Escaparates imitando perfumes o productos presentados como una joya. Así expone la industria italiana a la variada gama de alimentos terminados a los que consideran de “una importancia única” que merecen un packaging que esté a la altura.
TuttoFood: donde la comida es una joya
Por Sandra Cicaré
“Nuestro producto tiene una calidad y merece que eso se represente en el envase”, dijo Carla, de la firma Acetaia Leonardi, una empresa de cuatro generaciones familiares creada en 1871 que produce aceto balsámico en la región de Modena (Italia), mientras recibía a clientes, locales e importadores internacionales durante la feria TuttoFood, el gran encuentro de referencia del ecosistema alimenticio que se realizó del 8 al 11 de mayo en Milán. En esta edición participaron 2.500 marcas de 46 países y se llegaron más de 800 compradores que fueron seleccionados por Fiera Milano - organizadora de la mega muestra- y la Comisión Italiana de Comercio.
A la gran exposición también llegaron 14 empresas argentinas, 12 de ellas con presencia en Rosario, en una delegación que además estuvo conformada por referentes de toda América latina, acompañadas y coordinadas por la Cámara de Comercio Italiana de Rosario, que hoy preside las actividades de sus pares en toda Latinoamérica.
“Cuando hicimos el envase, tuvimos la idea de un perfume”, explicó la representante de la firma Villa Reale, que elabora pesto en base a oliva, berenjena, pimiento o pistacho, originario de la región italiana de Sicilia. “Cuando vamos a la casa de amigos, en lugar de llevar flores o un buen vino, podemos llevar un alimento, que es muy bueno y tiene una excelente presentación”, afirmó.
Con esa misma impronta, el referente de la empresa Caseificio Palazzo, mostraba con orgullo el escaparate que emulaba a una joyería, en la cual exponía la gama de productos de la firma láctea ubicada en Putignano, en la región de Bari, que elabora quesos, muzzarellas, burrata o ricotta de alta calidad, con un suero de origen vegetal - en base a cardo - elaborado en laboratorio con los más estrictos estándares de calidad.
“Es impresionante la feria, es nuestra primera vez como compañía que venimos y quedamos sorprendidos por la gran variedad de productos y mucha calidad en lo que es nuestro rubro”, dijo Lelio Di Santo, uno de los propietarios de la firma rosarina Micropack quien junto a sus pares fue parte de la delegación argentina, la más numerosa de la región,
Qué llegó a TuttoFood.
Fueron con la idea de incursionar en productos masivos que “son muy buenos”, dijo en referencia a toda la línea de tomate envasado, pastas, harinas, segmentos donde lograron establecer varios contactos. “Observamos que se puede trabajar e importar, obviamente con pagos anticipados”, dijo el rosarino al señalar los inconvenientes que encuentran los empresarios argentinos para encarar negocios de importación.
Todos los empresarios locales que llegaron a la gran feria de Milán lo hicieron en busca de productos de nicho o gourmet y también masivos, que no se fabrican en Argentina, o si se producen en el país, tienen otra calidad. “Vinimos interesados en dos productos puntuales, que debido a la necesidad del mercado argentino, teníamos posibilidad de hacer algún negocio”, dijo Hector Annessi de la cadena de Supermercados Dar, del grupo Rosental.
“Estuvimos viendo la posibilidad de importar café en cápsulas”, dijo y recordó que “hoy en Argentina hay sólo dos opciones y en Italia encontrás muchísimas”. El directivo explicó que ya tenían un contacto realizado hace dos años en la feria anterior y que lograron cerrar un acuerdo en esta TuttoFood 2023. “Hay posibilidad de que estemos recibiendo a proveedores en el país”, agregó.
El otro producto que les interesó fue el aceite de oliva puro italiano “que es muy valorado por el consumidor argentino”, indicó y por tanto “tiene mercado”.
“La calidad del producto italiano es premium”, agregó Annessi y dijo que también estuvieron visitando proveedores del área de perecederos, como quesos y jamones crudos “que es un sector deslumbrante y muy atractivo para nosotros, que si bien se fabrican en Argentina, aquí tienen un nivel premium”, indicó.
