La decisión del gobierno nacional de implementar un nuevo dólar agro para el complejo sojero y economías regionales cosechó respaldos y críticas entre las cadenas productivas. Mientras los sectores del sector primario consideran que la medida les aportará beneficios, las cadenas de segundo piso encuentran en la decisión un obstáculo por el incremento de costos de los insumos.
Dólar agro: una medida que divide aguas entre los sectores productivos
El maíz pisingallo ingresó al Programa de Incremento Exportador (PIE) o dólar agro.
La Cámara de Procesadores y Exportadores de Maíz Pisingallo (Campi) expresó ayer su beneplácito por la puesta en marcha de una nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE) que establece un tipo de cambio diferencial de $ 300 por dólar para el complejo sojero y economías regionales a partir del lunes.
En un comunicado, las autoridades de Campi expresaron su “gratitud hacia el ministro de Economía, Sergio Massa”. Dijeron que “valoran la medida” en “un contexto adverso como el actual para la actividad agroexportadora en general, debido a la gran sequía sufrida en todo el territorio argentino”.
También indicó que “con las medidas anunciadas se genera un atenuante para la adversa situación que van a enfrentar todas las pymes agroexportadores permitiendo sostener la actividad de cada una de las empresas ubicadas en las diferentes regiones del país”.
Rechazo del sector porcino
En cambio, la Federación Porcina Argentina rechazó la medida al considera al dólar agro “un nuevo golpe a la producción porcina que se suma al daño provocado por las importaciones de cortes realizadas al tipo de cambio oficial que distorsionan aún más el mercado interno y los saldos técnicos de IVA que tienen los productores nacionales y no pueden recuperar”.
La medida tomada actualmente, similar a la adoptada en septiembre y en diciembre del año pasado, “es realizada en un contexto de escasez de producción nacional de granos por la sequía y esto significa que a las dificultades para conseguir harina de soja se le sumará la suba de precio y el aumento de su precio que hace crecer el costo de producción en al menos un 10%”, señalaron en un comunicado.
Por otro lado, “hasta el momento no han sido pagadas las compensaciones que el gobierno anunció en enero de este año, como paliativo por el “dólar soja 2” de diciembre”, indicaron. “Este tipo de parches macroeconómicos generan una distorsión enorme en la economía y castigan a sectores como el porcino que en 2023 viene creciendo un 12,3%, agregando valor en origen y creando trabajo genuino en el en el país”.