El ministro de Producción de la provincia, Daniel Costamagna, participó de la nueva edición del congreso de Maizar, donde habló en el panel sobre políticas de Estado para la bioeconomía. Aseguró que Santa Fe “está a la vanguardia de las exportaciones de carne, lácteos y maquinaria agrícola”, y subrayó que todo ese complejo contribuye y expresa el principal desafío: transformar el grano.
Santa Fe juega su partido en el desarrollo de la bioeconomía
“La bioeconomía y el maíz, a partir de su transformación, son sinónimo de arraigo, empleo, valor agregado y el crecimiento equilibrado que necesitamos en cada uno de los rincones de nuestra provincia”, djio. Y señaló que para lograr eso, “a más de 400 kilómetros de los puertos, gran parte de este maíz debe transformarse en alimento”.
“Ojalá algún día este 70% que exportamos como grano pueda ser revertido, se transforme y se produzcan proteínas en el país. No tengo dudas que la mayor contribución que podemos hacer para resolver los problemas del sector productivo será generar trabajo y que los chicos puedan consolidar y plasmar sus sueños en el lugar donde nacieron y crecieron”, dijo.
A continuación, destacó la meta planteada por el gobernador Omar Perotti, al crear el SF500: que Santa Fe sea “un semillero de empresas tecnológicas con un futuro de crecimiento en nuestra provincia”.
“Tenemos que trabajar juntos, dejando de lado las cuestiones políticas e ideológicas. El mayor financiamiento que tuvo la provincia de Santa Fe, que superó los $ 20 mil millones a través del Banco Nación, fue justamente para ayudar y acompañar a todos los procesos de transformación que tengan que ver con la producción de alimentos. Nos llena de orgullo que el 80% de esos créditos hayan sido para inversiones reales en equipamiento y tecnología”, agregó.
También participaron los ministros de Desarrollo Agrario de Buenos Aires, Javier Rodríguez; de Agricultura y Ganadería de Córdoba, Sergio Busso; y de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos, Juan José Bahillo; el presidente de Maizar, Pedro Vigneau; y el presidente de Acsoja, Luis Zubizarreta; entre otras autoridades.
En el marco del congreso, la economista Emilce Terré, de la Bolsa de Comercio de Rosario, señaló que la producción promedio de maíz del quiquenio 2017/21 aumentó 120% al del lustro 2007/2011. El crecimiento se explica, en un 73%, por la expansión del área sembrada, y en un14% por una mejora en la productividad.
La mayor parte del incremento en la producción, el 70%, se destinó a exportaciones de grano. El 22% se usa como forraje y semilla, el 5% para la industria y el 3% se convierte en etanol.
Según Terré, hubo algunas limitaciones para la expansión de la industria de biocombustible en Argentina, principalmente la falta de incentivos estables en relación a las normas de corte obligatorio para el uso de bioenergías.
En cuanto a la participación del maíz en las exportaciones agroindustriales argentinas, registró un aumento muy importante, del 14% al 21% promedio en diez años. “Con exportaciones por u$s 9.295 millones, en el año calendario 2021 el complejo maíz es el segundo mayor exportador argentino, sólo por detrás del complejo soja”, indicó.
En la última campañas se sembraron 7.300.000 hectáreas sembradas, de las que ya se llevan cosechadas más del 40%. Con una superficie similar se proyecta la campaña 22/23, donde la situación del cultivo exige cuidados detallados ante los efectos climáticos de “La Niña” y el incremento de la población de malezas.