La Universidad Nacional de Rosario (UNR) medió para que productores apícolas de Casilda reciban, a finales de año, un equipamiento único en el país dedicado a control e inocuidad alimentaria.
Apicultores del sur de Santa Fe, con nuevo equipo
Por Facundo Budassi
El equipamiento será utilizado por apicultores de la zona con la finalidad de categorizar la calidad de sus productos y la de tomar centralidad en la determinación de los precios sus elaboraciones. Además, la versatilidad de la maquinaria permitirá realizar análisis de fármacos tanto para uso veterinario como humano, para estudios hídricos y de apoyo a la industria frigorífica. En este sentido, estará a disposición de la comunidad y de las dependencias de la Universidad que tengan proyectos de investigación referidos al área con el objetivo de federalizar el desarrollo tecnológico e industrial.
En entrevista con Agroclave, Conrado Cardile, director de la Dirección de Vinculación Tecnológica de la Universidad, comenta sobre la funcionalidad del equipo: “El espectrómetro de masas permite detectar glifosato en miel en la misma región donde se produce. Antes, los apicultores de la zona debían enviarla a Buenos Aires, de forma completamente ciega sin saber cuál era el precio final del producto, porque ahí le hacían ese análisis y a partir de ese análisis determinaban el precio según la calidad que la miel tuviera, ahora con este equipo van a poder detectarlo directamente en la zona y determinar ellos el precio y la calidad de la miel que venden, los que los posiciona con mayor autonomía en la cadena productiva”.
No sólo se puede acceder al análisis, sino también a la posibilidad de cotizar la producción propia. También dota a los apicultores de una mayor plasticidad para decir dónde y cómo producir, además de proveerles una herramienta informativa que permite corregir errores y mejorar el rendimiento de los productos dotándolos de más grados de libertad a la hora de elegir canales de comercialización.
El espectrómetro permite el análisis cuantitativo de una gran variedad de pesticidas (hasta 200 simultáneamente en un solo análisis), dioxinas y solventes residuales en diferentes matrices complejas tales como alimentos formulados, frutas, verduras, cereales, extractos de vegetales en general, aceite de cannabis, entre otros. Fue incorporado en el marco del plan nacional “Equipar ciencia”, que financió los u$s 515 mil que costó. El nuevo dispositivo estará disponible para su uso a mediados de año.
“Además, el equipo de masas tiene aplicabilidad por fuera del sector apícola ya que también puede ser utilizado con fines farmacológicos, tratamiento de aguas y diversos usos alimenticios. El equipo es muy versátil por su potencialidad de adaptarse a un montón de mediciones y testeos que a pueden ser utilizados por varios sectores de la zona”, puntualizó el director.
En las gestiones para el equipamiento cobraron preponderancia las necesidades y actores de la Municipalidad de Casilda, la Facultad Ciencias Veterinarias, Agrarias y la escuela Agrotécnica "Libertador Gral. San Martín" y la Dirección Provincial de Producción Lechera y Apícola del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe. En ese sentido, la Dirección actuó como eje articulador de aquellas voluntades con la finalidad de federalizar las externalidades positivas que la educación media y superior generan.
En este último camino, la dirección apunta a profundizar la relación de las diferentes disciplinas académicas con los distintos sectores productivos de la provincia y es por ello que alienta la prestación de servicios de todas las unidades académicas. La idea, comunican desde la dependencia universitaria, es profundizar la utilidad que tienen las ciencias exactas pero también incorporar y expandir la utilización de los saberes que las ciencias sociales pueden aportar.
“La idea que impulsamos desde Vinculación Tecnológica es que podamos incluir a toda la comunidad académica, como a las Facultades de Ciencias Médicas, Económicas, Humanidades y la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Absolutamente todas las disciplinas pueden prestar un servicio que fortalezca el desarrollo de la comunidad y el del sector productivo. Los múltiples saberes que prepara la universidad pueden disponerse para realizar desde relevamientos para un sector poblacional, un estudio de mercado, un plan de negocio internacionales o la certificación de un producto o servicio”, señaló Cardile.