Alejandro Astaita es un experimentado ingeniero agrónomo que no puede ocultar la sensación de satisfacción que le da haberle encontrado la vuelta a una dificultad. Su área de trabajo es el sudoeste de la provincia de Buenos Aires y como asesor técnico uno de sus dolores de cabeza diarios proviene de lidiar con las malezas problema presentes en la zona: yuyo colorado (Amaranthus) y crucíferas como nabo y nabolsa, principalmente.
En primera persona: cómo llegar a la cosecha de maíz sin malezas
Antes de la cosecha del maíz de la campaña 2021/22, y desde un lote ubicado en el partido de General Pueyrredón, al ingreso de Sierra de los Padres, cerca de la zona del Coyunco, Astaita compartió su experiencia con DINAMIC® 70 WDG de UPL. Además de la efectividad demostrada gracias a su residualidad y estabilidad, este herbicida actúa en condiciones de mínima humedad en el suelo, lo que representa un dato clave para la actual campaña. Con DINAMIC® 70 WDG no solo se pueden lograr resultados óptimos de control de flujo de malezas que vienen durante el ciclo de cultivo, también cosechar un lote limpio reduciendo el banco de semillas de malezas.
“En nuestra zona los nacimientos de yuyo colorado ocurren dentro del ciclo del cultivo de maíz, por eso siempre cuesta resetear el lote”, dijo Astaita y puso el foco en la necesidad de recurrir a herbicidas pre-emergentes con residualidad.
“Veníamos probando diferentes productos y este año decidimos incorporar a nuestros planteos técnicos el herbicida DINAMIC® 70 WDG de UPL”, contó el técnico y reveló que la intensión fue encontrar una opción que permita rotar modos de acción y alcanzar el control necesario.
El asesor enumeró que en los lotes que salen de trigo/soja de segunda habitualmente se realiza un barbecho con hormonales (2,4 D) y, en algunos casos, con MCPA, por los problemas de resistencias de crucíferas a 2,4 D. En ese contexto, DINAMIC® 70 WDG se utilizó en preemergencia junto con S-metolachlor, que reemplaza a la atrazina.
El tipo de suelos representa un desafío adicional. “Aprendimos que para la materia orgánica que tenemos en la zona -superior al 5%-, con una dosis de 500 g/h nos quedamos cortos en la residualidad; mientras que sí encontramos buenos controles con la dosis de 700 g/ha”, explicó Astaita.
“Estamos ante un cultivo que está a mes y medio de cosecha y los resultados están a la vista: un lote muy limpio de malezas”, dijo Astaita y resaltó haber encontrado el producto y la dosis adecuada para obtener una buena residualidad, logrando un excelente control de malezas en todo el ciclo de cultivo.