Por sus condiciones infraestructurales y su historia productiva, los tambos santafesinos se convirtieron en el principal elaborador de leche y subproductos lácteos del país. Santa Fe es la provincia con mayor cantidad de existencias bovinas radicadas en unidades productivas lecheras, nucleando más del 30% del total nacional. Este distrito constituye la segunda cuenca láctea del país y aporta cerca del 25% del total de leche producida en sus más de 3.800 tambos.
La exportación láctea, en su mejor año desde 2014
Recientemente, a partir de un informe publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario, se conoció que la producción lechera cobró una mayor relevancia en términos de generación de divisas, y esto ubica a Santa Fe en un lugar de protagonismo estratégico. El primer semestre del año 2022 fue el mejor desde el 2014 en cuanto a la exportación de lácteos de origen argentino, concretando operaciones por u$s 646 millones, muy por encima del promedio de 364 millones que pudieron obtenerse en la primera mitad de cada año entre el 2015 y el 2021.
El carácter alentador de estas cifras se refuerza además con la estimación que realizó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), que proyecta que el sector lácteo será el de mayor expansión en la próxima década, con un crecimiento del 23% del suministro mundial.
En su intervención en el 5º Outlook de la Cadena Láctea Argentina, el ministro de Producción Ciencia y Tecnología de Santa Fe, Daniel Costamagna, definió de esta manera el lugar que ocupa la producción lechera en la estrategia provincial de desarrollo productivo: “La lechería es más que producir leche. Implica generación de trabajo, caminos rurales, conectividad, capacitaciones, oficios, la valoración del trabajo en sí mismo. Esta es la mayor contribución que podemos hacer a los problemas que tiene actualmente el país en sus grandes conglomerados urbanos”.
“De las 60 millones de toneladas de maíz que producimos, exportamos el 65% como granos. El desafío es revertir esa ecuación y transformar esas 40 millones de toneladas en alimentos como leche, lácteos, carne aviar, porcina, bovina, huevos, entre otros. Seguramente eso significaría una mayor generación de valor y riquezas para el país, e implicaría la posibilidad de que muchas familias, y especialmente los jóvenes, puedan consolidar sus sueños y desarrollos en el lugar que nacieron y viven. El país se tiene que pensar desde el interior”, continuó el funcionario.
“Nosotros concebimos una lechería en crecimiento y con un componente exportador muy fuerte. Hoy tenemos un ámbito de generación de consensos que es la Mesa Láctea Santafesina, donde articulamos con las pymes lácteas y con los productores. Estamos armando un consorcio exportador de genética tanto bovina como láctea, hemos estado en ferias internacionales y vamos en camino a consolidar un esquema de trabajo en temas como infraestructura, financiamiento, tecnología y capacitación”, finalizó.
En Santa Fe, la política lechera tiene tres ejes fundamentales: financiamiento, infraestructura y capacitación.
En el período 2021-2022, la línea Santa Fe de Pie que ejecuta el Estado santafesino a través del Banco Nación otorgó créditos por alrededor de $ 1.100 millones a establecimientos lecheros e industrias lácteas radicados en suelo provincial.
La política de financiamiento tuvo además otros dos canales. Por un lado, a través de los fondos coparticipables que gestiona el Consejo Federal de Inversiones (CFI), productores tamberos santafesinos obtuvieron créditos por más de $ 26 millones. Por otro lado, las asociaciones y agencias para el desarrollo de los departamentos San Martín, General Obligado y 9 de Julio recibieron aportes por más de $ 8 millones.
Este alto dinamismo en la inversión intrapredial tiene su contraparte en la fuerte apuesta a la infraestructura productiva que ha hecho el gobierno de Santa Fe a través de un programa inédito como es Caminos de la Ruralidad. Esta iniciativa pública lleva financiados más de 560 kilómetros de trazas rurales nuevas o mejoradas, de los cuales más de 343 corresponden a trazas vinculadas con el sector lácteo, con sus convenios firmados y presupuesto asignado. Esto le significó al Estado de Santa Fe una inversión de más de $ 2.042 millones, de los cuales más $ 1.180 millones beneficiarán directamente a 258 tambos que producen 279 millones de litros de leche al año. Esta producción equivale a más de $ 15 mil millones cuya previsibilidad se ve garantizada a partir de las obras ejecutadas a través de este programa.
Más allá de las ventajas productivas, Caminos de la Ruralidad tiene una fuerte impronta social que se materializa en la búsqueda de conectar a las escuelas rurales con las poblaciones más pequeñas.
Finalmente, la lechería y la industria láctea santafesinas obtienen un importante fortalecimiento mediante las acciones de capacitación que ofrece la provincia. Con el eje puesto en la calidad de la leche y el estatus sanitario, Santa Fe desarrolla jornadas formativas en los departamentos Castellanos, San Cristóbal, Las Colonias y San Jerónimo. Además, esta propuesta se complementa, por un lado, con instancias dedicadas a los guacheros, es decir, al personal rural que se dedica al cuidado de los terneros desde su nacimiento; y, por otro lado, tiene un fuerte impulso en territorio santafesino la política de asignación de asesores técnicos a grupos de productores chicos y medianos, los cuales intercambian de experiencias y reciben asesoramiento profesional de técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).