió que muchas cosas se pasaran a lo digital, pero hay una sensación de que se pasó y la adopción real de machine learning es compleja. Que se tomen decisiones en base a esos datos que se generan, o de las predicciones aún falta. La tecnología de inteligencia artificial o marching learning están maduras para ser usadas, en algunos años va haber más productos, la tecnología es exponencial. O sea, la tecnología está, pero lo que no pasa es que las empresas la puedan incorporar con facilidad”, relató el especialista.
Vivas citó el caso de lo ocurrido en el área de salud, que los encontró en la crisis del Covid 19 con un nivel de adopción de tecnología importante. “Trabajamos en un sanatorio, que fue el que más casos de Covid tuvo en el país, y gracias a un modelo que predice cuantos casos van a ingresar a la guardia se pudo hacer una gestión mejor de las salas disponibles o la administración de insumos, si necesitaban más o no”, contó.
El fundador de Rockindata explicó que “hay una falta de confianza, falta de conocimiento de lo que te puede dar la ciencia de datos”. Es que -dijo- una vez que tenés los resultados tenés que saber cómo incorporarlo al flujo de tu negocio. “A veces los datos no tienen buena calidad, la falta de expertos es una realidad, muchas veces no hay mucho conocimiento sobre cómo ponerlo en la producción”, describió.
Optimización del trabajo
En ese sentido, apuntó que la tecnología “está madura” para vender más, fidelizar u optimizar el trabajo y por eso consideró que se van a ir pensando “en más productos específicos por nicho”.
“Hoy hacemos mucho salud, pero va haber más plataformas para cada industria, hacer foco en el agro”, resaltó Vivas, quien tiene como principal tarea en su trabajo encontrar industrias en las que se puedan enfocar. Dijo que al igual que ocurrió en el sector salud el campo se perfila como un segmento para optimizar procesos usando datos.
El webinar también contó con la participación de Gonzalo Verrone, CEO de Inteliagro, y en su rol de moderador del encuentro le preguntó a Vivas cómo se pone en marcha todo este nuevo proceso en el agro, en el que siempre hay cosas por mejorar.
El fundador de Rockindata consideró que la incorporación de soluciones es paulatina y así de a poco para ir testeando los resultados. “La apuesta puede ser un proyecto a tres o cuatro meses, algo que no cambie todo el negocio, sino una apuesta pequeña para entender, sacarse el miedo y sentir que se invierte con un riesgo mínimo. De esta forma empieza un efecto contagio, una empresa incorpora Machine learning, ve que administra mejor y con eso gana un montón de plata”, relató.
La mirada de los hombres de campo llegó de la mano del empresario agropecuario Tedy Cotella, quien administra 6.000 hectáreas en el NEA y unas 40.000 en el NOA, es socio de Apresid y preside la comisión empresaria de Acrea. Sobre la aplicación de la tecnología en la gestión del campo señaló que “si a una empresa no ve que una tecnología le soluciona algo no la va a incorporar” y sostuvo que en el sector “hasta que no se ve la necesidad no se cambia”.
Pero Costella citó ejemplos que implementaron en los campos que administra para dar cuenta de lo positivo que es sumar tecnología.
Como vive a 500 km de donde tiene la mayoría de los lotes, ahora usa una plataforma que le permite monitorear la calidad del cereal de forma remota. “Es fundamental. Todas estas herramientas potencian las decisiones que uno toma desde el punto de vista empresarial. Quiero tomar decisiones certeras, que me lleven al camino que quiero, dentro de los pilares de la empresa agropecuaria, en lo productivo, social y ambiental”, subrayó.
Luego fue el turno de Luciano Di Pompo, de la empresa Roviolo. Como parte de quinta generación en la empresa, el desembarco de los más jóvenes de la familia llevó aires de renovación. “Intentamos buscar permanentemente la eficiencia en el sistema de producción y la toma de decisiones. Este año nos pasó que tuvimos que hacer una buena gestión del riesgo empresarial, hacer foco en la rentabilidad, y pudimos comprar bien y vender bien. Los desafíos para el 2022 son más complejos, difíciles por todas las premisas internacionales y nacionales y consideramos que tenemos que hacer foco en poder tomar decisiones rápidas que nos permitan mantener la rentabilidad del negocio”, subrayó.
En ese sentido, consideró que para el futuro el tema de la inteligencia artificial será clave. “En nuestra agenda de trabajo tenemos incorporada la búsqueda de innovación, todas las tecnologías. Trabajamos con los jóvenes de la familia para desarrollar un ecosistema emprendedor que nos permita tener más habilidades. Uno de los desafíos es tomar decisiones rápidas y seguir pensando en el mediano plazo con la búsqueda de valor agregado”, resaltó.
Sobre el cierre del encuentro que captó la atención de un centenar de hombres de campo, Pablo Auliso, asesor en Crea Carnerillo en la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), habló sobre el gran desafío de gestionar los equipos de trabajo, y recordó lo ocurrido en pandemia y la complejidad que se impuso con la crisis sanitaria.
Para ir más allá en los negocios, propuso que es fundamental contar con profesionales que puedan llevar adelante cada tarea en particular. “Puede ser que falten equipos que ejecuten, por ahí el dueño quiere ir para allá pero no tiene tiempo. Por eso armar equipos que traccionen los cambios es fundamental y además de encontrar a la gente que sea idónea hay que darle ese emponderamiento. Las empresas familiares pueden tener ese camino allanado con la confianza de los jóvenes de la familia”, subrayó Auliso.
Para el referente de Crea hay que “animarse a hacer cosas distintas, que salgan mal, corregirlas y seguir”. En ese sentido, manifestó que “cuando un equipo, en una organización, una empresa logra esa cultura de no tenerle miedo a equivocarse las cosas terminan funcionando”.
En suma, consideró: “Tomar la decisión perfecta nos demora mucho, la cuestión es animarse”.