Desde hace años Rosario promueve la producción agroecológica y sustentable y, junto a los diferentes actores que integran la economía social, logró expandir la oferta a toda la región. El desafío de estos tiempos es crear lazos más profundos con proyectos y propuestas de otras latitudes y lograr un acceso más igualitario para todos los ciudadanos a los alimentos, con precios justos para los productores.
Ciudades agroecológicas: la hora de tender redes
Se realizó en Rosario la tercera edición del encuentro “Alimentar ciudades”, una iniciativa nacional para tejer lazos entre la producción sustentable y la economía social. Distribución y logística para la agroecología
Por Patricia Martino
La agroecología es posible.
El Concejo Municipal de Rosario fue sede de la tercera edición del encuentro "Alimentar ciudades", una iniciativa nacional que promueve la alimentación agroecológica y el trabajo cooperativo. Se abordaron problemáticas como la intermediación excesiva, los costos logísticos y la comercialización de productos regionales. También se trabajó en la construcción de rede entre cinturones verdes y ferias locales. El asociativismo y el cooperativismo, mercados que tengan otra lógica donde no prima solo el sacar la máxima ganancia posible a costa de lo que es del lugar. Buscar beneficios que son más de mediano y largo plazo, pero que son mucho más profundos, y que hacen a mejorar la calidad de vida de la comunidad surgió como el camino a seguir.
La concejala Norma López, del Bloque Justicia Social y presidenta de la Comisión de Producción y Promoción del Empleo, abrió la jornada y resaltó la importancia del encuentro, que se llevó adelante en conjunto con la Red Nacional de Alimentos Cooperativos, el Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, la Escuela Agrotécnica de Casilda de la UNR y la Cooperativa Germinar.
Asimismo, hizo referencia al rol del Concejo como “facilitador” de la labor de los productores locales, y subrayó la incidencia de los consumidores. Además, resaltó la relevancia del movimiento cooperativo en una provincia, como Santa Fe, reconocida como capital del cooperativismo y el mutualismo.
La concejala presentó un proyecto de ordenanza que propone crear un régimen de promoción de la producción y comercialización de productos agroecológicos y orgánicos en la ciudad de Rosario. Entre los puntos destacados se encuentra la creación de una red de comercialización de productos agroecológicos.
El vicepresidente de la comisión, Mariano Roca, concejal de Arriba Rosario, destacó que el propósito del encuentro era promover la escucha activa para enriquecer y aportar insumos a la tarea legislativa y subrayó el orgullo de que Rosario sea una ciudad pionera en agroecología y soberanía alimentaria. En ese sentido, remarcó que desde hace más de 25 años se trabaja en agricultura urbana, una verdadera política de Estado que la actual gestión sostiene. “Hoy el país necesita espacios de diálogo y debate”, afirmó
La conexión nacional
Frente a la importante participación en la jornada de referentes de municipios de otras latitudes, en especial de provincia de Buenos Aires, también se planteó la necesidad de conformar una red de municipios sobre el tema.
Miguela Varela, presidenta del Centro de Comercialización de Productos de Agricultura Familiar (Cecopaf) y directora de entramados productivos del Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, se expresó a favor del proyecto de ordenanza que impulsa la conceja López y propuso imitar la acción en otros municipios. “Es el marco normativo necesario para acompañar a los pequeños emprendimientos, a las cooperativas que están trabajando en una alternativa de producción y de consumo. Creemos que los gobiernos locales, tanto los poderes ejecutivos como legislativos, tienen que acompañar esas propuestas”, resaltó.
Teniendo en cuenta que la situación económica complejizó mucho más el escenario porque “la caída del consumo es tremenda”. Varela apuntó que “es mucho más difícil que antes el acceso a precios justos y también el acceso a la tecnología, al capital de trabajo por parte de quienes producen”.
“Creemos que la salida está por el lado del acompañamiento local, los municipios y las organizaciones y empresas sociales que están poniéndole el hombro a la situación. A pesar de todo siguen produciendo, siguen comercializando, y nos parece que es también educando un poco al consumidor en esas alternativas. Me parece que hoy, sobre todo los municipios, tienen esa oportunidad”, resaltó.
