A pesar del telón de fondo de la Niña, llegó el alivio. Las tormentas que se sucedieron entre el 13 y el 16 de noviembre mostraron un gran despliegue sobre Argentina: el evento dejó más de 15 mm en 8 provincias. Ese milimetraje alcanzó a toda la provincia de Córdoba, al 80% de Santa Fe, a la mitad del territorio de Santiago del Estero y cubrió gran parte de Chaco. También llegó a Formosa, al oeste de Entre Ríos y Corrientes y a las áreas trigueras del centro y sudeste de Buenos Aires.
Las lluvias permitieron retomar el avance de la siembra de soja
“Estas lluvias son muy útiles para resaltar una vez más el carácter relativo de la aseveración: Niña igual a sequía”, enfatizó el doctor en Ciencias Atmosféricas José Luis Aiello. Si bien señaló que “es claro que la actual campaña se ve condicionada por el enfriamiento del Pacífico ecuatorial”, aclaró que “este no es el único que participa en el aporte y circulación de los flujos de humedad”.
Hace dos semanas, la GEA había destacado en la actualización de las reservas de agua para Argentina suelos en rojo en gran parte de Santa Fe y Córdoba. Fue llamativa la rapidez que los modelos volvieron a mostrar los grados más severos de sequía a pesar de las lluvias de octubre. Quedó claro que el efecto de la sequía que se extendió durante seis a ocho meses sigue vigente.
Ahora, el área más afectada también ha sido una de las más favorecidas por el reciente este evento. La mitad norte de Santa Fe, junto al norte y sudeste de Córdoba recibieron entre 30 y 60 mm. No alcanzan para revertir el escenario de reservas pero permitieron reactivar la siembra de soja.
La Bolsa de Comercio de Santa Fe advirtió que la falta de lluvias en períodos clave del ciclo productivo malogró la campaña triguera, condicionó al girasol y afectó la evolución de los maizales, en un informe elaborado para el centro y norte de la provincia.
La entidad anticipó además que, de persistir el déficit hídrico, se genera un interrogante respecto de la implantación de soja, aunque como contrapartida señala que “en el plano comercial se advierte una mejora en los precios que podría salvar, en parte, en el resultado final a nivel agregado, la merma de producción”.
El Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa santafesina elaboró un informe especial respecto del ciclo agrícola 2020/2021 con diferentes trabajos del sector y realiza una caracterización de la situación actual, tanto en materia productiva como comercial.
Por su parte, la Bolsa de Rosario recordó que en pocos días más comenzarán a conocerse los rindes de los primeros lotes cosechados de trigo de la región. En el centro sur de Santa Fe las expectativas tienen gusto a poco, pero el buen llenado de granos luego de las lluvias de octubre y las temperaturas frescas podrían sumar unos puntos más, como en Cañada Rosquín, que esperan un incremento del 15% del rinde respecto a la semana pasada. En el este de Córdoba, como en Marcos Juárez, se mantiene el descuento de un 50% del rinde, respecto al promedio de zonal; mientras que en zonas influenciadas por la napa, como en Monte Maíz, los rindes promedios estarían cerca de 35 qq/ha. En el norte bonaerense se estiman rindes medios que fluctuarían entre 30 a 40 qq/ha. En la región se mantiene el rinde medio de 29 qq/ha.
Un informe de Emilce Terré y Javier Treboux, para la Bolsa de Comercio de Rosario, evaluó el ingreso de las primeras cargas de trigo a los puertos de la región. Hasta el 13 de noviembre llegaron 210.000 toneladas, 15% por debajo de las descargas a la misma fecha del 2019.
Destacaron que, a nivel nacional, la cosecha triguera avanzó 10% del área sembrada a nivel país. En los últimos diez días se promedió un ingreso cercano a los 500 camiones de trigo diarios a las plantas y puertos del Gran Rosario, más que triplicando el ingreso promedio de la última decena de octubre. Se espera que el ingreso se acelere a medida que avancen las cosechadoras, profundizándose hacia el mes de diciembre.
En términos comparativos, los ingresos se ubican un 15% por debajo del año pasado a la misma fecha, principalmente por el efecto de los malos rendimientos en las zonas sobre las que se está cosechando. “El sector exportador, sin embargo, no parece tener una necesidad demasiado acuciante para originar mercadería en el corto plazo, con los stocks comerciales en manos de terminales portuarias, acopios e industrias en los mayores niveles en cinco años para la fecha y un cronograma de embarques poco exigente en lo inmediato”, señalaron.
La menor carga programada en buques para las primeras semanas de noviembre se correlaciona con una caída en el volumen comprometido a descargar este mes en la plaza doméstica. De acuerdo a los registros de SIO Granos los negocios comprometidos para entrega en el Gran Rosario a partir de noviembre alcanzan 1,2 millón de toneladas. “La incertidumbre con respecto a los rendimientos ha llevado a los productores a adoptar una actitud conservadora a la hora de cerrar negocios”, indicaron.
En cuanto al panorama del mercado, “los precios con los que se está encontrando el productor al momento de comenzar la trilla son los mejores desde el año 2013, medidos al dólar con el que se liquidan las operaciones”, apuntaron los economistas. Esta tendencia en los precios se explica fundamentalmente por la mala cosecha que se espera consolide la campaña, así como también por factores atinentes a los mercados externos.
De hecho, el stock final de trigo de los principales exportadores a nivel mundial alcanzarían 62,4 Mt en la campaña 2020/21, por debajo del promedio de los últimos 20 años.
En Chicago, mientras tanto, la soja mantiene su carrera alcista. El miércoles, su precio superó los u$s 430 la tonelada, mientras que los cereales también cerraron la rueda con ganancias gracias a la buena demanda internacional. Los fundamentos de la suba radicaron en “dinamismo de la demanda externa en Estados Unidos”, principalmente por el lado de China. El gigante asiático incrementó sus compras, de la mano de la recuperación del stock porcino.