La apicultura santafesina es una actividad productiva que se desarrolla en todo el territorio, con una reconocida tecnología de producción primaria y calidad de los productos de la colmena, lo que la posiciona entre las cuatro provincias que lideran la producción nacional y la exportación de miel.
Apicultura: Santa Fe va por un modelo sustentable
Por Patricia Martino
El 90% de lo que se produce en Argentina tiene como destino el mercado externo. En este marco, el sector se profesionaliza y el rol del ingeniero agrónomo gana terreno. Santa Fe tiene como objetivo promocionar el desarrollo sostenible de la actividad apícola en armonía con otros modelos productivos con la finalidad de garantizar el arraigo local y el mantenimiento de los servicios del principal polinizador: la abeja.
Una campaña que se está reforzando desde el sector apícola tiene que ver con la difusión del Sistema Integral Georreferenciado de Ordenamiento Territorial (Sigot), para la notificación y prevención de aplicaciones de fitosanitarios. Esta herramienta tecnológica de precisión permite evitar la mortandad de las colmenas ya que indica nombre y contacto del aplicador; lugar, fecha y hora en que se realizará la aplicación y nombre y apellido del ingeniero agrónomo responsable de la receta agronómica. Los productores apícolas así resguardan sus colmenas.
Mesa de debate
Durante la última reunión de la mesa apícola provincial, se resaltó la importancia de la utilización de esta herramienta y se informó que actualmente se encuentra disponible la herramienta en el Sistema Fitosanitario Santafesino (Sifisa) para ingreso a todos los ingenieros agrónomos, así como comunas y municipios. El ingeniero agrónomo Oscar Aschieri participó del encuentro como referente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe (Ciasfe) y contó que durante la jornada se habló de fortalecer el trabajo de Buenas Prácticas Apícolas (BPA) y de manufactura (BPM).
Entre las principales conclusiones de la jornada de trabajo, Aschieri resaltó que “la mesa apícola puede ser un importante aliado para la implementación de la receta digital”. Consideró en Agrovisión Profesional -la revista del Ciasfe- que al estar dentro del Rupp facilitaría llegar con la información de la misma y así dar otro fundamento para generar el corresponsal agronómico.
Radiografía del sector
El ingeniero agrónomo Eladio Rubén Del Fabroes el representante de Ciasfe en la mesa apícola y brindó un panorama de cómo está el sector y del rol del ingeniero agrónomo en la actividad. Precisó que la participación más directa que pueden tener los profesionales tiene más que ver con el manejo del entorno ligado a la apicultura, que incide directamente en la producción apícola.
>> Leer más: Detectan cuatro nuevas especies de abejas en la Argentina
“El ingeniero agrónomo que se encuentra muy ligado a la producción tiene una importante influencia en la producción apícola, fundamentalmente, una vez establecido el plan de producción de los distintos cultivos, es su accionar en el control de malezas y plagas que afecten a los cultivos para su correcta determinación del principio activo y de las condiciones y momento de aplicación, para no afectar el normal desarrollo de la actividad apícola”, reseño.
Norte provincial
En el norte santafesino, contó que la producción abarca una región que incluye desde Calchaquí hasta Florencia. Es conocida como zona temprana, ya que son las primeras mieles del país. Allí se generan dos tipos de producción: en veranos normales hay desarrollo de la colmena a partir de los núcleos, para producción de miel. La época de producción es desde mediados de octubre hasta diciembre. Luego, con el aumento de temperaturas y en el verano comienza la disminución de néctar.
Sin embargo, Del Fabro contó que en la actualidad debido a la seca y las temperaturas bajas para la época, la mayoría de las colmenas se encuentran en muy mal estado de producción, con poco desarrollo lo que alteró la disponibilidad normal de floración, generó poco néctar y polen. Esta región es muy dependiente de la floración de las especies arbóreas de Gleditcia Sp. (Espina de corona), Acacia (Garabato), Geoffroea decorticans (Chañar), Schinus Sp. (Molle), Prosopis Sp. (Algarrobo), Vachellia aroma (Tusca), Tabebuia Sp. (Guayacan Amarillo y Guayacan rosado), Schinopsis Sp. (Quebracho), fundamentalmente para el desarrollo de colmenas y disponibilidad de néctar. “En este año por cómo se presenta el clima, se manifiesta la escasa disponibilidad en néctar y en polen, afectando la producción de miel”, resaltó.