El Índice de precios al consumidor de mayo difundido esta semana por el Indec, da cuenta del aumento incontenible que siguen teniendo los alimentos en un contexto de país en el que ya no queda claro cuál es el precio real de las cosas, o en todo caso, qué los determina ni a qué responde su variación mensual.
Mientras los lácteos aumentan fuertemente, el tambero corre detrás de la inflación
Un ejemplo de ello es lo que sucede con los lácteos, donde en góndola queda claro que siguen un ritmo ascendente mientras que, en el primer eslabón de la cadena, los incrementos no se dan en la misma proporción. Tal es el caso de los tambos, que en mayo registraron un aumento promedio del 4,9% por su litro de leche cruda, mientras los productos lácteos treparon hasta un 6,7%, según mediciones oficiales. Por su parte, el sector industrial reporta una suba intermensual del 5,8% dentro del rubro alimentos y bebidas donde se inscriben los lácteos, evidenciando también un retraso respecto del índice general que se registra en góndola.
Números de una economía estable
El nivel general del IPC representativo del total de hogares del país registró en mayo una variación de 5,1% con relación al mes anterior, 29,3% en los primeros cinco meses del año y del 60,7% en el interanual, esto sin considerar que el propio Gobierno nacional revisó ayer su estimación anual ubicándola en 62% anual.
Continuando con el análisis de los datos del Indec, los “alimentos y bebidas no alcohólicas” en general, crecieron un 4,4% en mayo de 2022, un 33,7% en el período enero-mayo 2022 y un 64,2% en el interanual.
En este sentido, el alza de este rubro en particular (4,4%) fue lo que tuvo mayor incidencia en todas las regiones del país. Analizando el detalle de las “divisiones” que lo componen, se destacaron por su fuerte incremento Carnes y derivados; Leche, productos lácteos y Huevos; Pan y Cereales. A su vez, Aceites, grasa y Manteca; Azúcar, dulces y Chocolate; Café, té y yerba; Aguas minerales y Gaseosas, fueron en el rubro los que más aumentaron, según el informe del Indec.
EL Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) elaboró un cuadro donde detalla una canasta de productos lácteos que Indec releva en el distrito más poblado del país (Gran Buenos Aires – GBA), cuyo índice muestra una variación intermensual de precios del 6,7%, y un incremento interanual del 63,7%.
Cabe mencionar que para el rubro “Leche, productos lácteos y huevos”, el Indec mide una variación del 4,3% respecto al mes anterior, y un impresionante 70,2% en la variación interanual. En este punto, vale aclarar que según cada región del país muestra su propia realidad, con nichos que no siempre están cercanos a este número y que pueden estar por debajo, pero la tendencia es claramente representativa del consumo masivo.
Pero como se indica más arriba, en función de diferentes índices, los precios de los productos lácteos tuvieron una variación interanual del 65%, cuando la inflación minorista fue de 61%, los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron un 64% en el año y el dólar oficial BCRA tuvo una variación interanual cercana al 25%, lo que indica que “los últimos ajustes de precios llevaron los valores del mix de productos lácteos de mercado interno, igual o por encima de las variables mencionadas, incluso también por encima de la leche cruda que experimentó un aumento interanual del 53% (precio SIGLeA por litro que contabiliza los precios de todas las industrias registradas del país.)”, indicó el OCLA.
La variabilidad de precios
Se observa también en el análisis de los datos y con la información de Consultoras de Mercado, que existe una gran dispersión de precios en función al canal comercial y a la región, como se revela al tomar el ejemplo del litro de leche fresca en sachet: mientras en el GBA el litro cuesta $125, en la Patagonia promedia los $151, y en la región Pampeana $138.
Según el Observatorio lácteo, “estos aumentos interanuales del orden del 64% de los productos lácteos son en su versión minorista”, ya que analizando los precios mayoristas (salida de fábrica) la medición interanual gira en torno al 53%, es decir “unos 11 puntos por debajo de los precios minoristas, y por debajo de la inflación general y del precio de la materia prima leche”.
En efecto, según publicó el Indec, “el nivel general del Índice de precios internos al por mayor (IPIM) registró un aumento de 5,2% en mayo de 2022 respecto del mes anterior”. Esto representa un 54,8% anualizado y un 28,7% acumulado en los primeros cinco meses del año.
En cuanto al rubro “Alimentos y bebidas” del IPIM, sólo registró un 3,9% mensual, aunque en el anualizado ya suma 61,7% y en el acumulado supera el 30%. En tanto la división Lácteos registró un aumento de 5,8% en mayo de 2022, un 30,9% en el período acumulado 2022 y una suba del 53,3% en los últimos 12 meses. “Entre junio/21 y mayo/22 que indica el “diferencial de variación mensual” entre el precio que paga el consumidor y al que vende la industria (se incrementa el mark up), que separa a ambos índices en los últimos 12 meses en 18 puntos porcentuales. Esto marca claramente el retraso de precios de los productos lácteos en el valor al que factura la industria”, remarca el OCLA en su informe de este jueves.
Precio al productor
En el inicio de la cadena láctea, las cosas no están de para bienes. Si bien el precio al productor continúa aumentando mes a mes, no lo hace al ritmo de la inflación, mientras que los costos para producir esa leche cruda se incrementan en diferentes áreas con mayor velocidad. Ejemplo de esto es el valor de los granos, que esta semana volvieron a pegar un salto en su cotización internacional.
También sube el precio relativo de la vaquillona de reposición y los alquileres de los campos, lo cual complica la ecuación del costo de oportunidad de la tierra. Cabe recordar que más del 65% de la leche que se produce en el país se realiza bajo algún porcentaje de tierra arrendada.
A esto hay que sumarle el aumento anunciado este jueves en el gasoil, que también repercute en la logística y el transporte de insumos en general en toda la cadena.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación informó esta semana que el precio de referencia pagado al productor en los primeros días de junio promedió los 45,52 $/litro (por la leche producida y entregada en mayo).
Esto significa un aumento intermensual del 4,9%, y un 52,9% de variación interanual respecto del mismo mes del año pasado. Traducido a dólar oficial, el productor cobró por su materia prima unos 36 ctvs.
Según los datos del Tablero de Comando Sectorial de la Dirección Nacional de Lechería, la provincia de Santa Fe en promedio se ubicó levemente por encima de la ponderación nacional, con 45,55 $/litro. En tanto la cuenca lechera del departamento Castellanos (la de mayor cantidad de unidades productivas de país), registró un valor promedio de 45,45 $/litro, levemente inferior al promedio nacional.
La provincia que mejor precio obtuvo fue San Luis con 47,54 $/litro, mientras que la de menor valor fue Córdoba con 44,58 $/litro.
Costos del productor
En la semana entrante se conocerán las estadísticas de Rentabilidad en el Tambo, pero seguramente volverán a mostrar la tendencia de los últimos meses, donde el índice se encuentra debajo de 0%, reflejando el difícil momento del eslabón primario, a pesar de que en las góndolas el precio de los lácteos continúa su escalada inflacionaria.
El último dato constatado por el INTA, indica que “el Costo de Producción Promedio subió en abril de 2022 un 10% respecto a igual mes del año pasado, un 31,3% en el primer cuatrimestre del año, llegando a un 62,1% de variación anual”, lo que indica claramente que “los costos de producción tuvieron una aceleración en el primer cuatrimestre del año y sobre todo el último mes por la suba de precios de los concentrados, fertilizantes, agroquímicos y combustibles entre otros, ubicando el costo por encima del índice general de precios y del precio recibido”.