Los precios de la hacienda y la carne en el mostrador, empezaron a desacelerar luego del fuerte impulso que tuvieron durante agosto, que fueron determinantes en la suba de la inflación que se conoció esta semana y llegó al 12,4%, aunque quedaron posicionados en un escalón superior tras esa fuerte suba. Así quedó demostrado en el último remate del Mercado de Ganados (Rosgan), el cual mostró que los valores están “en el tobogán”.
Los precios de la hacienda empezaron a moderarse
“Un mercado de competencia perfecta como el de ganados y carnes está influenciado por factores exógenos que generan movimientos alcistas y posteriores caídas, aunque los precios queden en un escalón superior”, detalló Rosgan en su último informe tras el remate.
Explicó al respecto que “la fuerte recomposición de agosto en una cadena con precios muy atrasados produjo un raid alcista demasiado abrupto que, en pleno proceso electoral, puso en la mira al mercado y sus actores”.
Eso generó que el gobierno encarara negociaciones para lograr acuerdos de precios en el sector que permitieron frenar la escalada alcista que aceleraba el Indice de Precios al Consumidor (IPC).
De todos modos, “estas acciones oficiales no tuvieron más fuerza que la realidad del consumidor que no pudo convalidar con su demanda la compra de carne a nuevos valores alejados de las posibilidades de sus flacos bolsillos”, reconoció Rosgan en su informe.
Detalló que agosto se dividió en dos quincenas claramente diferenciadas para la invernada. La primera con aumentos importantes que no copiaban a Cañuelas; y la segunda quincena con una escapada de valores “sorprendentes” que arrastraron a muchos remates a precios récords. Esa corrección “chocó con la realidad y tanto Cañuelas como los remates actuales de invernada muestran una situación de aumentos consistentes pero no alocados”, detalló para dar una foto del presente en la cual si bien los precios se ubicaron en un escalón más alto y el sector ganadero logró recuperar rentabilidad, no se dispararon al punto de atentar contra la capacidad de compra de los consumidores.
“En un mes y medio se vivieron todas las emociones, como en un tobogán, la ganadería y la carne subía por el ascensor mientras el consumidor caminaba por la escalera”, recordó Rosgan y señaló que “hoy la realidad muestra a la ganadería en un escalón superior recuperando precios después de mucho tiempo, pero ajustado a la realidad de un mercado signado por la capacidad de demanda de los argentinos”.
El informe de Rosgan recordó que durante estos meses ocurrieron situaciones que afectaron a los mercados como la devaluación del 22% “que terminó siendo copiada por la hacienda”.
También indicó que en una mirada en perspectiva sobre todo este proceso, “los precios de este remate vuelven a recuperar casi un 25% de los valores comparados con el remate habitual de agosto y muestran una recuperación de precios que es tan necesaria para el productor que debió soportar una seca que le ocasionó una descapitalización fenomenal”.
Los precios promedios de este remate para las distintas categorías fueron los siguientes: terneros 891,77 (hay dos lotes vendidos a 180 días con un precio de 1400 pesos, incorporándolos convierten al promedio en 910,27), terneros/as un promedio de 829,82, terneras 795,52, novillitos 833,95, novillos 776,43; vaquillonas 734,74, terneros Holando 618,30, vacas de invernada precio promedio 551,61.