“El sector agropecuario es un vector de desarrollo de cada una de las localidades, afianzando la ruralidad y combatiendo el desarraigo”, aseguró el ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez. El funcionario que está al frente de esa cartera desde 2019, explicó algunas de las claves que permitieron a Fuerza Patria triunfar en las elecciones del 7 de septiembre pasado en las secciones ligadas al campo.
Javier Rodríguez: "Mostramos que el peronismo debe y puede tener política agropecuaria"
El ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, analizó las claves de la victoria electoral de Fuerza Patria en las secciones “rurales”
Por Álvaro Torriglia
Héctor Río
Política agropecuaria. Javier Rodríguez, ministro de Desarrollo Agrario de Buenos Aires.
Subrayó que “la mirada del gobernador Axel Kicillof está muy atenta a lo que ocurre en el interior” y enfatizó: “Mostramos que el peronismo puede y debe tener una política de cara al sector agropecuario”, aseguró durante su paso por Rosario, donde participó del congreso de Federación Agraria y mantuvo reuniones con referentes del sector productivo. La recorrida coincidió casi con el cierre del brevísimo período de suspensión de retenciones. “Fue una burla y un escándalo”, sentenció
¿La gestión del ministerio fue decisiva en la victoria electoral del oficialismo bonaerense en secciones ligadas a la economía agropecuaria?
El resultado de las elecciones fue contundente en toda la provincia de Buenos Aires. Uno de los datos destacados es que Fuerza Patria también ganó en el interior bonaerense. Se ganaron seis de las ocho secciones, unos 100 municipios, incluso en los que el intendente no era de nuestra fuerza política. Pergamino es un caso especial porque simboliza sin ninguna duda toda la región núcleo de la Pampa Húmeda. Creo que hay una mirada del gobernador Axel Kicillof muy atenta a lo que ocurre en el interior. Entiende que tiene necesidades, diferentes de las del Gran Buenos Aires, pero que necesitan de un Estado cercano, con acciones concretas. Que incluyen, por supuesto, una política agropecuaria. Venimos construyéndola desde diciembre de 2019, de cara al sector, a la ruralidad y al interior. Fue madurando desde el mismo cambio de nombre del Ministerio, que históricamente se llamaba de Asuntos Agrarios, y lo nombramos Desarrollo Agrario porque entendemos que el sector puede y debe ser un vector de desarrollo de cada una de las localidades, afianzando la ruralidad y combatiendo el desarraigo. Esta mirada aborda muchas cuestiones, como las obras públicas, el acceso a la salud y la educación, y las oportunidades de trabajo en el interior. Necesitamos una producción con productores, que revierta la tendencia histórica a la concentración y que agregue valor local. Estamos teniendo una transformación sustancial. Logramos revertir la tendencia histórica a la reducción en la cantidad de cooperativas agropecuarias en la provincia de Buenos Aires. También impulsamos el financiamiento para la industrialización. Por ejemplo, creamos un programa de frigoríficos municipales. Los resultados de las elecciones fueron sin duda un apoyo a la gestión del gobierno provincial, de muchos de nuestros gobiernos municipales y también un rechazo a la política nacional de Milei.
La provincia de Buenos Aires fue golpeada por las inundaciones. ¿Cómo intervino el Estado allí?
Veníamos de la peor sequía de los últimos 50 años en 2023. Eso empezó a transformarse sustancialmente en el 2024 con buenos niveles de precipitaciones y este año la continuidad muy por encima de los promedios generó inundaciones, sobre todo en el centro de la provincia. Y ante eso respondimos como lo hacemos desde el primer día. Este es un gobierno que ante la situación de emergencia va a aplicar las herramientas necesarias para acompañar a los productores. En 2023 pusimos un esfuerzo muy grande para sostener las distintas producciones durante la sequía. Y ahora, en un contexto de inundación, también quedó claro que los municipios aportan, que la provincia aporta y que la Nación todavía no aportó.
¿Qué opinás de la política económica del gobierno nacional respecto del sector agropecuario?
