El presidente de la Federación Porcina Argentina, Néstor Fenoglio expresó el rechazo de los productores y la cadena porcina a las nuevas medidas implementadas por el gobierno nacional, principalmente la nueva edición 78.
Porcinos: alerta por el impacto del nuevo dólar agro sobre los costos
En un comunicado contundente, el empresario manifestó que el 60% del alimento básico que se utilizada para producción de carne porcina es el maíz, que contempla un componente cercano a las 2 millones de toneladas por año.
“Estamos sorprendidos porque las autoridades saben que nosotros multiplicamos 8 veces el nivel productivo a través de la incorporación de valor agregado y la producción de carne. Nos llama la atención que tras el fracaso de las otras instancias de los dólares diferenciales, se decida otra vez generar un valor ficticio para el grano incrementando de forma unilateral los costos de la producción porcina”.
De acuerdo al análisis de esta Federación, la ruptura de la ecuación dólar peso va a terminar generando un situación muy complicada porque todos los insumos y alimentos están dolarizados y el comercio del segmento se hace a través de pesos. Entonces, más allá del aumento en el costo del maíz, temporalmente una gran parte de los insumos (aminoácidos, vitaminas, medicamentes y nutrientes) que -al estar dolarizados- se deberán pagar un 7,5 % más caros por el impuesto País.
Por ahora, la situación indica demasiadas complicaciones que se complementan con la posibilidad de la importación de carne de otras regiones del mundo, sin ningún tipo de impuesto por estar contempladas dentro de la canasta básica de alimentos que ingresan sin aranceles al país.
Esta semana, los porcinocultores de todo el país mostraron su indignación por la sucesión de acontecimientos que podrían conducirlos a la quiebra y ponen en juego a más de 3550 establecimientos productivos o criaderos del país. Hubo una secuencia de cartas al ministro de Economía, Sergio Massa, al secretario de Agricultura Juan José Bahillo y al propio secretario de Comercio, Matías Tombolini.
“Le estamos pidiendo que frenen o pongan un impuesto a las importaciones de cerdos de Brasil y otras regiones del mundo”, enfatizó Fenoglio.
Expresó que hay reuniones con todas las cadenas usuarias de maíz, como el sector lácteo, avícola, los feedlot, los biocombustibles y el segmento de la molienda húmeda que son pilares en el agregado de valor sobre el grano.
Por ahora, se sabe que el nuevo precio diferencial para el maíz, aumentará de forma inmediata los costos de la producción de cerdos en 80 pesos por kilo de cerdo en pie, y significa un aumento lineal del 20% de precio de venta del animal.
“No sabemos si lo podremos trasladar al consumidor por los límites de una economía doméstica tan retraída, pero si estamos convencidos que comenzamos a transitar sobre un cadena de perjuicios que dejara fuera de mercados a aquellos que no tengan espaldas para aguantar el cimbronazo”.
Cabe destacar, que durante los 10 años el crecimiento de sector no se ha detenido. La tasa viene rondando entre cerca del 12 % anual y el consumo ha pasado de un consumo de 4 a 19 kilos por habitante por año.
El dato, ha sido avalado por eficiencia, tecnología y fuertes campaña promocionales para acompañar la elección hacia el consumo.
Es más, si uno mira los índices de faena interanual, al primer semestre de este 2023, se ha crecido un 7,3 % en comparación al 2022, por la alta productividad que vienen dando los cambios de manejo y genética.
“Creemos que todo lo inesperado congelará el crecimiento; aún más por no haber podido corregir los problemas del IVA y los saldos técnicos, que nos siguen haciendo producir al 10,5 % y comprar insumos o productos al 21 %”.
Fenoglio cree que las inversiones no se recuperan y ponen al sector en duda. “Estamos en alerta, buscamos un respuesta de mañera proactiva, para no frenar lo noble de la producción y bajar del ranking que nos sigue manteniendo en el puesto 11 entre los países de mayor exportación”.