Las lluvias claves dejaron más registros que los esperados pero su carácter errático dejó desconcertados a los productores. Por ejemplo, en María Teresa, que registró el máximo valor, con 88 mm en la localidad, en los campos sólo se midieron alrededor de 10 mm. “Literalmente se formaron bolsones de aire cálido y húmedo que fueron muy bien aprovechados por el avance de un sistema frontal frío que provocó tormentas intensas con gran caída de agua en cortos periodos de tiempo, pero en áreas muy acotadas”, señaló el consultor Alfredo Elorriaga. El alivio del agua se estima que solo alcanzó al 20% de la región núcleo, señaló la Guía Estratégica para el Agro (GEA) en su último reporte.
Crece el área de soja en condiciones de regular a mala
Las lluvias claves dejaron más registros que los esperados pero su carácter errático dejó desconcertados a los productores, de acuerdo a los reportes de la Guía Estratégica para el Agro
El clima juega a la ruleta rusa con la soja de primera. Donde llovió, sigue en carrera.
“Esa situación se nota en la soja de primera, que muestra una desmejora sobre más de 2 millones de hectáreas bajo condiciones regulares a malas. Esto es 55% del área sembrada total, frente a 25% observado en la semana anterior. El 35% se mantiene en buenas condiciones y un 10% en muy buenas”, señalaron Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo.
En General Pinto se estiman pérdidas de soja de primera, pudiendo llegar hasta un 50%. En Pergamino, los cuadros están soportando el estrés y esto anima a los productores a seguir haciendo tratamientos contras las típicas plagas de sequía: trips y arañuelas. En El Trébol comienzan a detectar manchones por el estrés termo hídrico.
Soja de segunda
En Pergamino estiman que, sin auxilio de lluvias importantes, la incertidumbre sobre el rinde es total: “Hoy el productor tiene que esperar 5, 3 o cero quintales”. Está en condiciones regulares a malas, “muy desmejorada y quemada por el sol tras la ola de calor de la semana pasada”. Estiman que el 5% del área no se cosechará. En los cuadros que no recibieron lluvias el fin de semana comienza dispararse la mortandad de plantas, dicen en Bigand. En General Pinto ya hay lotes que se están dando por perdidos y toda el área está entre regular a mala. En San Gregorio, el cultivo tiene el crecimiento demorado y en las lomas están desapareciendo las plantas. En Marcos Juárez, el cultivo está sufriendo, pero hay posibilidades de recuperarse con una lluvia en los próximos días. En Carlos Pellegrini, una de las zonas más privilegiadas, explican que “tras las últimas lluvias, aún está la posibilidad de poder expresar el potencial”.
El maíz va a menos
En las zonas donde no llovió, como en General Pinto, sin lluvias importantes desde mediados de diciembre, los técnicos comentan que para muchos lotes de maíz de primera “la semana pasada fue el quiebre”.
“En lotes buenos se veía que habían logrado granar bien, pero, sin agua, se pasó de ver plantas con las primeras dos hojas secas a un desecamiento completo, incluso de las hojas que están por encima de la espiga. Esto va a implicar al menos una quita del 30% del rinde”, comentan en el área. “Solo los lotes sembrados muy tempranos están mejor”. En Bigand, son pocos los cuadros que alcanzarán este año un promedio de 100 qq/ha, cuando a principios de diciembre parecían estar al alcance productividades por encima de los 125 qq/ha. Muchos otros estarán en los 70 a 80 qq/ha, advierten en el área. Carlos Pellegrini se distingue porque el maíz lograría cerrar el ciclo con un buen llenado de grano. En Marcos Juárez hablan de dos tandas de siembra en maíz. Los de septiembre, que representan el 20% de la superficie, atravesaron su período crítico a fin de año con buena humedad y se proyectan rindes mínimos de 100 qq/ha. Sin embargo, el resto fue sembrado en octubre y atravesó su período crítico afectado por la reciente ola de calor, y habrá mermas importantes de rendimientos. En San Gregorio tambien aseguran reducciones significativas.