Las lluvias de principio de semana trajeron algo de alivio pero la tensión climática no cede. Una cuarta parte de la región central está en sequía, según el último reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
El trigo pelea contra las heladas y aprovecha cada gota de lluvia
“Heladas y falta de agua ponen al trigo en jaque; septiembre arrancó torcido, sin lluvias y con una seguidilla de heladas que pueden dejar su marca en los trigos”, señalaron desde el servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Informaron que el cultivo se ve desmejorado, con las hojas quemadas y sin vigor. Sólo los lotes que se fertilizaron a la siembra se notan diferentes y son los que en general están muy buenos. “Lo bueno es que los cultivos están más atrasados que en otros años, pero de todas formas, las heladas se dieron justo con el 30% comenzando a encañar”, señalaron. Igual, aclararon que todavía no puede evaluarse el nivel de daño.
La roya amarilla y anaranjada avanzó incluso a pesar de la falta de agua. En el sur de Santa Fe, ya se trataron casi todos los lotes. Hay casos puntuales en que se está pensando en hacer la segunda aplicación y aún no han encañado. “A partir de ahora, hay que estar muy atentos a lo que puede pasar cuando suba la temperatura”, alertan los técnicos.
La siembra de maíz comenzó, a pesar del frío. En el centro sur de Santa Fe, los productores que siembran grandes superficies ya comenzaron. Disponían de la humedad suficiente, pero se la jugaron a que las temperaturas suban en los próximos días y no resulte perjudicada la germinación. Los más chicos son más cautos, esperarán lluvias y mejores temperaturas para arrancar. En las últimas semanas se aceleraron las compras de insumos, sobre todo en fertilizantes. “Se está invirtiendo fuerte en fertilizantes específicos para el maíz, se plantea hacer bien el cultivo, con tecnología de punta, se busca obtener el mejor resultado”, resumen lo ingenieros.
En el centro norte de la provincia, se registró inestabilidad climática con precipitaciones. El Servicio de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe explicó que los montos pluviométricos variaron entre 10 y 75 mm. La zona que acusó los mayores registros fue el sector centro de los departamentos del área de estudio. Dicha realidad reforzó las óptimas condiciones con que comenzó la nueva campaña de cosecha gruesa, mientras avanzó el desarrollo de la cosecha fina.
“Las condiciones ambientales registradas para el trigo permitieron que, del total de la superficie sembrada, un 92 % del cultivo se encontró en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes, un 5 % en estado bueno a levemente regular y un 3 % en estado regular”, señaló el SEA.
En cuanto al maíz temprano, el productor contaba con los materiales e insumos, reservados o comprados. Sólo la variable climática fue reguladora del inicio del proceso y regularía su desarrollo total. Ante los escenarios ambientales y características climáticas, la siembra y el desarrollo vegetativo continuarían sin inconvenientes, con un mayor ritmo que el de la semana pasada. La intención de siembra total sería superior en un 10% a un 11% el área sembrada la campaña anterior, que fue de 184.500 hectáreas.
Mientras esto pasa en el campo, se enrarecen los mercados granarios.Las variables internacionales se movieron intensamente mientras el mercado local afronta un escenario de gran incertidumbre.
Según señaló Jeremias Battistoni, Analistas de AZ Group, para el portal “Escenarios Granarios”, los mercados se ven influenciados por cuatro variables fundamentales desde lo internacional: el conflicto comercial entre EEUU y China, donde la segunda tregua alcanzada en Osaka a fines de junio se vio interrumpida frente a un alza en los aranceles a fines de agosto. La peste porcina en China y su impacto en la demanda de soja, donde los niveles de importación de dicho país reflejan, al momento, un retraso en las compras del 32% frente a la campaña pasada. Los movimientos de tipo de cambio en los principales actores del mercado granario, las devaluaciones de Argentina y Brasil estimulando la oferta frente a caídas en el valor del yuan y el euro, que quitan capacidad de compra a los principales mercados. Y, la incógnita productiva en EEUU, ya pasado el momento de mayor volatilidad climática, aún resta definir la oferta de soja y maíz del principal actor del mercado para la campaña 2019/20.
“Pensando en la próxima campaña, la soja encuentra un marco internacional con algunas alertas”, señaló. Por un lado, la guerra comercial, los recortes en la demanda y la escalada de aranceles chinos para el mercado estadounidense, llevan a los stocks iniciales de EEUU a 29 millones de toneladas. “Esto genera niveles de precio internacional poco volátiles”, indicó.
Por el otro lado, la campaña norteamericana sale de una floración retrasada y el recuento de vainas genera dudas sobre los rindes finales. De todos modos, lo cierto es que van quedando atrás las estimaciones de una producción por encima de las 100 millones de toneladas. En este contexto, el volumen final se definirá en los próximos meses. “Chicago, no logra salir de un nivel de precios en torno a los 340 u$s/t. (como promedio de los últimos 12 meses), hoy cotizando en 332 u$s/t. en la posición mayo 2020”, indicó.
En lo que respecta al maíz, pasó el “climático americano” en los meses de julio y agosto, que ofreció precios en torno a los u$s 180 por tonelada en el mercado de Chicago y su reflejo en las cotizaciones de la próxima cosecha argentina, que alcanzó los u$s 160 por tonelada, para la posición abril 2020. De todos modos, aún resta la definición de rindes y producción para la campaña 2019/20 en EEUU.
“A diferencia de la soja, el balance americano es más ajustado, los stocks finales proyectados son de 55 millones de toneladas, por debajo de los 60 millones de toneladas, con los que cerraría la campaña 18/19”, estimó.
En este marco de precios, agregó, las empresas “se enfrentan a la definición de estrategias comerciales de cara a un fin de año marcado por el escenario político local, donde las definiciones de políticas de granos juegan un fuerte papel en los escenarios de precios”.
Algunas optan por cubrir la mayor cantidad de mercadería posible, intentando proteger el negocio en un escenario de incertidumbre, mientras que otras, aguardan a que el panorama se aclare, independientemente del riesgo al que están expuestas. “Lo cierto, es que en cualquier escenario, el efecto de retroceso del impuesto a las exportaciones fruto de la devaluación, lleva a pensar en próximos ajustes”, advirtió Battistoni, para quien “estrategias de cobertura, diversificación de mercados y posicionamiento sobre insumos basados en relaciones de precios atractivas, se vuelve recomendable”.