Pero los empresarios rosarinos se vieron sorprendidos además por el desarrollo de oferta de productos terminados congelados, muy adaptados al estilo de vida moderno. “En el mundo el consumidor va a lo fácil y hay un sector grande de comidas congeladas en Italia, algo que en Argentina y Rosario recién se está empezando a ver”, agregó Annessi.
También Matías Campos, titular de Vinoteca Campos y Campos Deli, la empresa distribuidora de alimentos gourmet, señaló que la TuttoFood sorprende por “su magnitud”, ya que “es un tamaño de ferias a las que no estamos acostumbrados en Argentina”, y dijo que es superior en dimensiones a las más grandes exposiciones de vinos en Francia, de las que suele participar.
“Vinimos en búsqueda de productos sobre todo italianos que se consumen en Argentina, especialmente en nuestra zona que tiene una fuerte tradición piamontesa”, indicó y planteó que a pesar de las restricciones que hoy existen para importar y la diferencia cambiaria “hay un mercado que no es grande, pero sí es de nicho”, al que apuntan. Se refirió sobre todo a algunas pastas con “variedades de granos que en Argentina todavía no se producen”, señaló y dijo estar sorprendido por la variedad en alimentos sin gluten, no sólo pastas sino también snack, galletitas y otros.
“Hay mucha oferta innovadora en los productos que ellos denominan bio y nosotros orgánicos”, explicó Campos y no sólo en alimentos tradicionales sino en congelados. “Se observan muchas marcas de comidas listas secas o congeladas orgánicas, también en enlatados y envasados, la mayoría con dos o más certificaciones”, detalló.
El empresario explicó que si bien hasta ahora se manejan con importadores de Buenos Aires, la visita a TuttoFood fue también con la intención de tomar contacto directo con proveedores italianos y convertirse en importadores, algo que ya realizaron en otro momento y luego discontinuaron.
Organizadas por Fiera Milano y la Cámara Italiana de Rosario tuvieron más de seis reuniones diarias durante los cuatro días de la muestra, de las que no sólo se llevaron contactos sino además listas de precios, lugares de producción, puertos de embarque e los productos, con la idea de empezar a aceitar la logística de importación que es más estricta por tratarse de alimentos.
Las tendencias
Ignacio Luco, de la distribuidora que lleva su nombre y que fue la primera empresa rosarina en abrir un almacén gourmet en Rosario, en el Mercado del Patio, llegó a TuttoFood con la idea de observar las tendencias en este mercado. “Vimos que hay mucho de la línea denominada bio, como productos sin azúcar agregado, libres de gluten, algo que me sorprendió mucho”, dijo el empresario, quien reconoció que “en el país hay muchas restricciones para importar”, lo que complejiza este negocio.
“Las empresas chicas como las nuestras no tienen experiencia en el comercio exterior y fue muy gratificante que la Cámara de Comercio Italiana nos haya convocado”, explicó y señaló que “más allá de la situación del país, se podría pensar en hacer algunos pooles de compra”, algo de lo que dijo, se analizó en las charlas de negocios.
Aunque también Luco consideró que es clave empezar a mirar distinto este mercado, porque “no sólo se trata de potenciar a los productos gourmet, que son más caros y algunos consumidores están dispuestos a pagarlos, sino empezar a trabajar en la cultura de alimentos saludables”. Lo dijo para explicar que no es lo mismo tener que hacer frente a un precio alto para darse un gusto, que para cuidar la salud. “No es lo mismo pagar más por un sushi que es algo más de lujo que por algo sin gluten, que está vinculado con la salud humana”, explicó.
Darío Cusumano, titular de la distribuidora rosarina que lleva su apellido, explicó que en la feria lograron conocer “las mejores empresas de producción en origen de Italia y Europa”, la mayoría de las cuales son exportadoras. “Nosotros estamos generando los contactos para llevar estos productos a la Argentina”, agregó.
Actualmente importa con un socio comercial en el país jamones crudos italianos de la marca Ermes Fontana y durante su visita a Italia aprovecharon para visitar la planta industrial. También realizaron algunos acuerdos con empresas para llevar al país quesos de maduración prolongada, líneas gourmet para las que dijo, “hay mercado”.
