La creciente necesidad de aumentar la producción mundial de alimentos en un 60% para el año 2050 plantea desafíos cruciales en términos de sostenibilidad y conservación ambiental. Si bien la demanda de alimentos continúa en ascenso debido al crecimiento poblacional y los cambios en los patrones de consumo, es esencial abordar este incremento de manera estratégica y responsable. Es por ello que la innovación en prácticas agrícolas y el desarrollo de tecnologías sostenibles son fundamentales para garantizar que esta expansión en la producción alimentaria sea acompañada por prácticas que cuiden y preserven los recursos naturales finitos para las generaciones futuras.
La tecnología, la clave para una ganadería sustentable
Según FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) el 70% del incremento de la producción necesaria para responder a la demanda incremental de alimentos vendrá de la adopción de tecnologías y las grandes empresas deberán dar respuesta a esta necesidad de equilibrio entre cuidado ambiental, desarrollo de tecnología y producción sin descuidar la calidad de sus productos.
El desafío radica en equilibrar las crecientes necesidades de alimentos de origen animal con la sostenibilidad del medio ambiente en mercados cada vez más exigentes. En este contexto es vital que la ganadería adopte enfoques más eficientes, como la cría selectiva, la mejora de la genética animal y, en particular, una sanidad inteligente, preventiva, a través de la administración de vacunas, que eficienticen la producción de proteína animal con el uso de menos recursos. Un ternero por vaca por año, engordes más cortos y eficientes, más producción de leche por vaca en ordeñe, son algunos ejemplos de esa eficiencia productiva y sostenible.
La industria ganadera enfrenta la dualidad de satisfacer la demanda creciente de proteína animal mientras busca minimizar su impacto ambiental. La administración de vacunas eficaces, que reduce la propagación de enfermedades y aumenta la eficiencia de la producción ganadera, se convierte en una herramienta clave en esta ecuación. Es esencial que la ganadería aborde estos desafíos de manera colaborativa, con un enfoque en prácticas sostenibles y responsables que permitan satisfacer las necesidades alimentarias globales sin comprometer la salud de nuestro planeta.
Juan Roô, gerente General del Laboratorio CDV, sostuvo: “Estamos avanzando en la construcción de la planta 3, diseñada desde su concepción inicial bajo las exigencias establecidas por la clasificación internacional de planta clase mundial o World Class Manufacturing para la producción de vacunas para animales. La planta está diseñada con la visión de adoptar las características de industria verde logrando, de este modo, maximizar los aspectos que la transformen en un espacio de producción eficiente”.
La inversión de la nueva planta, de 60 millones de dólares, le permite al Laboratorio CDV contar con productos de clase mundial, estando a la altura de los estándares de calidad a un costo competitivo lo que los posicionará en los mercados internacionales.
La capacidad productiva total proyectada alcanzará los 280 millones de dosis, de las cuales 190 millones corresponden a vacunas para bovinos (destinadas al mercado interno y a la exportación) y el resto corresponden a vacunas para salmónidos y otras especies como cerdos y animales de compañía. La planta estará operativa para fines de 2024.
El directivo agregó: “Asimismo, hemos iniciado la reconversión de las otras 2 plantas de producción, también ubicadas en el Parque Industrial Pilar en Buenos Aires, para certificarlas con generación de energía verde. Nuestro objetivo es lograr mayor producción en pos de la sanidad animal, preservando el ambiente”.
En esta línea, la multinacional ha incorporado diseño, tecnología e innovación en sus tres pilares principales: la construcción, el equipamiento y la eficiencia de la gestión de los recursos naturales. En palabras de Gabriel Heffes, gerente de Ingeniería y Mantenimiento a cargo del proyecto, afirmó: “La orientación de la planta para aumentar el uso de luz natural y minimizar la iluminación artificial, el diseño de frente vidriado con protección solar para garantizar el bajo consumo energético, la incorporación de estaciones de carga para autos eléctricos, la utilización de energías limpias (paneles fotovoltaicos), entre otros ejemplos, son las claves para esta construcción inspirada en la eficiencia energética.
Además, agregó: “Otro punto a destacar será la incorporación de equipamientos industriales de alta tecnología con bajo consumo energético. La optimización de recursos hídricos también estará presente, por ejemplo, con la incorporación de reservorios pluviales para descarga controlada del agua de lluvia y aprovechamiento de la misma para riego”, concluyó.
Esta iniciativa dará una respuesta sustentable a demandas de mercado tanto interno como externo, en una estructura moderna, con calidad de producción internacional y, que, a su vez, minimizará el impacto ambiental y la huella de carbono.
Vanguardia
El concepto de "One Health" surge como una perspectiva holística que reconoce la estrecha interconexión entre la salud humana, la salud animal y la salud ambiental. En el núcleo de la actividad ganadera, los laboratorios de vacunas juegan un rol crucial en la mejora de la productividad y la sostenibilidad del sector. El desarrollo de vacunas específicas para enfermedades que afectan a los bovinos, como la fiebre aftosa y la diarrea viral bovina, no sólo reduce la carga de enfermedades en el ganado, sino que también aumenta la eficiencia en la producción de alimentos. Al prevenir enfermedades, las vacunas permiten un crecimiento más saludable del ganado, evitando la pérdida de animales y la necesidad de recurrir a tratamientos médicos intensivos. Además, al minimizar el uso de antibióticos y otros medicamentos, las vacunas contribuyen a mitigar la resistencia antimicrobiana, un problema de salud global creciente.
Con relación a las normas de calidad exigentes que alcanzará la planta 3 de CDV, Carolina Lecce, gerente de Aseguramiento de la Calidad y Bioseguridad, sostuvo: “Para el diseño y construcción de nuestra nueva planta, que contará con una superficie cubierta total de más de 12.500 m2, se contemplarán los estándares mundialmente más exigentes. En relación con las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP), se seguirán los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como ente de referencia a nivel internacional. Asimismo, se tomarán los criterios de las guías del Pharmaceutical Inspection Co-operation Scheme (PIC/S)”.
Cabe destacar que en la OMS participan las autoridades regulatorias de más de 50 países, estableciendo los criterios para el aseguramiento de la calidad que se aplican en el ámbito farmacéutico humano, en países desarrollados, también en el rubro veterinario.
Para el mantenimiento de la bioseguridad, continuó Lecce: “se respetarán los lineamientos de la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA, ex OIE) y de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, siendo ambos organismos de referencia mundial en cuanto a estándares de biocontención y biocustodia en el ámbito veterinario. Finalmente, se tomarán las recomendaciones de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) de Estados Unidos sobre Bienestar Animal. En el ámbito nacional, se respetarán todos los requerimientos de SENASA relativos a las condiciones de producción y control de vacunas, así como para la contención de agentes biológicos".
"De este modo, se busca alcanzar una infraestructura que permita no sólo asegurar la calidad de nuestros productos y la biocontención de nuestros procesos, sino también cumplir con los requerimientos más demandantes, facilitando la apertura de mercados a nivel internacional”, finalizó.