La comercialización formal de la campaña de soja 2021/22 arrancó esta semana en Rosario, en un escenario en el cual la oleaginosa vuelve a tomar protagonismo y se prevé que la producción supere los 41 millones de toneladas por rindes mejores a los esperados.
Soja: remate, buenos precios y una producción que crece
Ese fue el marco en el cual se realizó el remate del primer lote de soja de este ciclo, en un acto formal donde el reclamo de obras de infraestructura para la región y el rechazo a una mayor presión fiscal para el sector agropecuario fueron los ejes en los que coincidieron tanto el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Miguel Simioni como el gobernador Omar Perotti; y el intendente Pablo Javkin.
Aunque aceptó el planteo de propios y ajenos en términos políticos, ,el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Matías Lestani, defendió las acciones que lleva adelante la cartera agropecuaria para garantizar los insumos claves para esta campaña, como combustibles y fertilizantes. “Desde el Ministerio trabajamos constantemente en asegurar el aprovisionamiento de gasoil a la producción a través de YPF Agro y lo tenemos asegurado”, indicó y “tratamos de monitorearlo todos los días”, planteó.
También dijo que en materia de fertilizantes “trabajamos constantemente con el Banco Central para determinar el perfilamiento de lo que se necesita, llegamos a consensos y el insumo va a estar”, afirmó el funcionario, quien aseguró que todas “las decisiones que se toman desde el Ministerio de Agricultura tienen como eje central al productor”, aunque también “mirando un entramado social que condiciona a veces lo óptimo”.
El remate que fue presencial luego de dos años de virtualidad por la pandemia ofició de tribuna para los reclamos urgentes del sector agropecuario y agroindustrial. En ese marco, Simioni manifestó el “rechazo” de la Bolsa al incremento de las retenciones a las exportaciones de harina y aceite de soja por considerar que “tendrán un impacto negativo en la producción e industrialización de la oleaginosa afectando además al polo de procesamiento del Gran Rosario”.
Por otra parte, dijo que desde la entidad expresan su “profunda preocupación y oposición, ante el reciente anuncio de creación de un nuevo impuesto sobre la renta inesperada”, porque “medidas como estas no hacen más que ahogar al sector productivo, desalentando la inversión y la producción”, dijo.
Con esa idea se alineó Perotti, quien cuestionó la mayor carga impositiva al señalar que “muchos siguen pensando todavía que somos ricos, y que algunos sectores pueden seguir nutriendo al resto sin volver a generar riqueza”.
Si bien el gobernador admitió la inversión del gobierno nacional en obras ferroviarias y el respaldo a través de financiamiento al sector productivo, reclamó más celeridad. “Queremos complementar los avances que se lograron pero lo queremos más rápido”, dijo Perotti y “no porque desde Santa Fe queremos los recursos sólo para nosotros, sino porque la mejora de toda esa infraestructura redunda en mejora de costos para toda la cadena logística que nos permite llegar en forma más competitiva al resto del mundo”, indicó al recordar que para llegar a los puertos del Gran Rosario, la producción del resto de las provincias utiliza las rutas santafesinas.
En ese sentido, el intendente Javkin insistió en que “la Argentina debería parecerse más al tejido productivo de la región”, al recordar la histórica consigna de Sarmiento sobre los cien Chivilcoy. “Ojalá el país se pareciera más a ese tejido productivo de pueblos y ciudades del interior, pero eso no se puede dar sin una pelea en serio por el federalismo y sin entender que la infraestructura tiene que acompañar eso”, dijo y le reclamó el acompañamiento por estas demandas a los legisladores nacionales presentes en el recinto bursátil. “Hay una lógica de financiamiento central sin ninguna intención de lo que debe ser invertir para que el interior produzca más”, aseguró el intendente rosarino, quien señaló que se conformaría al menos con que a la región llegara al menos una décima parte de los 11 mil millones de dólares que salen de esta región vía exportaciones.
