La campaña de granos gruesos sigue cayendo. A medida que las cosechadoras ingresan a los lotes los pronósticos se recortan y, al mismo tiempo, la falta de humedad en los perfiles que dejó como herencia la prolongada sequía amenaza la campaña de granos finos. La intención de siembra podría caer entre un 15% a un 60%.
La soja sigue en picada y hay dudas por la siembra de trigo
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó otra vez la estimación de producción de soja. Le restó 2,5 millones de toneladas al pronóstico de la semana pasada, hasta las 22,5 millones de toneladas.
De concretarse esta nueva proyección, la producción de la actual campaña caería 48% respecto al ciclo 2021/22, cuando se trillaron 43,3 millones de toneladas y se ubicaría como la peor, en por lo menos, dos décadas, según registros de la entidad.
En los últimos siete días el avance de cosecha alcanzó 16,7% de la superficie apta con un rendimiento medio nacional de 15,7 quintales por hectárea (qq/ha). Colaboradores de la entidad reportaron “mermas de rendimiento sobre lo cosechado con respecto a lo esperado, siendo los cuadros sobre ambos núcleos los más afectados”, por lo cual la Bolsa porteña realizó nuevos ajustes.
Por otro lado, la cosecha de maíz con destino grano comercial avanzó en gran parte del país, con “productividades muestran una alta heterogeneidad y valores por debajo de los potenciales de cada región”. El avance nacional se ubicó en el 14,7 del área apta.
De acuerdo a un informe de la Secretaría de Agricultura, la superficie afectada por condiciones de sequía a nivel nacional cayó en marzo 35,6 millones de hectáreas respecto de febrero, hasta las 138 millones. “Las lluvias intensas que retornaron gradualmente a varias regiones del país y los primeros signos de cambios que se hicieron notar hacia la segunda mitad de marzo, permitieron mejorar las condiciones en una amplia región del centro del país que se refleja en la reducción en casi 35 millones de hectáreas del área total afectada por sequías”, indicó Agricultura en un comunicado.
Las lluvias por sobre lo normal registradas en el NOA, región central, Cuyo, centro del Litoral y sur de Buenos Aires, comenzaron a evidenciar una mejoría respecto del mes anterior, destacó un trabajo realizado por la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías.
Si este panorama es alentador hacia adelante, hacia atrás sólo hay desolación. Las pérdidas productivas por la sequía en Santa Fe representan una superficie similar al departamento General López, el cuarto más grande en extensión de la provincia. Así lo indicó un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, el cual indica que en territorio provincial por el fenómeno climático se dejarán de cosechar 1,2 millones de hectáreas. En tanto, a nivel país esa caída sumará 3,58 millones de hectáreas.
La entidad rosarina ya brindó algunas precisiones sobre la que definió como la peor campaña sojera de los últimos 23 años, pero sus áreas técnicas siguen actualizando informes. La semana pasada, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) recortó las estimaciones para la actual cosecha, de 27 a 23 millones de toneladas.
En un nuevo reporte, GEA destacó que la superficie perdida durante el actual ciclo productivo “marca un máximo histórico para el país y prácticamente triplica el máximo anterior de la 2015/16”.
Incluso en 2015/16, la superficie sembrada a nivel nacional superaba las 20 millones de hectáreas, mientras que en este último ciclo alcanzó cerca de 16 millones, por lo que la superficie perdida sobre el total implantado es mucho mayor, representa el 22% contra el 6% de cinco años atrás.
Tomando este indicador, es decir superficie perdida sobre superficie sembrada, “la 2022/23 también marca un máximo histórico, quedando por encima del 16% de la 1988/89”, concluye la Bolsa.
Las cifras récord responden fundamentalmente al escenario de sequía, que deja los peores rindes nacionales de los últimos 15 ciclos agrícolas. Este fenómeno se sintió particularmente en Santa Fe, distrito clave para la producción sojera. En materia de superficie perdida, la actual campaña dejará sin cosechar 1,21 millones de hectáreas, casi cinco veces más que hace un año atrás. Las hectáreas perdidas en Santa Fe representan una superficie superior a la del departamento General López (1,15 millones de hectáreas, el cuarto más grande de la provincia.
Pérdidas en el centro norte
En el centro norte de la provincia, la cosecha de soja de primera tuvo esta semana un fuerte avance, con 25 puntos porcentuales, aunque los rendimientos continuaron siendo bajos, por lo que la calidad de los granos obtenidos determinará los números finales de la campaña. El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe indica que con lo trillado esta semana se llegó al 55% de la superficie sembrada, unos 10 puntos más de lo cosechado en esta misma época de la campaña pasada. En el marco de rindes magros, lo mejor se observó en los departamentos del sur del área de estudio, San Martín y San Jerónimo, donde los productores obtuvieron mínimos de entre 16 y 18 quintales por hectárea (qq/ha), máximos de entre 25 y 28 qq y lotes puntuales de entre 30 y 32 qq. En la región central, departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, los mínimos fluctuaron entre 10 y 12 qq y los máximos entre 22 y 28 qq.
Trigo en alerta
Por otra parte, la intención de siembra del trigo de la campaña 2023/24 que está a punto de comenzar, podría caer entre un 15% a un 60%, señaló el último reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario. El pronóstico muestra la primera estimación de cara al próximo ciclo del cereal de invierno, que luce desalentador.
“El 80% de los suelos de la región núcleo están en sequía y escasez hídrica y requieren al menos 80 a 120 milímetros para arrancar con la siembra, que comenzaría en un mes”, apuntó el informe y dejó en claro que “hay una señal clara de bajar la superficie de trigo a pesar de la necesidad financiera que obliga a muchos productores a sembrarlo como sea”.
“A diez días de finalizar abril, las lluvias en la mayor parte de la región pampeana han alcanzado sólo el 10 al 30% de los acumulados promedios históricos mensuales”, indicó Jorge Elorriaga, en el informe de GEA.