“La Argentina tiene solución porque es un país rico, desde el punto de vista productivo y por sus recursos naturales”. Así lo afirmó la economista y experta en finanzas agropecuarias Iris Speroni, quien además remarcó que la ausencia de una participación idónea del sector agropecuario en la política es consecuencia del nivel de desconexión e ineptitud a la que se ha llegado.
"Hay que discutir las medidas del gobierno"
La economista Iris Speroni es especialista en finanzas agropecuarias.
La economista Iris Speroni es especialista en finanzas agropecuarias.
Según Speroni, es fácil darse cuenta que gran parte de los políticos argentinos, no tienen conocimiento de economía y están muy alejados de la población y los segmentos que producen. “La mayoría de la gente que está en política nunca trabajó y por ende no saben lo que significa pagar un impuesto. No tienen una idea clara de los sectores productivos, el segmento agroindustrial, ni los planes de desarrollo para alcanzar resultados distintos o diferentes”, expresó alertando a los productores o ciudadanos con capacidad de ahorro a refugiarse en dólares o bienes, ya que nos debemos preparar para una situación tan complicada como la sucedida en muchos momentos de fuertes crisis.
La economista instó a que los dirigentes agropecuarios y referentes del empresariado rural, comiencen a discutir las medidas tomadas por el gobierno, porque son “inconstitucionales, ilegales y abusivas”. Sobre este tema, en principio relacionado al cepo parcial a las exportaciones de carne vacuna, Speroni sugirió hacer uso de las herramientas presentes para pedir que se revierta la resolución cuestionada.
“Los productores deberían ser los voceros de los trabajadores del segmento de ganados y carnes, ya que es un abuso por parte de cualquier autoridad prohibirle a uno ganarse el pan”, dijo. También renegó por la sucesión de gobiernos unitarios desde hace tantos años. Es decir, en su observación considera que lo único que les importa es sólo lo que pasa alrededor de la Plaza de Mayo, siendo en conurbano bonaerense un apéndice.
“Se saca toda la riqueza del interior productivo de Argentina, incluido gran parte de la provincia de Buenos Aires, para trasladarlo a solo 8 manzanas alrededor de la casa de gobierno, la city porteña y el Banco Central”, subrayó agregando que la continuidad de este tipo de política no va a parar porque nadie hace nada.
Según esta referente, se puede apreciar una transferencia de riqueza muy grande desde todas las provincias al centro, a la Capital Federal.
“Los dos mecanismos son la diferencia del tipo de cambio, donde la mitad del valor de las exportaciones se las queda el Banco Central de la República Argentina y para tener una magnitud de lo que significa, el año pasado fue de alrededor de 26 mil millones de dólares. Por su parte, sobre esto –en segundo lugar- se cobran derechos de exportación.”, resumió expresando que todo lo que no vuelve a las provincias está en la Afip o el Banco Central.
Esto, que pasa desde hace más de 20 años, frena la dinámica para que el país crezca. “Es el propio interior quien debe asumir la obligación política de revertirlo. Después, recién comienza el largo camino a recorrer, para que podamos defender los intereses de la producción”.
Tiempo perdido
El flamante ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, se lamentó públicamente en el marco del Seminario de la Cadena de la Soja (Acsoja), por no haber consolidado el Plan Estratégico Agroindustrial (PEA), durante su anterior gestión en el mismo cargo.
Al igual que el presidente de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina, Luis Zubizarreta, ambos coincidieron en el tiempo perdido productivo.
En el caso de la oleaginosa, el problema e imposibilidad de sortear las malezas bravas o tolerante, mejorar la calidad proteica del grano y encontrarle una mejor variable para el valor agregado y sus usos, es una camino con obstáculos que ya lleva cerca de 2 décadas.
El cultivo, a diferencia de su valor internacional, está dormido en su nivel productivo y se aproxima a transitar la peor campaña de los últimos 15 años, a raíz de su disminución en la intención del área de siembra.