El presidente de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni pidió a sus pares que mantengan el diálogo, como única instancia para encontrar soluciones en un país que tiene tantos problemas. El dato, lo hizo trascender a mediados de semana, luego de haber participado junto a la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias en la reunión donde fueran informados sobre el nuevo Plan Ganadero de Argentina.
Un siglo sin acuerdos para la cadena ganadera
“Vimos mucha confusión, incluso en las variables de apertura hacia las exportaciones que se manejaban y su modalidad. Eso nos preocupó; porque más allá del desconocimiento daba la impresión de que estaban mareados ellos mismos. No fueron claros en explicarlo”, afirmó el dirigente considerando que el acuerdo es solo con el sector exportador y la industria frigorífica.
Al mismo tiempo, dijo que la institución que dirige no ve como un impacto positivo la apertura parcial de las exportaciones de carne vacuna. “Sigue generando incertidumbre, porque no está definido hasta donde se puede exportar y en definitiva la medida va a desconectar el precio de la hacienda en pie, para que caiga y el segmento exportador en base a los permisos que tenga, haga sus operaciones con un precio pleno y genere una distorsión en la rentabilidad. Será el propio productor primario, quien termine pagando el costo.
Según Achetoni, el sector había interpretado que las medidas iban de reducir en un 50 % la exportación de los cortes a China, en principio la vaca y la categoría conserva; sin embargo el texto que en definitiva marca la disminución porcentual hacia todas las cuotas. “Nos dejan sin un parámetro concreto y en un situación preocupante ya que –como hemos reiterado infinidad de veces- el 75 % de lo que se exporta era carne de vaca (categoría de descarte) con destino a ese gigante asiático, más allá del mínimo porcentaje de novillos.
Difícil de crecer
Esta semana, varios analistas de políticas para el desarrollo de la economía, anticiparon que el crecimiento de Argentina, tal vez venga –en lo mediato- desde el sector granario aunque es posible que esta variable tenga que ser compensada de acuerdo al saldo que refleje la continuidad en las restricciones al segmento pecuario.
También, saliendo de la coyuntura de los precios de la carne y el desbalance entre la exportación y el mercado interno, remarcaron que la existencia o conformación de un plan ganadero depende del mejoramiento de varios factores técnicos como los índices de preñez, porcentuales de destete y el mejoramiento nutricional de los rodeos. “Para todo esto, el productor tiene que ganar dinero. Va a necesitar más tecnología, personal y al mismo tiempo, una disminución en la extracción de rentabilidad que el gobierno y el resto de la cadena se llevan durante el proceso de cría”, anticipó la economista Iris Speroni agregando que todo sigue dependiendo de la plata que le sacan a varios segmentos para hacer un despilfarro.
En su interpretación, consideró desde hace muchos años, la falta de sinceridad de la política y los actores de la producción, atentan con cualquier planteo de mejora productiva.
“Falta crudeza para encontrar las soluciones, por eso hace décadas que no se acuerda nada”, remarcó Speroni recordando que el octubre de 1973, el presidente Perón ya planteaba que uno de los objetivos para ser un país rico, pasaba por proponerse alcanzar los 200 millones de cabezas de ganado vacuno.
Según esta economista, ya hace 48 años que se hablaba del futuro de los alimentos y en ganadería se inició esta discusión con un stock de 60 millones. “Teníamos más vacas, pensamos que íbamos a ser ricos por nuestra condición productiva pero hicimos todo lo contrario para que esto no sucede. Todos los gobiernos son responsables de trabajar en contra de este objetivo”, dijo.
Por ahora, el cuadro muestra un enorme peso del Estado sobre la producción, el traslado de su riqueza hacia otras actividades y lo que se traslada a otros eslabones de la cadena pareciera que no tienen sentido, ya que a esta poco le importa el bienestar de la producción primaria.
“No cuidan a la cría. Hay funcionarios corruptos que intentan manipular las exportaciones de carne para favorecer a determinadas empresas sacando a otros del mercado. Es probable, que la solución llegue cuando dejemos de girar alrededor haciendo creer que algo se está intentando”, remató Speroni.