Hablar de la Hidrovía Paraná-Paraguay es hablar de una puerta al mundo, que tiene no sólo Argentina, sino también Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Hidrovía: una puerta de Santa Fe al mundo
"En una de las bajantes más fuertes que tuvo el río Paraná en 2020, sacamos al mundo una de las cosechas más importantes".
La Hidrovía comprende casi 3500 km de los cuales 800 km son ribera santafesina, desde Puerto Cáceres a Nueva Palmira, nos constituímos de este modo en el corazón de ese gran complejo fluvial.
Es el puente y la puerta hacia los mercados internacionales a los que podemos acceder con toda nuestra oferta exportable, como así también en la entrada de la diversidad de insumos que demanda todo nuestro complejo productivo.
Cuando abordamos un tema tan importante como este, se debe hacer desde la objetividad y la estrategia comercial y geopolítica, teniendo en cuenta que es el punto final de las cadenas productivas de la provincia.
Santa Fe cuenta con el complejo agroindustrial más grande del mundo.
Consideramos que el principio que debe regir el trabajo en torno a la Hidrovía es el federalismo, como así lo propone el gobierno nacional, y que las acciones deben abordarse desde esa visión.
Lo ideal sería acercar el barco a la puerta de la tranquera. Para lograr lo que plantea esa metáfora hay que pensar cuáles son las prioridades cuando existe una gran distancia con los destinos internacionales.
Hacer eficiente la logística y el transporte tranquera adentro es vital. Siempre pedimos y acompañamos la incorporación de procesos tecnológicos a todos los sectores, a los fines de lograr mayor eficiencia y calidad en los productos terminados. Estas instancias deben tener un broche final en esta Hidrovía y ese es el contexto en el que hay que ubicarla.
En ese marco, la provincia de Santa Fe debe tener un rol central, no sólo por las inversiones realizadas y la diversidad productiva, sino porque de algún modo nuestro gran complejo agroindustrial está en una situación de parcial ociosidad, que puede ser resuelto si trabajamos en la Hidrovía, dotándolo de un mayor flujo de soja brasileña, paraguaya y boliviana. Sin lugar a dudas esto mejoraría la eficiencia industrial, la molienda y la producción de harinas y aceites.
Es central reconocer lo que tenemos y ponerlo en valor. En una de las bajantes más importantes que tuvo el río Paraná, durante 2020, hemos logrado sacar al mundo una de las cosechas más importantes de la historia. Prácticamente 1,5 millones de camiones se han transbordado a los grandes barcos y han salido con los 34 pies que actualmente tiene esta ruta fluvial. Este hecho demuestra que, si bien no son suficientes y son mejorables con una nueva impronta, los trabajos que se han realizado han sido óptimos.
El uso de la traza original, de Punta Indio al mar, nos parece lo más razonable. Hoy prácticamente el 90% de la producción exportada usa esta vía.
Nuevos cruces y mejoramiento de los canales, en algunos casos llevándolos a 36 pies en la zona de Rosario Norte e incluso extenderlo 30 kilómetros más, descongestionaría y estimularía nuevas inversiones.
Por otro lado, mirando al norte, llevar a 28 pies el canal hasta Santa Fe, permitiría continuar el proceso de reactivación y aumentar las expectativas de cargas del Puerto de esa ciudad. Todo esto, sin lugar a dudas, se sintetizaría en una mayor eficiencia y disminución de costos en el traslado fluvial, lo que impactaría directamente en toda la ecuación económica de la cadena de valor.
Teniendo la oportunidad de, por primera vez en la historia, contar con un Consejo Federal que aborde la materia como lo dispuso el Gobierno Nacional y que se proponga un órgano de control, son hechos muy saludables. Hablamos de instancias federales integradas por el Estado Nacional, los estados provinciales y representantes del sector privado desde donde se realice un seguimiento y control de todas las instancias acordadas, no sólo en el dragado sino en obras pendientes, espacios de mejora de la navegación, zonas de cruces, etc.
Posiblemente en esa mirada estratégica sea atinado incluir a la provincia de Córdoba, ya que entre esa provincia y la nuestra se produce entre el 60 y 70% de los agroalimentos del país.
Otro de los puntos a tener en cuenta es el de trabajar y coordinar un esquema multinacional con Brasil, Paraguay y Bolivia para estimular un mayor flujo de circulación de oleaginosas, cereales, minerales y combustibles para los puertos de la Hidrovía.
El manejo de la Hidrovía debe darse desde un esquema de transparencia y absoluto profesionalismo, porque las decisiones que se tomen en torno a este tema tendrán impacto durante muchos años y serán la bisagra de la estructura agroindustrial argentina que conlleva miles de puestos de trabajos y decenas y centenas de empresas.
Por Hidrovía salieron más del 90% de los contenedores del país, más del 80% de las exportaciones de la agroindustria y la totalidad de los automóviles se mueven por los puertos ubicados en este sistema. Durante el año 2020, por los puertos ubicados en la provincia de Santa Fe se embarcaron casi 71 millones de toneladas de granos, subproductos y aceites, es decir el 80% de las exportaciones de todos los puertos argentinos. El mismo año, arribaron a las instalaciones portuarias santafesinas casi 2.500 buques de ultramar y alrededor de 3.000 barcazas (transporte fluvial).
Las inversiones en instalaciones portuarias e industriales ubicadas a la vera del Río Paraná, se estiman que superan los U$S 15.000 millones y rondarían casi los U$S 20.000.
Impulsamos un fuerte proceso de estímulo a las economías regionales, a la producción de alimentos y a la diversificación productiva/industrial, al gran abanico de pymes de sectores como, por ejemplo, el mueble y madera, de la maquinaria agrícola, de equipamiento para la industria alimenticia, de implementos agrícolas, de productos textiles o autopartes, para los cuales la Hidrovía significa una verdadera puerta al mundo.
*Sobre el autor:
Ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de la Prov. de Santa Fe.
Médico Veterinario y empresario agropecuario.