La producción, la faena y el consumo de la carne de cerdo crecieron el año pasado. Y si bien fue un período donde las exportaciones del sector retrocedieron fuertemente por la caída abrupta de la demanda china, se prevé que esa situación vuelva a retomar su dinamismo debido a los nuevos brotes de peste porcina del país asiático.
Creció la producción y el consumo de la carne de cerdo
Así lo indicó un informe de IES Consultores, el cual indicó que la producción porcina aumentó en un 3,9% en el acumulado de los doce meses del año, lo que equivale a 723,4 miles de toneladas métricas. Además, la faena (contabilizada por cabezas) aumentó en un 2,4%, lo que equivale a 7.666 miles de cabezas.
En tanto, el consumo aparente de carne de cerdo creció 6,1 % en 2022, alcanzando nuevamente un récord, mientras que medido por habitante se expandió 5,5% el último año.
En tanto, las exportaciones porcinas durante el año pasado sumaron u$s10,9 millones, cifra que marcó una caída anual de 80%, mientras que las cantidades despachadas el año pasado alcanzaron 9,4 miles de toneladas,y registraron así una baja del 68,5%, respecto del mes anterior.
IES Consultores precisó que desde el segundo semestre de 2021 las compras de China se desmoronaron por una sobreoferta interna y liquidación de stocks, afectando las exportaciones argentinas.
Con respecto a los precios minoristas, según la medición del corte pechito de cerdo que sigue el IPCVA, acumula una suba de 61,7% a diciembre de 2022, por encima del avance de la carne vacuna (59,4%).
Alejandro Ovando, director de IES Consultores, resaltó que “los nuevos brotes de peste porcina en China podrían devolver al sector porcino los niveles de exportación alcanzados antes de la pandemia Covid-19”.
El sector en detalle
Durante el año 2022 se registró un crecimiento en la tasa anual promedio de producción en comparación con el año anterior. “Se observa que crece ininterrumpidamente; sostiene un ciclo virtuoso aunque dada la mayor madurez, con un menor ritmo de crecimiento”, indicó el informe.
Los números muestran una evolución del 3,9% en 2022 y también de la faena un 2,4%.
“Es importante tener en cuenta que estos datos indican una tendencia de crecimiento, aunque más lenta en comparación con años anteriores”, reiteró el informe.
En tanto, también subió el consumo. Entre enero y diciembre de 2022, alcanzó las 770 mil toneladas y volvió a marcar un nuevo crecimiento respecto a un año atrás y se encamina nuevamente a marcar un récord histórico”, explicó el informe y en términos per cápita se alcanzaron los 16,9 kilos por habitante en este último año.
El relevamiento da cuenta de que el consumo interno de carne porcina verificó un crecimiento sostenido en los últimos veinte años. La mejora en la relación entre el precio del cerdo y el precio de la carne vacuna resultó clave para favorecer el creciente consumo interno en sustitución de la ingesta de carne vacuna, en un contexto de fragilidad en el poder adquisitivo de la población.
La fuerte caída de las exportaciones en 2022 “podría revertirse tras el tercer trimestre del corriente año, ya que China se encuentra de nuevo con complicaciones para su producción local por la peste porcina”, indicó IES.
Si bien la apertura del mercado chino a la carne de cerdo argentina fue el hecho que permitió afianzar las ventas externas desde 2018 a 2020, desde el segundo semestre de 2021 las compras de China se desmoronaron por una sobreoferta interna y liquidación de stocks. El año 2022 cerró nuevamente con un déficit en su balanza comercial de u$s 100 millones, indicó IES Consultores.
El precio mayorista del capón durante 2022 acumuló un crecimiento del 59,4%. Los problemas de sobreoferta interna parecerían haberse solucionado en el último año, ya que el precio del capón creció 19,5% en apenas dos meses, aumentando su crecimiento en los meses posteriores y hacia los últimos dos meses desacelerando su crecimiento nuevamente. Además, subió un 61,4% interanual durante diciembre . Si bien ese valor está por encima de la carne vacuna, está debajo de la carne aviar (77,9%), y de la inflación general a nivel nacional (93,4%). Este contexto favorece el consumo de carne porcina, advirtieron desde IES Consultores.
Previsiones alentadoras
“Se prevé que el sector porcino mantenga sus niveles productivos elevados, a pesar de estar siendo fuertemente afectado por la sequía, que se podría ver reflejada hacia el segundo semestre del año; esperando así una desaceleración en su ritmo de crecimiento de producción, y una recuperación hacia la segunda mitad de 2023. Las fuertes sequías podrían afectar el precio del maíz, que incide directamente en la rentabilidad del sector porcino. La recuperación de la demanda externa devolverá al sector porcino a la senda del crecimiento; los nuevos brotes de peste porcina en China podrían devolver al sector porcino los niveles de exportación alcanzados antes de la pandemia Covid-19”, subraya el informe.