Unas 60.000 hectáreas ya se implantaron con trigo en Entre Ríos en el inicio de la siembra del ciclo agrícola 2023/24, que actualmente está limitada por la escasez de humedad, principalmente en la capa superficial del suelo, advirtió la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Comenzó la siembra de trigo en Entre Ríos, que espera ocupar 600.000 hectáreas
Se trata del 10% del área planificada para la campaña, estimada en 600.000 hectáreas, y que comenzó con cultivares de ciclo largo y continuará hasta mediados de julio, aproximadamente.
Las primeras jornadas de siembra estuvieron condicionadas por la falta de humedad, y la reciente caída de la cotización del cereal en diciembre.
El temor de que el pronóstico climático de “El Niño” genere mayor presión de enfermedades fúngicas en los granos, y el elevado costo que tiene el control de malezas previo a la siembra, también impactaron en la actividad.
Asimismo, con el objetivo de dar continuidad a las labores y “afianzar la elección” del trigo, los productores consideraron “de suma necesidad” que se concreten lluvias los próximos días y que los montos sean “valores significativos”.
La provincia sufrió una sequía calificada como la peor de los últimos 60 años, y lluvias hasta seis veces más bajos que los promedios normales históricos.
Entre Ríos registró a fines del 2022 y principios del 2023 una temperatura 4,2 grados mayor a la media, y más días con estrés térmico (temperaturas de más de 35 grados).
El 2022, según la entidad bursátil, fue el año “más seco de los últimos sesenta” períodos, y el trienio 2020/21/22, se calificó como el más seco “jamás observado”.
Además, un productor necesitará obtener un promedio de 2.652 kilos de trigo por hectárea para hacer frente a los costos de la campaña 2023/24, de acuerdo con un análisis de la Bolsa y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).
Según el estudio, quien arrienda los campos debió producir un promedio de 2.105 kilogramos por hectárea; y, si el terreno es propio, 2.567,5 kilos promedio.
Por otra parte, ya se concretó el 80% de la intención de siembra de colza y carinata de la temporada 2023/24, estimada en 9.250 y 7.000 hectáreas, respectivamente.
La desfinanciación del agricultor por la sequía y la consideración de “novedosa” para ambas oleaginosas generaron incertidumbre y poca decisión de siembra.
En tanto, la Bolsa explicó que se cosechó un 24% de las 100.000 hectáreas implantadas con sorgo en el ciclo 2022/23, trabajos demorados porque el grano sigue verde, con elevada humedad y rebrotó en algunos casos.
En ese marco, el organismo estima un rendimiento provincial promedio menor al registro del último quinquenio, ubicado en 4.137 kilos por hectárea.