La pérdida de estado parlamentario del proyecto de ley para la maquinaria agrícola nacional, dejó en el camino una de las últimas cartas que se jugaba la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) sobre el cierre del año pasado. Para muchos fabricantes es sumamente importante esta legislación porque contribuía a sostener y resguardar a un sinnúmero de empresas que ya han transitado más de media década posicionando sus productos y buscando sostener la competitividad frente a las grandes multinacionales.
Los fierros son optimistas en un marco de cautela
Por ahora, los industriales metalmecánicos perciben una mezcla de sentimientos encontrados, con muchas variables sin ordenar. El tiempo se posicionó en el mes de marzo y algunos especulan con que Expoagro sea el inició para el desenvolvimiento normal de la actividad comercial. En el medio, nadie sabe cuál será el resultado final de tanto toqueteo que ha dejado al sector con pocas ventas desde noviembre de 2023 y puesto a las empresas en el rol de financieras, con créditos propios combinados en pesos, dólares o mediante el canje por granos.
Una señal podría ser el transcendido del gobierno de volcar todos los ingresos que financiaban al Estado sobre las empresas, aunque todavía no se sabe si se hará con porcentajes atractivos ya que la inflación sigue por encima de los 2 dígitos mensual y las tasas superiores a los 100 puntos.
Lo que ahora se ve en el mano a mano con los bancos, es un principio de financiación a través de estas entidades con créditos en dólares a tasas muy bajas. Es decir, se está buscando una herramienta para seducir al productor agropecuario con un beneficio extra, que pasa por sortear la resolución 7930 del Banco Central (BCRA) que penaliza a los productores (20% más en las líneas crediticias) que retienen o acopian más de un 5 % del grano de soja en cada campaña.
A su vez, con tanto alboroto legislativo, el intento de los industriales nacionales por una ley se empieza a diluir para este 2024, aunque la idea se ha centrado en lograr mantener el bono de bienes de capital para las empresas que hacen transformación y le dan valor agregado en el país, generando mano de obra y trabajo. Sería un paliativo previo a la definición de un país desarrollado con industrias, o todo lo contrario.
Por ahora, -aún con optimismo- el común denominador de las empresas del sector, se encuentra soportando pocas ventas y todo el personal en sus puestos de trabajo. Se ven algunos reacomodamientos, aunque son esporádicos para la incertidumbre de tantas variables en una ecuación tan amplia.
En 10 días, a la vanguardia de todo se pondrá el grupo Crucianelli al anunciar junto a Telecom Empresas, la formación del cluster de conectividad para definitivamente poder hacer funcionar la maquinaria precisa y sus elementos de transmisión de datos. Se sabe que el fabricante de máquinas e implementos que hace un mes adquirió la marca de fertilizadoras Fertec (Macos Juárez) aportará el capital para las antenas y la firma de comunicaciones la tecnología para estar conectados.
La experiencia que será anunciada en la edición 2024 de Expoagro, comienza en la provincia de Buenos aires sobre poblaciones rurales cercanas a la muestra y luego se aplicará al resto de las provincias según la cantidad de maquinaria vendida con agricultura de precisión, big data e inteligencia artificial. El objetivo también es minimizar errores de conectividad para la agricultura, aunque el beneficio final es para todas las empresas y poblaciones circundantes al lugar donde se vayan colocando las antenas y su tecnología.