La caída de los precios internacionales, la chicharrita que afectó al maíz y las lluvias que no permiten terminar de levantar la soja conformaron un inesperado escenario para la campaña 2023/24, que había arrancado con las mejores expectativas. Julio Calzada, director del área de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), precisó que “si siguen estos precios a los productores les pueden quedar unos u$s 9 mil millones de excedente, cuando en otras campañas les había quedado un neto de $s 19.000 millones”. Las tensiones ya flotan en el aire de cara a la nueva campaña.
El precio, el clima y la chicharrita le quitan excedente al productor
Julio Calzada, director del área de estudios económicos de la Bolsa de Rosario, analizó la marcha de una campaña difícil en materia comercial
El sector agropecuario venía golpeado por “la peor sequía en los últimos 60 años” y parecía que este ciclo era el de la gran remontada. Pero no fue tan así. “El sector viene bastante mal el año pasado producto de la sequía, tuvimos una producción de soja de 20 millones de toneladas, no había prácticamente registros en los últimos años de una situación tan compleja”, dijo en diálogo con el programa radial La Banda Cambiaria.
Esta campaña había iniciado “con expectativas muy interesantes”, agregó. Se creía que en soja y en maíz iba a haber una producción récord, pero fueron apareciendo problemáticas diversas: cuestiones climáticas en febrero y luego el spiroplasma, que hizo que la producción argentina que se esperaba en 57 millones de toneladas cayera casi siete millones de toneladas, según los técnicos de la Guía Estratégica para el agro (GEA). “Son casi u$s 1.200 millones que se pierden por esta causa, es una caída muy importante”, detalló Calzada, al tiempo que anticipó que posiblemente la próxima estimación de producción de maíz sea todavía más baja.
El efecto chicharrita
Esta retracción despertó todas las alarmas, al punto que el gobierno convocó a las entidades del sector para analizar el impacto de la chicharrita y también definir acciones para encarar el nuevo ciclo. Se están tratando de implementar medidas de cara a la próxima campaña para tratar que los productores sigan sembrando maíz.
“Es muy probable que se vayan a trigo-soja en la preocupación de que pueda repetirse una situación de este tipo. Se activaron distintas decisiones de parte del gobierno, de parte de los semilleros y de todas las entidades tratando de buscar soluciones a este tema, ver las fechas de siembra, lo que le llaman el maíz guacho, cuando se levantan la producción por ahí emergen algunas pequeñas plantitas de maíz que hacen que el insecto esté ahí y por lo tanto permanezca y después contagie. Hay distintas medidas de tipo fitosanitario, de semillas, etcétera, que se están tratando de analizar para mejorar esto”, precisó.
En la provincia de Santa Fe se está analizando también algún tipo de pedido asistencia económica o financiera por parte de la Nación. Hace unos días se reunió la Comisión de protección vegetal de Santa Fe y recomendó considerar a la chicharrita como una plaga para abrir así la posibilidad de que los productores puedan recibir algún tipo de alivio. Pero por parte del gobierno nacional no parecería ser el camino a seguir. “Referentes de la Bolsa estuvieron participando de una reunión en Buenos Aires y tengo entendido que no ha habido ninguna conversación respecto de alguna de alguna indemnización o de algún reconocimiento a los productores., no lo he escuchado”, aclaró Calzada.
El foco está puesto en el control de la plaga. “Hasta el momento Argentina tiene tres fitosanitarios aprobados y se están tratando de aprobar otros tres bioinsumos. Esa es la información que Senasa ha emitido y el Inase está mirando también con los semilleros aquellos materiales, aquellas semillas, que puedan tener una buena tolerancia. Brasil es un país que combatió mucho la chicharrita y este era un problema del Norte que ahora se trasladó a la zona central de Argentina y se están viendo las semillas que tengan una mayor resistencia a la enfermedad. Se quiere tratar de evitar que caiga la producción de maíz en la próxima campaña”, señaló.
Entre el miedo al impacto climático por el regreso de la Niña y el acecho de la chicharrita podrían hacer que los productores se vuelquen más a la soja que al maíz.
La comercialización
Además, del impacto sanitario en el maíz, la campaña gruesa enfrenta otra problemática, que afecta a la soja. “Hay un retraso importante en las tareas de recolección por las constantes lluvias y empiezan a aparecer dudas sobre cómo va a ser la siembra de trigo”, señaló Calzada.
El equipo de Estudios Económicos de la Bolsa, que él dirige, estimó que esta campaña, si siguen estos precios, dejará un excedente a los productores de granos de u$s 9 mil millones. En otras campañas fue de u$s 19.000 millones.
La caída de los precios internacionales tiene que ver con una buena producción de soja y maíz en el mundo. Además, se sumó la cuestión climática. “Por eso los productores de alguna forma están vendiendo, pero son muy cautelosos a la espera de que los precios puedan llegar a mejorar. Es una de las campañas en las que la comercialización viene muy tranquila. Los exportadores plantean que no han tenido grandes problemas de cupos, o sea los camiones están llegando con relativa normalidad producto de que la comercialización. Al estar estos precios tan bajo internacionales, que afectan al productor más otros cuestiones, están comercializando despacio”, reseñó el director del área de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El arrendamiento
Respecto al trigo, todo es incertidumbre. Al mirar los márgenes de los productores, desde GEA analizaron el impacto de los arrendamientos. “Con el 40% de los 18 quintales o 16 que cobran por arrendamiento los números están prácticamente en cero o están negativos. Esto tiene que ver con que los precios internacionales le afectan al trigo y los fertilizantes han estado muy caros, aunque ahora han empezado a bajar”, señaló. Para Calzada el arrendamiento “es un tema que Argentina va a tener que analizar de alguna forma” ya que no han ido descendiendo a pesar de la sequía.
Otro de los grandes temas del sector son las retenciones a la exportación. “El pedido del sector ahora apunta a ver si el gobierno puede resignar los derechos de exportación del 12% de trigo para tratar de mejorar”, precisó.
Con este escenario “mirándolo por donde se lo mire a los números del productor, el trigo está bastante bastante complicado para que le cierre al productor”. De todos modos con la aparición de la chicharrita puede actuar a favor del trigo y que “no baje tanto el área, se decida sembrar trigo y se haga la combinación de trigo-soja a partir de lo que pasó con el maíz tardío con la chicharrita”.
“Pero todavía esta no es la preocupación del productor. Hoy la preocupación es cómo levantar la soja, está el problema de hongos, los caminos intransitables, que con lluvias aunque sean muy livianitas hace que no haya piso, y como dicen los productores no pueden sacar la producción. Veremos cómo sigue la cosecha de soja de primera que es la más atrasada en los últimos ocho años”, apuntó Calzada.
Ciara-CEC informó esta semana que la liquidación de agrodólares en abril bajó 21,5% interanual.