En materia de obras puntuales, Simioni pidió en forma “prioritaria” las de acceso a las terminales portuarias y un impulso mayor al uso del transporte por ferrocarril. “La obra en marcha del circunvalar ferroviario de Santa Fe y la ley recientemente sancionada por el congreso provincial que viabiliza la expropiación de tierras para acceso a las terminales ubicadas al sur de Rosario, son algunas líneas en marcha”, dijo y además que a eso deben sumarse “la concreción de la vinculación que permita el acceso de la trocha ancha a las terminales portuarias ubicadas en Timbúes”.
Finalmente, dijo que la Bolsa pedirá ocupar el espacio destinado al sector privado en la comisión asesora no vinculante del Ente de Control y Gestión de la Hidrovía.
La soja se la banca
En una semana donde los precios de la oleaginosa volvieron a repuntar con fuerza en Chicago hasta superar los u$s 641 y ubicarse muy cerca del récord de la última década, el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa local indicó que la oleaginosa supera la valla de los 41 millones de toneladas y que el maíz se acerca a los 50 millones.
“La estimación de producción de soja pasa de 40 a 41,2 millones de toneladas en abril”, indicó GEA y planteó que en sojas de primera, los rindes cosechados son mejores que los estimados y se imponen a los recortes por daños de heladas en las de segunda”.
“Las sojas de primera compensan las pérdidas de las heladas y hacen rebotar la cosecha argentina”, indicó GEA. “La sequía y las temperaturas extremas del verano no pudieron torcerle el brazo a la soja y esto fue porque “siete años atrás se pasó a un manejo basado en rotaciones con cereales (trigo y maíz)”, que contribuyó al cambio. A eso se le sumó “la tecnología en genética y la mejor nutrición de los suelos y tener controladas las malezas resistentes”.
Menos trigo
La intención de siembra del trigo en la región núcleo caería 10% en la campaña 2022/23 que está a punto de arrancar, una reducción de 2 millones de toneladas respecto del ciclo previo.
Así lo indicó el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario, el cual señaló que este comportamiento también será acompañado por una reducción de un 20% de la fertilización.
Según indicó GEA, serían unas 160.000 hectáreas menos sembradas, respecto a las 1,7 millones de hectáreas implantadas en 2021. Pero además estimaron que el área podría caer aún más . “Si no llueven los 100 milímetros que faltan para arrancar con un perfil de suelo cargado razonablemente, la caída en la intención de siembra podría ser mayor”, advierten desde Bigand.
GEA apuntó que en la región hay productores que siguen esperando y tratando de no bajarse del trigo y otros que no dudan en señalar una caída del 15% . “El Trébol, Carlos Pellegrini y Cañada Rosquín intentarán mantener la misma superficie de la campaña pasada”, dijo el informe y señaló que en Bigand caería entre un 5% y un 10% con la esperanza puesta en que las lluvias de la última quincena de abril y la primera de mayo resuelvan la faltante de milímetros”. En Cañada de Gómez el área bajaría un 10%, en Marcos Juárez un 15% y en Pergamino entre un 10% a 20%.
¿Cuáles son las causas? Según GEA, “la persistencia de déficit hídrico, la amenaza de clima seco a la salida del invierno y la posibilidad de una nueva Niña, la pérdida de competitividad del trigo frente a otros cultivos y la suba que no dudan en calificar de récord en la relación insumo/producto, especialmente en fertilizantes”. Además, según GEA, una menor fertilización es otro factor que hunde la producción de trigo 2022/23. “Este año, el trigo es una cuestión cantidad, por las hectáreas que se implanten, pero también de calidad”, indicó.
El nivel tecnológico “va ser muy diferente al que se venía usando”, comentaron los técnicos del área.
Por un lado, los arrancadores a utilizar, tanto en trigo como en maíz, serán de calidad inferior. “Se dejarán de lado los productos más completos, para utilizar otros con menos nutrientes. La nutrición del cultivo va a bajar de calidad”, dicen. Por otro lado, “la fertilización nitrogenada que venía en aumento retrocederá a valores que no se veían en los últimos años”, concluyó GEA.