“El rol de las instituciones y las políticas públicas para el desarrollo del sector agroalimentario” fue uno de los paneles principales de la jornada realizada por el Banco Mundial en la Bolsa de Comercio de Rosario “El sector agropecuario como motor de cambio: acciones y estrategias para impulsar la competitividad, la inclusión y la resiliencia en Argentina”.
Una vieja deuda pendiente: la infraestructura para el desarrollo del sector de los agroalimentos
El economista agrícola del Banco Mundial dijo que el país avanza en temas claves pero faltan resolver cuestiones que traban su capacidad como productor de alimentos. La infraestructura que demanda el sector
Por Patricia Martino
Sobre la base de que Argentina es el tercer exportador mundial de alimentos, el sector agrícola representa el 15,7% del producto bruto interno (PBI) y el 10,6% de los ingresos tributarios del país provienen del sector, según datos de 2021 relevados por el Banco Mundial (BM), se avanzó en las acciones a seguir para dinamizar el sector.
Edward Brenyan, economista agrícola líder del Banco Mundial, señaló que tener un mapa sobre la situación de Argentina es clave y también que el país avance en cuestiones claves para la competitividad del sector como la modificación de la normativa que regula la exportación de granos, carnes y lácteos y la simplificación del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (Ruca) que se conoció el lunes pasado, el mismo día en que se celebraba la jornada en la Bolsa. Pero falta más.
“La primera noticia es que el proceso está en marcha, eliminaron ya las restricciones en las exportaciones y en hora buena, es excelente. Ese es un factor positivo y comunica un mensaje bastante alentador al sector. El próximo paso es impuestos sobre las exportaciones. Es una carga tremenda, es un quinto de la renta total del sector que se pierde en impuestos”, indicó Brenyan.
El referente del BM resaltó que las retenciones van “a los cofres fiscales, es una recaudación, pero no es una ayuda efectiva al sector en sí”. Por todo lo contrario, apuntó que “más bien reprime la capacidad del sector exportar para aumentar su productividad”.
“Supongamos que yo pues como productor gano 100 pesos, reparto 20 pesos porque exporto también, reparto 20 pesos por el derecho de exportar y son los mismos 20 pesos que pudiera haber invertido en mi negocio, en mi campo, en mi predio para generar aún más el año siguiente pero la carga del tributaria necesaria para permitir la exportación me inhibe eso. Hay ciertos cambios, ajustes, no es nada insignificante hablar de un sector que genere 10% de la recaudación fiscal, que no son tan sencillos pero ahí va el diálogo, una construcción hacia algo mejor. Hay manera de beneficiar al pueblo, beneficiar al productor y mantener los beneficios necesarios de cierta recaudación pública”, resaltó.
El clásico de los clásicos
Otro de los factores destacados a trabajar es la infraestructura. En palabra de Brenyan es fundamental trabajar en: infraestructura, infraestructura e infraestructura. “Que sea de riego, que sea de la logística de carreteras (rutas), ferroviario, marítimo también. Todo esos son bienes públicos que establecen la fundación necesaria para un sector privado dinámico y con la capacidad de convertir su potencialidad en una realidad”, señaló.
El estudio que presentó el BM en la Bolsa de Comercio de Rosario “es una foto del sector” pero Brenyan destacó que es destacado el consenso en ese diagnóstico, tanto desde el BM como de lado del gobierno y los demás protagonistas en el sector. “Ahora tal como en la innovación, hay que convertir la ciencia en algo efectivo. Aquí es el momento de formar un consenso, de ver cómo lidiamos y cómo lideramos con la reforma necesarias a favor del sector y a favor del país. Hablamos de un sector que genere el 60% de las exportaciones, un 25% del empleo total y un sector que genera 50% de consumo doméstico de los alimentos también. Es un sector que nos importa, entonces hay que mejorar su capacidad de efectivizar su potencialidad. Favorecería al país y a la población”, subrayó.
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Implementar políticas para favorecer la producción argentina es el desafío. Como referencia de los pasos dados, Brenyan recordó uno de los puntos que se presentaron en el estudio. Considerando 20 países solamente hay tres que tienen un apoyo negativo al sector: Argentina Vietnam y la India. Los demás son positivos y altamente positivos en su apoyo absoluto en términos monetarios. “Podemos hablar de la calidad del apoyo, si hay algo mejor que pudieran haber ya sufragado (definido) pero en sí los demás no son negativos. De alguna forma u otra donde hay un apoyo público al sector que sea positivo y que sea positivo en el sentido que realmente permita al sector, facilite al sector, seguir creciendo”, explicó.
Un nuevo federalismo en el sector de los agroalimentos
En la apertura de la jornada en la que se presentó el informe del Banco Mundial sobre los desafíos y oportunidades para el agropecuario argentino, el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Miguel Simioni, llamó a construir “un nuevo federalismo”, donde las voces de cada región sean escuchadas.
“Debemos trabajar juntos para crear un entorno normativo estable y previsible, que fomente la inversión, la innovación y la adopción de tecnologías que impulsen la productividad y la sostenibilidad”, aseguró Simioni, quien se refirió al campo argentino como el motor de la economía y del desarrollo para el país.
El titular de la Bolsa también subrayó la necesidad de fortalecer la coordinación con los diferentes niveles de gobierno, y promover la colaboración público-privada “para asegurar que las políticas y programas que implementamos, sean efectivos y generen un impacto real en el territorio”.
Por su parte, Marianne Fay, directora País para Argentina, Paraguay y Uruguay del Banco Mundial, subrayó: “Los desafíos son importantes: cómo seguir impulsando la competitividad y, al mismo tiempo, proteger los recursos naturales; trabajar en la resiliencia de las comunidades y cómo alimentar a una población creciente”, señaló Fay. “Creemos que las acciones y soluciones para avanzar en el desarrollo sostenible tiene que surgir de un dialogo del sector público, privado y de toda la sociedad”.