Con el objetivo de observar a campo el comportamiento de sus maíces, el semillero KWS realizó un encuentro denominado Demostrativo Agronómico Regional (DAR). Entre los híbridos, la compañía presentó tres nuevas variedades: una para grano y dos para silo.
Claves para que el maíz viaje a su máximo potencial de rendimiento
El semillero KWS mostró en un campo de Azul, Buenos Aires, su portfolio de maíces, incluyendo tres nuevos híbridos.
En concreto, el recorrido se estructuró en cuatro paradas o estaciones, con diferentes contenidos para el público de productores, asesores y empresarios agropecuarios que se acercaron a Azul, Buenos Aires.
En la primera estación, las estrellas fueron los nuevos lanzamientos: KWS 695 Víptera 3 y KWS 605 Víptera 3 FULL, para silo; y KWS 316 Víptera 3 para grano.
“Los dos maíces sileros combinan rendimiento y calidad, además de biotecnología para enfrentar a insectos y malezas. En cuanto a híbridos para grano, junto al emblemático y ya conocido KM 3916 VIP3, se suman KM 4216 VIP3, que aporta prolificidad al portfolio; y el KWS 316 VIP3, estabilidad en ambientes restrictivos”, mencionó Santiago Vacca, especialista en Posicionamiento de Producto para KWS Regional Sur.
En la segunda estación, Alfonso Calegari y Aldo González, dos técnicos del equipo de KWS, mostraron las estrategias que pueden seguirse para alcanzar buenos resultados en ambientes de ultra baja densidad, como los sudoeste de Buenos Aires o La Pampa, en los que por sus limitaciones hídricas o edáficas se siembran como máximo entre 20 y 25 mil plantas por hectárea. Eso, por ejemplo, requiere un manejo distinto de control de malezas.
En la tercera parada, el coordinador de Agroservice Sur de KWS, Javier Di Matteo, estableció las bases de manejo para ambientes de estabilidad y alto potencial, tanto sea en híbridos para grano, como para silo. Mientras que en la última estación, Lucas Scossina, especialista de KWS en silaje, brindó las recomendaciones para realizar el picado y confeccionar el forraje para mantener la mejor calidad. El especialsita estuvo acompañado por Cristian Larsen, un contratista forrajero que explicó cómo es el día a día de un “picador” y la importancia de tener buena genética; y Federico Sánchez, experto de la compañía CLAAS, quien habló sobre todos los recaudos y cuidados que hay que tener en el uso de la maquinaria.
“En el DAR tuvimos gente de zonas donde se pueden pensar en 18 a 20 mil kilos por hectáreas, y otra de lugares para cuatro a seis mil kilos. Lo que hacemos desde la empresa es justamente eso: tener un híbrido pensado para cada ambiente y hacer un acompañamiento técnico en la toma de decisiones de la siembra a la cosecha para lograr expresar el máximo potencial de cada lote”, concluyó Vacca.