La política del gobierno nacional se centra en los aspectos financieros. En el último tiempo tuvo que reconocer que “la microeconomía anda mal”. Pero ¿qué incluyen en la microeconomía? La gente no tiene plata en los bolsillos, las jubilaciones están bajas, los sectores productivos no tienen demanda porque la gente no tiene plata en el bolsillo. Cerraron más de 15.000 empresas, se redujeron en más de 200.000 los puestos de trabajo registrados. Esa es la verdadera macroeconomía, el PBI. Pese al aporte que hizo el agro, por la mejora en el clima, en 2024 hubo recesión. Y por lo visto en los tres últimos meses, de nuevo estamos en recesión. El gobierno nacional no está mirando lo que ocurre en la economía real, solo mira los aspectos financieros en un esquema que termina siendo absolutamente insostenible.
¿Qué opinás de la suspensión de retenciones por tres días?
Fue una burla y un escándalo. Una burla porque solo buscaban dólares pero lo quisieron maquillar como una medida que atendía uno de los pedidos del sector. Y es un escándalo porque en el medio el sector público dejó de recaudar unos u$s 1.500 millones que fueron a sectores concentrados de la economía. El gobierno nacional permanentemente dice que “no hay recursos” y acaba de patinarse en tres días u$s 1.500 millones sin justificar los motivos.
¿El resultado de la provincia de Buenos Aires muestra que se puede recomponer la relación entre el peronismo y el campo?
Sí. Mostramos que el peronismo puede y debe tener una política de cara al sector agropecuario. Esos ejes los estamos señalando con la botonera del nivel provincial. Nuestra premisa es una producción con productores, políticas diferenciadas, agregado de valor, incorporación de tecnología, sustentabilidad y mejora de los distintos canales de comercialización para facilitar el vínculo entre productores y consumidores. En todos estos puntos, que constituyen nuestra pequeña síntesis de lo que entendemos como una política agropecuaria y de desarrollo agrario del interior, tenemos acciones y políticas concretas. Buenos Aires es líder y pionera en la generación de un programa de promoción de la agroecología. Tenemos algo más de 700 productores agroecológicos registrados con algo más de 45,000 hectáreas certificadas. En innovación tecnológica, tenemos 16 chacras experimentales que desarrollan ciencia y tecnología. Mientras el gobierno nacional de Milei empezó a desfinanciar el Inta nosotros seguimos fortaleciendo este sistema, que avanza en innovaciones, semillas de trigo, trigo candeal, avena, semillas que son registradas por el ministerio. Y quiero introducir la discusión por la obra pública, porque el productor puede ser muy competitivo pero necesita rutas para transportar su mercadería. Hoy hay un consenso en cuanto a que la competitividad es algo sistémico.
¿Cómo es el vínculo con el resto de los gobernadores que tienen que ver con la zona núcleo productiva c que forman parte de Provincias Unidas?
Axel Kicillof siempre fue un gobernador muy propenso a trabajar con todas las provincias, más frente a lo que viene haciendo el gobierno nacional. Y a nivel de ministerios trabajamos articuladamente con nuestros pares de las provincias.
Lo que se escucha por el lado de esos gobernadores de Provincias Unidas es una crítica no solamente al gobierno nacional, sino al Gran Buenos Aires.
A veces escuchamos algunas expresiones en términos de lo que ocurre en el Gran Buenos Aires y la verdad es que algunas cosas no se conocen. La provincia de Buenos Aires es líder en muchísimas producciones. Es una provincia industrial, agropecuaria, con turismo, donde las distintas regiones, que suelen caracterizar como Gran Buenos Aires e Interior, son regiones productivas. En algunos casos con un desarrollo industrial muy grande. La provincia de Buenos Aires aporta aproximadamente el 40% de los recursos nacionales totales. Por cada dos pesos que aporta la provincia de Buenos Aires, vuelve uno en coparticipación. ¿Qué es lo que está pasando en la actualidad? Aportamos el 40 y solo vuelve siete. Porque históricamente parte de lo que no se coparticipaba volvía en obras, el Fonid o en algún fondo de seguridad. Otros gobernadores también identifican que les ocurre lo mismo. Por eso hubo un trabajo común muy interesante cuando se planteó la distribución de los ATN.