El productor que arrienda campos, una situación que atraviesa a más del 60% quienes producen granos en Argentina, es el más perjudicado por la sequía. Las pérdidas por hectárea de soja de primera en campos alquilados podría llegar a los u$s 1.300 y ascenderían a u$s 1.500 para el maíz tardío, indicó un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Sequía: las pérdidas en campos alquilados irán desde 600 a 1.500 dólares por hectárea
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En soja de primera se espera un 60% de caída en las expectativas de rinde.
El reporte indica que los cálculos se realizaron en base a establecimientos alquilados y tomando como base los rindes promedios que se esperan para la región, es decir 20 quintales por hectárea (qq/ha) para soja de primera y 48 qq/ha para maíz tardío.
En ese caso y con esos rindes, que aún no encontraron su piso si la situación climática de extrema sequía y calor no se revierte en el corto plazo, los resultados son de pérdidas de u$s 635 por hectárea para la soja de primera y de u$s 681 para el maíz tardío.
En cambio, la situación se complica si se perdió el lote, como ocurrió en muchas zonas productivas. En ese caso, las pérdidas trepan por encima de los 1.300 u$s/ha para la oleaginosa y a 1.500 u$s/ha para el grano forrajero.
Los últimos informes de GEA indicaron que para la soja de primera se espera un 60% de caída en las expectativas de rinde, que deterioraría la ecuación agropecuaria.
En el caso de que se trate de campo propio, la situación cambia, ya que el dueño de la tierra obtendría una ganancia de 104 u$s/ha con un rinde de 20 qq/ha. Si el lote no se cosecha, las pérdidas se disparan, incluso para los que disponen de campo propio con 523 u$s/ha.
“En la última semana, los lotes de soja de primera en situación mala y regular aumentó 10 puntos porcentuales y se extienden sobre el 85% del área”, informó el servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa rosarina.
De ese modo “la expectativa en el rinde promedio de la región sigue tambaleándose”, agregó y vaticinó que los 20 qq/ha empiezan a quedar atrás como promedio representativo de la región, aun cuando la cifra ya significa un daño del 50 a 60% de la potencialidad del área (40 a 50 qq/ha).
“El desmejoramiento del cultivo es notable, ya está entregando”, mencionaron técnicos relevados por GEA en Corral de Bustos. Los asesores explican que las altas temperaturas y la falta de agua han arrebatado a la soja, acortando el llenado de granos por lo que estiman comenzar con la cosecha a partir del 15 de marzo.
“Los lotes se cocinaron, literalmente”, aseguraron y precisaron que “el 90% de la soja de segunda está perdido”, en esa misma zona de Corral de Bustos.
Detallaron que el 95% de la soja de segunda de la región está entre regular y malas condiciones”. En el terreno se observa que el porte de las plantas es muy pequeño y aborto de flores y vainas. “Con los días acortándose, ausencia de lluvias en el corto plazo y altas temperaturas, no hay chances de recuperación”, señalaron los especialistas.
Las pérdidas de área y de rinde prometen ir a más en sojas de segunda, pero incluso tomando una productividad media de al menos 10 qq/ha, alcanzan a toda la oleaginosa implantada. “En campo propio serán de 48 u$s/ha; en alquiler trepan a 516 u$s/ha y cuando el escenario productivo sea el de pérdida total (rinde= 0 qq/ha) los descuentos estarán entre los 379 a los 847 u$s/ha”, respectivamente.
Maíz tardío y de primera
Por otra parte, con un 50% de maíz tardío en malas condiciones y una expectativa de rinde de 48 qq/ha los arrendatarios deberán afrontar una pérdida de 681 u$s/ha, evaluó GEA. Pero cuando la productividad del lote sea nula los descuentos llegan a 1.536 u$s/ha.
“Si bien en campo alquilado el productor debe afrontar un rinde de indiferencia muy elevado, 85 qq/ha (casi el doble que lo que se requiere en campo propio: 42qq/ha), en campo propio también habrá pérdidas cuantiosas cuando la productividad sea cero (-750 u$s/ha)”, detalló.
En cuanto al maíz de primera los márgenes son negativos cuando producción es cero, tanto bajo alquiler (-1.520 u$s/ha) como con tenencia de la tierra (-746 u$s/ha).
Si la producción cosechada arroja el rinde promedio estimado para la zona de 46 qq/ha, el dueño de la tierra ganará 118 u$s/ha pero el arrendatario seguirá perdiendo y deberá afrontar 616 u$s/ha.