Desde Rosgan aseguran que en estos seis meses los volúmenes de faena y producción revelaron que el sector despliega una mayor capacidad de manejo frente a los escenarios de estrés hídrico apalancado en una estabilización de los feedlots como aportantes a la faena total. Desde 2017, los corrales de engorde representan alrededor del 33% de la participación de la faena.
Ganadería: en la primera parte del año se faenó un 13% más que en el 2022
El contexto de fuerte sequía que trajo aparejado el fenómeno climático “La Niña” es uno de los elementos clave a la hora de analizar los números de producción cárnica, que de acuerdo a los datos publicados por la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), confirma una faena de 7.321.403 vacunos en lo que va del año.
El número resulta un 13% superior a la registrada durante el primer semestre del año pasado y la más alta desde el año 2009 cuando, producto de otra gran sequía, se llegó a faenar un total de 7.796.914 animales.
A diferencia de lo sucedido hace 14 años, en la primera parte del 2023 la cantidad de kilos logrados por animal faenado resulta sustancialmente mayor, unos 226 kilos promedio por res en gancho este año contra 210 kilos en 2009.
Para que la seca castigue menos al sector y se puedan mantener los kilos de res, el rol que jugaron los feedlots en los primeros meses de este año fue fundamental. De no haber sido por la receptividad que mostraron los corrales durante los días más críticos de salida de hacienda, las pérdidas en producción de carne hubiesen sido mayores.
De acuerdo a los presentado por Rosgan, durante el primer semestre de este año los feedlots recibieron 2,87 millones de animales terminados, un 13% más que lo registrado un año atrás y nuevamente el número más alto desde 2009 cuando se encerraron más de 3,1 millones de cabezas.
Pero a diferencia de aquel entonces donde las salidas de esos animales recién se vieron plasmadas en la segunda mitad del año con una fenomenal oferta de 3,25 millones de animales, en lo que va de este año los feedlots llevan volcado al mercado un total de 2,45 millones de animales terminados.
Medido como aporte a la faena, este número representa el 34% de la faena total, un porcentaje que lejos de mostrar los altibajos de años anteriores, ha logrado estabilizarse e incluso aumentar ligeramente permitiendo amortiguar en cierto modo este tipo de adversidades climáticas.
Para el segundo semestre, la misma estacionalidad de salida que presentan los corrales lleva a proyectar una mayor oferta de hacienda terminada. En 2009, los feedlots pasaron de aportar el 29% de la faena total en el primer semestre al 39% durante la segunda mitad del año.
Si bien este año el porcentaje aportado por el feedlot durante la primera mitad del año resulta mayor - 34% -, pareciera haber encontrado cierto límite al crecimiento, dado que se espera que a partir de esta segunda mitad del año se dé inicio a una paulatina recomposición de las recrías a campo.
El estrés hídrico dejó sus enseñanzas, donde los resultados obtenidos a través de sistemas de producción más estabilizados en lo que refiere a ganancias de peso a campo, sumado a una buena articulación y manejo de los corrales, está permite transitar la “post-seca” de manera más eficiente.
Para así, en la medida que los campos continúen evolucionando favorablemente y se logre recomponer nuevamente los sistemas de recría como eslabones claves en la integración con el corral, la producción ganadera podrá hacer frente a este tipo de eventos minimizando los altibajos en su camino al crecimiento.