La temporada apícola en el sur de Santa Fe transcurre con serias dificultades productivas, motivadas por la sequía histórica, abriendo un escenario complejo para los apicultores.
La apicultura del sur de Santa Fe, jaqueada por la sequía
El déficit hídrico en la región está marcando límites productivos a diferentes actividades agropecuarias, la apicultura no escapa a ello. Los últimos tres años registraron precipitaciones por debajo de la media histórica, como muestran los registros de la localidad de Casilda.
La sequía puede tener una influencia variable en la productividad de las colmenas. La misma es condicionada por diferentes factores, entre otros, la distribución de las lluvias y su relación con los ambientes en los que se encuentran las colonias. En esta región con suelos de gran aptitud agropecuaria, en ambientes de flora diversa, perenne y con vegetación leñosa (presencia de árboles) ocasiona que la variabilidad de precipitaciones impacte mucho menos y de mayor estabilidad a la producción apícola.
En cambio, en aquellos sistemas productivos caracterizados por un uso del suelo con vegetación herbácea y anual la dependencia hídrica a corto plazo es mayor.
En amplias regiones del sur de Santa Fe es escaso el monte nativo y existen agrupamientos arbóreos implantados en pequeña cantidad. Por ello, la disponibilidad de agua en el corto plazo es vital para que se implanten y crezcan especies que brindan recursos alimenticios a las abejas.
La productividad de las colmenas estará condicionada por la presencia y la capacidad de estas especies vegetales para desarrollarse y llegar al estado reproductivo ofreciendo polen y néctar en cantidades adecuadas. Las dos últimas temporadas tuvieron rendimientos promedio de 15 Kg/col (2020-2021) y 35 kg (2021-2022).
La amplia diferencia nos muestra la vulnerabilidad de los sistemas y su gran inestabilidad.
En esta temporada en particular, se presentó un invierno seco, lo cual es frecuente en la región, pero la primavera y el comienzo del verano transcurrieron con precipitaciones muy por debajo de lo normal que prolongaron las condiciones deficitarias.
La presentación de una primavera con adecuada humedad en el suelo permite la implantación de muchas especies anuales de interés apícola. Siendo un factor positivo para que resulte un año de buena productividad de las colmenas.
En el último cuatrimestre de 2022 las precipitaciones fueron escasas, con registros por debajo del 50% de lo normal en todos los meses. A diferencia, de los dos últimos años, en los que esta situación no se había presentado de manera tan extrema. El acumulado del cuatrimestre analizado para cada año así lo muestra, 2020: 264,3 mm; 2021: 294,9 mm y 2022: 161,3 mm.
La media histórica, que incluye los últimos 70 años, para el período analizado ronda los 403 mm y permite observar al periodo septiembre-diciembre de 2022 con un 60% de lluvias por debajo de la media. En este escenario de déficit hídrico, podemos agregar que hubo una gran variabilidad de registros a escasa distancia en el sur de Santa Fe, pero manteniendo valores debajo de los promedios históricos.
De este modo, la temporada 2022-2023 comenzó con una primavera con reducida disponibilidad de agua en el suelo. Las temperaturas máximas de octubre a diciembre fueron por superiores a las normales y agudizaron la dificultad de una adecuada implantación y desarrollo de flora de interés apícola.
El resultado se plasmó en la variabilidad de la condición de las colmenas entre los diferentes apiarios. Un alto porcentaje de ellos, requirieron prolongar la suplementación energética y en algunos casos se alimentó hasta mediados de diciembre. Esta práctica es una de las claves para aprovechar adecuadamente las escasas floraciones y tener rendimientos aceptables.
Las colmenas que no se alimentaron oportunamente, sosteniendo su desarrollo de manera artificial, probablemente tendrán un pobre desempeño productivo. En las empresas apícolas el valor de los alimentos artificiales, tiene un notable peso en el costo de producción y es de esperar que impacte en el costo por kilo de miel producido.
En el presente ciclo productivo, la curva de floración típica para la zona se vio modificada, observándose pequeños picos y descensos de la entrada de néctar. La razón de este comportamiento es resultado de que pocas especies de interés apícola ofrecieron néctar en un corto plazo.
Si bien los ambientes del sur de Santa Fe están cada vez más simplificados, y este comportamiento es reflejo de ello, esta temporada en particular quedó en evidencia por el fracaso de la implantación de muchas especies vegetales. Esta situación ocasionó la inclusión de mayor cantidad de visitas a los apiarios por parte del apicultor para un manejo adecuado.
Hasta el momento, lotes con alfalfas implantadas ofrecieron buena cantidad de recursos para las abejas, pero otras especies como Trébol blanco se vio afectado severamente y, de acuerdo al ambiente, fue el comportamiento de cardos y melilotus.
Las altas temperaturas registradas en noviembre y diciembre son otro factor que puede condicionar el desempeño productivo de las colmenas, debido al stress térmico que generaron en colmenares caracterizados por tener escasa sombra y ventilación junto a un deficiente acceso al agua que permita la termorregulación adecuada.
Adicionalmente, los cultivos agrícolas de la región han tenido un escaso desarrollo y manifiestan un notable stress por la escasez de agua.
Este panorama afectó la sanidad de los mismos, observándose mayor cantidad de plagas insectiles, con el consecuente uso de insecticidas para el control. Reportes aislados de apicultores dan cuenta de mortandad de abejas en la cercanía de las piqueras, sin observar gran afectación en la población total de las colonias.
De modo que las perspectivas de cosecha para la presente temporada no son de las mejores. Con una regularización de las lluvias difícilmente cambie significativamente el panorama. Pero seguramente servirá para la adecuada preparación de las colmenas para el receso invernal y reducir los costos de producción en la preparación de ese periodo crítico.
Recomendaciones técnicas
Ante esto las recomendaciones son:
- Asegurarse el acceso a agua fresca y de calidad de las colmenas (con fuentes de agua a menos de 100 metros).
- Facilitar las corrientes de aire en los apiarios para mejorar la capacidad de ventilación de las colmenas.
- No colocar las colmenas en el piso, elevarlas preferentemente a unos 20 centímetros.
- En caso de transporte, extremar los recaudos. Utilizar rejilla de transporte.
- Evaluar visitas adicionales al apiario, ante la irregularidad del flujo de néctar.
- Relevar eficientemente las especies florales de interés apícola presentes en inmediaciones del apiario en cada visita.