En el marco de una creciente tensión con el gobierno nacional, el ruralismo decidió abandonar el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), el nucleamiento que reúne a la mayoría de las cámaras empresarias de la agroindustria y que se convirtió en el interlocutor privilegiado con las autoridades de la administración de Alberto Fernández.
Portazo: entidades rurales se desvincularon del Consejo Agroindustrial Argentino
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) comunicaron ayer la decisión de desvincularse del Consejo. La entidad que conduce Jorge Chemes fue la más dura. Acusó a sus integrantes de avalar medidas oficiales que impiden al productor obtener el precio de los mercados internacionales, y que sólo sirven “para otorgar prebendas y privilegios a otros intereses sectoriales”.
La entidad que dirige Nicolás Pino fue algo más diplomática. Dijo que el funcionamiento adoptado por el CAA en las últimas semanas “no es el que aspiramos los productores”.
La decisión se tomó en un momento de tensión dentro de la cadena y del sindicalismo ruralista con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez. Tras un inicio auspicioso, la relación comenzó a resquebrajarse cuando la cartera agrícola dispuso crear un sistema de “volúmenes de equilibrio” para administrar las exportaciones de trigo y maíz. También avanza en la conformación de un fideicomiso con subsidios cruzados para desacoplar los precios internos de los del mercado internacional. Tampoco gustó a CRA y la SRA la resolución que extendió a 2023 la prohibición de exportar siete cortes populares.
Pero la gota que rebalsó el vaso fue, aparentemente, la incorporación al gabinete de Domínguez del economista Matías Lestani, quien hasta hace pocas horas se desempeñaba como jefe de economistas de Confederaciones Rurales. En ese papel, participó en los últimos meses de las mesas técnicas que armó la cartera agropecuaria para descongelar parcialmente las exportaciones de carne y avanzar con acuerdos de precios y de abastecimiento al mercado interno.
La firma de Lestani en una minuta de trabajo, que Domínguez presentó como un acuerdo, comenzó a resquebrajar la relación. Pero se terminó de cortar cuando, luego de una foto entre ambos en Twitter, Agricultura confirmó su incorporación como viceministro. El armado del nuevo gabinete ministerial incluyó la incorporación de otros referentes gremiales y de otros espacios políticos. Es el caso de Jorge Ruiz, un federado que presidía la fundación de lucha contra aftosa, y Luis Contigiani, el ex ministro de Producción de Santa Fe, que también tiene una raíz federada.
Pero lo que el ministro presentó como una apertura, para la dirigencia de CRA fue un intento de Domínguez por “operarlos internamente”. Tras desvincularse en términos tensos con su jefe de economista, los referentes ruralistas rompieron lanzas con el Consejo Agroindustrial.
El CAA fue creado a poco de asumir Alberto Fernández, con la intención de promover una ley que favorezca las exportaciones agroindustriales. Este nucleamiento de más de sesenta cámaras, incluidas las más poderosas del país, fue para el gobierno un interlocutor alternativo a la mesa de enlace agropecuaria, cuyo perfil político asociado a Cambiemos se fue elevando con el correr del tiempo.
De hecho, este sábado se realizará en Armstrong la primera protesta rural del año, organizada por los grupos de “productores autoconvocados” que articulan con los halcones opositores. Desde este sector vienen criticando a la mesa de enlace por su supuesta flexibilidad al diálogo con el gobierno.
Bajo esta presión, CRA y SRA rompieron lanzas con el Consejo Agroindustrial, a muchos de cuyos miembros ven como “prebendarios”.
¿Qué pasa con Federación Agraria y Conninagro?
Mientras tanto, la Federación Agraria Argentina (FAA) también está debatiendo la posibilidad de irse del CAA. De acuerdo a información publicada por el medio Código Campo, la determinación que adoptará está en línea con CRA y la SRA: pegar el portazo.
Por su parte, Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), históricamente la entidad más abierta al diálogo entre las que conforman la Mesa de Enlace, parecería que sigue. Según señala también Código Campo, fuentes del cooperativismo agropecuario le confiaron que Coninagro no se irá: “Está confirmado, seguiremos en el Consejo Agroindustrial Argentino”.
Los comunicados
Desde Confederaciones Rurales se señaló en un comunicado que “la idea de generar un gran acuerdo entre sectores productivos primarios y la industria, ha sido históricamente mirada con generosidad e interés por nuestra entidad”. Por apostaron a su integración al Consejo a mediados del año pasado.
“En el transcurrir hemos remarcado los desequilibrios internos entre los actores de las cadenas con una exigua participación de los productores, lo cual impedía la necesaria creación de confianza”, dijeron. “Y habiendo analizado los hechos transcurridos y las medidas anunciadas en los últimos 18 meses por parte del gobierno, algunas de ellas siendo tratadas previamente con representantes del CAA, entendemos que los perjuicios que recayeron sobre los productores representados legítimamente por nuestra entidad ameritan que nos desvinculemos de dicho Consejo”.
Tras criticar la extensión de las restricciones a las exportaciones de cortes de carne vacuna hasta 2023, señalaron que “las pocas medidas tomadas en relación al CAA, han sostenido las diferencias y han significado un severo perjuicio a la producción primaria”.
La entidad dijo que “las bases confederadas venían solicitando hace meses el alejamiento”, ya que “el precio justo que deviene de los mercados internacionales no es recibido por los productores agropecuarios por las grandes distorsiones locales, las cuales muchas cámaras que integran el CAA avalan”.
Poco después, la Sociedad Rural Argentina comunicó una decisión similar. “En el marco de no haber podido encontrar los consensos necesarios dentro de este espacio, la Sociedad Rural Argentina ha decidido retirarse de dicha iniciativa”, dijeron.
Nicolás Pino, presidente de la entidad, dijo que “el funcionamiento adoptado en las últimas semanas no es el que aspiramos los productores”.