También Cusumano, quien se consideró “fascinado” por las trufas, un producto muy usado en Europa pero no en Argentina donde se la considera gourmet y poco accesible, realizó contactos para desarrollar ese mercado en el país.
Se reunió en la feria TuttoFood con una gran empresa del rubro, que son productores y comercializadores, para traer la trufa a la Argentina. Dijo que intentará “hacer escuela” para que se sume a la alimentación, empezando por hacérsela conocer e incorporar entre los insumos de los chef. “Apunto a ser el segundo importador y llevar trufa y productos derivados a la Argentina”, dijo y confirmó que realizó un contacto muy importante con una empresa de Italia. “Hablamos para hacer algo el año que viene”, aseguró.
El segmento de hotelería, eventos y cadenas comerciales encontró en la feria un espacio para ver las tendencias del consumo. David Roisman, de Rock&Feller, señaló que la feria le permitió conocer tendencias “aggiornarse” y encontró mercadería que tanto en el país como en Rosario no hay, como variedades de quesos y harinas. “Una gastronomía distinta”, describió.
Susana Kosuch, de Ros Tower, Dolmen y Sol Victoria, se mostró “impactada” por el tamaño de la muestra y diversidad de productos. “Vi muchas cosas que servirían para los eventos masivos que realizamos, especialmente en el centro de convenciones de Ros Tower”, dijo en referencia a soluciones gastronómicas, aunque también reconoció que muchos proveedores que visitaron les manifestaron las complicaciones que encuentran para importar a la Argentina.
En tanto, María Beatriz Costa de Fitipaldi, quien se dedica a la pastelería y realiza algunos trabajos para Pablo Aliendro Catering, destacó la fuerte impronta de lo sustentable. También señaló que “el mayor problema que encontraron a la hora de dialogar con proveedores fueron las exigencias que impone Argentina. “Muchos quieren ir al país pero no tienen la posibilidad”, dijo y explicó que no comprenden como sí pueden hacerlo hacia otros destinos de la región como Chile, Uruguay o Paraguay.
Valor e innovación
Italia sigue apostando fuerte a la industria de alimentos terminados, con alto valor agregado y donde la denominación de origen es vital. De hecho, en Tuttofood además de todo lo que se mostró, estuvieron presentes 24 consorcios para la protección de los productos típicos italianos, incluidos, entre otros, el Vinagre Balsámico de Módena, Gorgonzola, Mozzarella di Bufala Campana, Parmigiano Reggiano, Pasta di Gragnano y Prosciutto Toscano.
La feria fue un despliegue de la industria alimenticia, pero también de las últimas tendencias en packaging reciclable hasta productos de triple impacto (económico, social y ambiental). Además, un espacio de análisis sobre el comercio que se viene, marcado por la innovación sostenible. Así, en las sucesivas charlas del espacio Retail Plaza, el eje fue analizar las nuevas tecnologías digitales y de soporte, blockchain, e-commerce y delivery de alimentos, así como soluciones de última generación en el campo agroalimentario. La industria agrícola y alimentaria italiana registró un aumento del 17% en su exportaciones entre 2021 y 2022 , superando los 61.000 millones de euros en valor. Esto, incluso, en un contexto marcado por las secuelas de las tensiones inflacionarias del año pasado que comenzaron a afectar los bolsillos de los consumidores europeos y del mundo, destino de esos productos.
“Sin embargo, las tendencias no parecen confirmar el dicho que si ganas menos, comes peor”, explicaron los organizadores de TuttoFood y señalaron que pese a la necesidad de reducir los gastos, “en muchos mercados sensibles a los alimentos como Italia, no se renuncia a la calidad”, un punto a favor de una industria que representa aproximadamente el 25% del PBI italiano. En ese camino, Fiera Milano y Fiere Di Parma, lograron sellar una alianza después de varios años para potenciarse y sacar el máximo provecho a la “made in Italy”, señalaron y crear un campeón en grado de competir al máximo nivel europeo, especialmente con Alemania y Francia.
“Nuestro producto es llamado el oro negro (en referencia al aceto italiano) y para nosotros es especial y le damos al mostrarlo, la importancia que se merece”, dijo Carla de Acetaia Leonardi, y resumió el camino que se trazó la industria italiana de alimentos para conquistar el mundo.