José Beni, director de la Unidad Ejecutora del Canal Magdalena, brindó, en el marco del plenario del Consejo Federal de Hidrovía, un panorama y los objetivos del organismo que dirige, creado en enero, a través de la resolución 33 del Ministerio de Transporte, cuyo cometido es el de “continuar la labor hecha durante el segundo mandato presidencial de Cristina Fernández, hasta concretar la profundización del canal Magdalena, que ya se encuentra habilitado al tráfico desde 2013 en profundidades naturales”, resumió el funcionario.
El porvenir del canal Magdalena
La unidad tendrá una vigencia máxima de dos años, en los que se realizaron trámites y aprobaciones para la respectiva licitación e inicio de obras necesarias”, que según estimó Beni, podrían concretarse durante 2021. Para acelerar tiempos, se convocó a los mismos organismo y actores que ya tuvieron intervención en el proyecto Durante los años 2013 a 2015. “Una vez construido, será parte del sistema de navegación troncal. Sólo en la faz operativa y en las primeras etapas mantendremos el trabajo de manera independiente a los estudios y a la licitación de la red troncal, precisamente para no demorar su concreción”, aclaró Beni.
El canal es prácticamente recto, tiene 53 kilómetros, sólo tiene una curva y si su profundidad es de 2,20 metros (se pretende llegar a los 14,30 metros). En comparación con el canal de Punta Indio representa ventajas por menor costo de mantenimiento, bollado y menor tasa de sedimentación por kilómetro, al ser más corto.
El Magdalena tiene un ancho es de 150 metros en toda su extensión, lo cual “lo convierte en una vía de doble circulación por lo que permitirá mayor fluidez en todo el tráfico.
“Las ventajas de construcción del Magdalena son evidentes e innegables, por lo que la unidad ejecutora que represento, siguiendo especiales instrucciones del Ministerio de Transporte, está comprometida a lograr la más rápida concreción del proyecto”, concluyó Beni.