Comienza una etapa o secuencia de definiciones de políticas de producción, cambio climático y sustentabilidad, que tendrán su eje de discusión sobre mediados de septiembre en la Organización de Naciones Unidas (ONU) de Nueva York. En ese marco, los análisis recaerán sobre el Pacto Verde Europeo (Green Deal), como un fuerte mecanismo de presión que tiende a posicionar a esa región, como el primer continente con balance neutro de emisiones.
Se define el rumbo productivo de varios países
La discusión no descarta un análisis sobre la estrategia denominada “del campo a la mesa” (Farm to Fork); así como tomar datos de la Cumbre de Sistemas Alimentarios (Food Systems Summit) promovida por Naciones Unidas y diversos países del mundo.
Por ahora, la preocupación es fuerte, entendiendo que las conclusiones o medidas que se puedan llegar tomar definirán el rumbo de la producción en las principales regiones del mundo.
“Argentina sintió preocupación desde un inicio. Primero porque se plantea una cumbre de sistemas alimentarios y no agroalimentarios, relegando a la agricultura a un nivel inferior, cuando realmente esta tendría que tener un lugar preponderante”, explicó Beatriz Giraudo, ex presidenta de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), que este mes, bajo el lema “Siempre Vivo. Siempre Diverso”, celebra su 29ª edición de su tradicional congreso.
La productora agropecuaria observó asimismo que “los lugares de deliberación no muestran a productores involucrados: tienen un comité científico muy alejado de la realidad de la producción y de los sistemas agropecuarios y de alimentos”.
Es que “se trata de una cumbre basada en definiciones de Europa y que se posiciona directamente para favorecer al pequeñísimo grupo de la humanidad que tiene un alto poder adquisitivo y que puede decidir qué consumir y qué no”.
Posturas
Los organizadores del congreso de Aapresid explicaron que la institución forma parte de una red mundial denominada “los campeones”, que incluye a 100 instituciones de todo el mundo, con posibilidad y potestad de plantear discusiones durante todo el año de debate. “Creemos que el trabajo de unir al ámbito público y privado, está empezando a marcar con fuerza la posición del continente americano frente al mundo de la agricultura y sus producciones”, destacaron.
En septiembre, Aapresid desplegará información basada en su recorrido de producción sustentable, el sistema de siembra directa y su arraigo en la región por más de 30 años. Los analistas esperan que esos indicadores reflejen ante el mundo la necesidad de revertir la escasa adopción de este sistema, que no supera (salvo en Argentina y otros países) al 12% de la superficie productiva en otras regiones del planeta.
“Siembra Directa, deforestación cero y una producción ganadera eficiente y de precisión. Es decir, Argentina habla de regiones sustentables social y ambientalmente, como pilar para mitigar los cambios negativos que se vienen sucediendo”, plantearon.
Por ahora, las cartas están jugadas, y el temor pasa por la confusión o falla en la interpretación de los actores. “Lo perjudicial sería que Naciones Unidas y la FAO se focalicen en definir lineamientos para un segmento de la población humana global más privilegiada. Realmente sería muy complicado porque nuestro país y otros, que tienen la capacidad de producir para atender gran parte de las demandas globales, se verían restringidos o limitados”.
Entre tantas discusiones, algo bueno está pasando. “Hay capacidad instalada de trabajo, interconectada tanto en el ámbito público como privado para poder seguir mejorando la situación. No sólo nos quedamos en la postura de América. Vemos que en las negociaciones previas que tuvo la Cumbre de Cambio Climático se ha generado un vínculo de unión entre las naciones productoras de agro alimentos como Australia, Nueva Zelanda, Canadá e incluso del continente asiático, como Tailandia”, se destacó en el congreso.
El dato negativo, pasa por la cantidad de décadas de hambre y pobreza en la población mundial y por qué este registro no se ha podido revertir, y que se agravaron con la pandemia por Covid.