Por otra parte, se hizo foco en una de las principales problemáticas de la cadena agroalimentaria: la concentración. “Cada vez está en menos manos la producción y la comercialización, mientras que los pequeños productores y comercializadores van quedando fuera de la cadena. Eso hace que haya uno o dos formadores de precio, que la calidad pase a un segundo plano, que se ponga por encima de eso la ganancia. Nosotros creemos que hay que retomar otro espíritu y otra idea de los alimentos que tienen que ver con alimentarnos de manera sana, saludable, con producciones de cercanía, locales, que reivindiquen el valor de lo local. Nos parece que también es difícil discutir el precio si no discutimos la concentración”, puntualizó.
Logística para una producción sustentable
Por su parte, Oscar Minteguía, director de Vinculación e Integración Regional del Ministerio de Infraestructura bonaerense, destacó la importancia de involucrarse en la tarea de llegar con los alimentos hasta las casas, sobre todo de las familiaa que más necesitan. “Todos los que vivimos en este país nos alimentamos mal, en general; y además tenemos la mitad de los pibes que ni siquiera se alimentan”, dijo. Y agregó: “El tema es muy candente y profundiza la necesidad de desarrollar estrategias de abastecimiento popular y de apoyar a los productores que no especulan sino que desarrollan esa actividad para poner en la mesa de los argentinos y de las argentinas alimentos que alimenten y no comida simplemente”.
En ese sentido, consideró que hay tres ejes para trabajar. Uno tiene que ver con aumentar la escala de producción y aumentar el valor agregado. Después hay un nudo gigante que es el tema de la logística y de la distribución. “Hacen falta nodos estratégicos que sean capaces de acopiar, de distribuir, de comercializar, de hacer llegar a los lugares de comercialización”, indicó. En tercer punto tiene que ver con los lugares de comercialización para este tipo de productos agroecológicos o en transición.
Sobre la cuestión de la logística, uno de los puntos de mayor debilidad, Minteguía propuso hacer un mapeo de los espacios vinculados a la economía social, el cooperativismo y el mutualismo que podrían estar disponibles para ampliar la comercialización de la producción agroecológica. “Tenemos que reconocernos en el territorio. Por eso para nosotros desde provincia de Buenos Aires es muy importante venir a esta actividad de Rosario y fortalecer, porque Rosario es un polo cultural y económico, que puede traccionar este proceso en todo Santa Fe, en toda la región centro, en la región núcleo”, apuntó.
Luis Caballero, magister en economía social y especialista en soberanía alimentaria, subrayo que los sistemas de producción y abastecimiento de alimentos agroecológicos tienen muchas dimensiones de beneficio y enfatizó que es central el compromiso de los Estados locales. “No es necesario que la leche venga de General Rodríguez, cuando puede venir de la zona, como también el trigo o las verduras. Hay que acortar la cadena de suministro, la cadena de abastecimiento, evitar alimentos que viajen kilómetros y kilómetros y kilómetros. Hay estudios que hablan, por ejemplo, de leche que viaja entre 800 y 1.000 km desde el tambo hasta la usina y de vuelta al comercio minorista. Y eso no tiene que ver ni con cuestiones agroclimáticas o agroecológicas de los territorios, sino simplemente con la concentración del negocio de las usinas lácteas”, resaltó.
El desafío, dijo, es lograr la redistribución y resaltó que sería necesario la existencia de “muchos Mercados del Patio, uno en cada barrio, con pescadores artesanales, huerteros”.
"Una política podría buscar poner en valor, ayudar a promover, darle espacios de comercialización, porque eso tiene muchos beneficios: alimentos más sanos, de mejor calidad, si son agroecológicos, alimentos más seguros también para el consumo, porque no tienen residuos de agroquímicos", indicó Caballero y también resaltó la importancia del trabajo local que se genera.
Por su parte, Antonio Lattuca, pionero de la agricultura urbana en la región y en Argentina, destacó como antecedente el modelo de los parques huerta de Rosario. Propuso declararlos patrimonio de la ciudad junto a todos los espacios donde se está haciendo agroecología. Además, recomendó avanzar en la reconversión de los agricultores urbanos, brindando acompañamiento legal, técnico y económico.
También hizo hincapié en la necesidad de incorporar maquinaria para el procesamiento de alimentos, y en la creación de condiciones que permitan reflotar la agricultura urbana y sostenible.
Finalmente, recordó las iniciativas comunitarias que sustentan la producción agrícola, en las que el consumidor asume un compromiso previo de sostener y adquirir lo producido por el agricultor, reconociendo esta modalidad como parte de un movimiento global.