El fenómeno climático “La niña” azota al sector agropecuario santafesino desde hace tres años. La falta de precipitaciones y el stress hídrico que transita la región en general y la provincia en particular, tendrá como resultado la peor cosecha de los últimos 15 años con pérdidas productivas por encima de los u$s 10.000 millones, según afirma la Bolsa de Comercio de Rosario.
La sustentabilidad como eje de la asistencia agropecuaria
Por Facundo Budassi
Toda la geografia santafesina sufre por falta de lluvias
La actividad ganadera del norte santafesino sufrió una de las mayores pérdidas de cabezas en toda su historia con escenas de mortandad animal que apenas parecen reales. En números, el 50% del stock ganadero se encuentra en zonas donde las precipitaciones son prácticamente inexistentes.
Ante el cuadro de emergencia, el gobierno provincial motorizó sus recursos a fin de impulsar líneas de créditos a los productores perjudicados. El objeto del sostén público es ayudar al trabajo y la inversión local en pos de acelerar la superación de la crisis.
En comunicación con el diario La Capital, el director provincial de institucionalidad para el desarrollo Iván Camats comentó que "el fondo de asistencia desplegado en todo el territorio fue de $1.000 millones, de los cuales, $750 millones se otorgaron para prevención productiva, $50 millones para la creación de corredores forestales y $200 millones para recomposición de tierras dañadas por la sequía”.
En lo que refiere al fondeo para cobertura forestal, “el crédito consiste en devolver el monte a aquellos lugares que fueron desmantelados víctimas de la sojización que perforó las barreras geográficas y que hoy se vuelven inhóspitos para la cría de ganado, a fin de cuentas es una cuestión de salud animal, recomponer el reparo para que la actividad pecuaria se mucho más amable con los animales”, explicó el director.
Ejemplificando el análisis con el distrito Máximo Paz dijo “ si miramos hacia atrás, el territorio bajo administración de la localidad homónima posee alrededor 30.000 ha y en los años cincuenta existían alrededor de 400 chacras dentro de las cuales se desplegaban arbolados y montes de dos hectáreas, eso hoy no existe. La aparición de la siembra directa los esquilmó”.
El arbolado no sólo contribuye con una amena producción cárnica, también eleva el volumen de la misma al disminuir la mortandad de los animales, y a su vez, devuelve a la geografía santafesina parte de su bosque nativo aumentando la capacidad de resiliencia climática de las regiones y contribuyendo al mantenimiento de la biodiversidad provincial.
En cuanto al dinero inyectado para la prevención - $750 millones- se distribuye en créditos de 700 mil pesos con doce meses de gracia y con una tasa del 0%. El objetivo es beneficiar a las pequeñas y medianas haciendas, por ello se destina a todos aquellos productores que cuenten con menos de 400 cabezas de ganado o 300 hectáreas agrícolas.
Para acceder al fondo de prevención los productores deben presentar un proyecto sustentable firmado por un profesional - ya sean veterinarios, ingenieros ambientales o ingenieros agrónomos-
En palabras del director: "Apoyamos a los productos para que tengan distintos esquemas sustentables de producción”. En esa dirección recuerda: “Queremos cambiar la ley de emergencia actual , porque estamos en otro paradigma productivo. Hoy el 70 % de la tierra que se trabaja es por medio de arriendos. Necesitamos que se beneficie quien trabaja y no el que especula. Para ello es fundamental mantener a la tierra el condiciones óptimas”.
Aquellas intenciones pueden incluir rotación de cultivos, plantación de pasturas, entre otras acciones destinadas a “preservar la tierra que no es nuestra sino de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos”, aclaró Camats.
Dada la extensión de la provincia, la prevención es fundamental. De norte a sur o de este a oeste, las haciendas santafesinas pueden ser amenazadas por diversos fenómenos. El norte puede sufrir acentuados periodos de escasez pluvial y el sur ser acosado por inundaciones, por ejemplificar un escenario.
Sin embargo, los problemas acaecidos por la seca no se circunscriben a las explotaciones agropecuarias sino que tuvieron un fuerte impacto en el cordón hortícola que se extiende desde Alvear a Figuera. En el cordón trabajan 240 productores que recibieron $ 40 millones en asistencia para garantizar las elaboraciones.
A las realización de legumbres de los departamentos Rosario y Constitución, se les destinan $165 millones en créditos a doce cuotas con tasas del 0%. Las producciones legumbreras incluyen eslabonamientos productivos hacia arriba y de mayor valor agregado. Iván Camats agregó: "Los enlatados dependen de estas producciones y de no ser atendidas las elaboraciones primarias toda la cadena corre fuertes riesgos con impacto directo en los precios”.
Para responder al método de financiamiento de todas estas acciones, el director profundizó: “Todos estos créditos se bajan a través de las agencias y asociaciones para el desarrollo que cuentan con un fuerte control social de los fondos al estar integradas por una pluralidad de actores. Los apoyos, son transferidos desde gobernación a las Agencias para que aquellas dispongan del mejor uso de acuerdo a la necesidad territorial. Una vez que los fondos fueron utilizados y el crédito cobrado, el monto permanece en las agencias para seguir construyendo desde la cercanía por medio del diálogo entre todos los actores y todos los colores políticos que integran las agencias. Así, se piensa cómo vincular la cadena productiva y cómo se diagrama la estructura e infraestructura para el desarrollo desde la misma base territorial