Este año, el precio internacional de la miel subió al tren del aumento del valor de los commodities. También se vio favorecido por las malas cosechas en el hemisferio norte y por nuevas normas que aplicó Estados Unidos para detectar adulteraciones de los productos, limitar sus importaciones del continente asiático y concentrarse en Sudamérica.
Miel: el precio histórico impulsa inversiones en la cadena
Gracias a todos estos factores, hoy el apicultor recibe tres veces más que el año pasado, cuando obtenía un dólar y fracción por cada kilo entregado. Estos valores, sumados a las proyecciones de una demanda sostenida y la posibilidad de llegar a nuevos mercados, alientan a las empresas a invertir para hacer más eficientes sus procesos y poder procesar mayores volúmenes. Tal es el caso de Argenmieles, la empresa fundada a fines de 2010, que produce, comercializa y exporta mieles locales en distintas presentaciones
“Compramos dos equipos para nuestra planta ubicada en Roque Sáenz Peña, Chaco: una formadora de cajas y una selladora de cajas. Ya habíamos invertido en ampliar la capacidad productiva, y pasamos de 6.000 a 20.000 kilos”, señala Lucas Andersen, responsable de Argenmieles, “con estas nuevas máquinas, hoy podemos hacer un contenedor completo con un mismo lote, lo cual simplifica muchísimo todo el proceso”.
Se calcula que Argentina exporta alrededor de 60 mil toneladas de miel al año. En el primer trimestre de 2021, ya se enviaron 10 mil toneladas, según afirman desde la compañía. El mayor volumen se exporta entre marzo y mayo, para que sea envasada previo al invierno en el hemisferio norte.
Argenmieles maneja un volumen de 2200 toneladas anuales, con miel que recibe de más de 10 provincias productoras. La empresa concentra la cosecha de más de 250 proveedores, entre los que se encuentran cooperativas que nuclean a pequeños apicultores. La recepción de la miel, su homogeneización y envasado se realiza en Chaco y en Tigre, provincia de Buenos Aires. El 95% del volumen se exporta, y de este porcentaje, más de un 10% se despacha fraccionado.
“A futuro esperamos industrializar algún proceso en nuestra planta de Tigre también, que puede ser el homogeneizado o fraccionado, para complementar el trabajo de la planta de Chaco”, proyecta Andersen. “En paralelo trabajamos con plantas externas y esto nos permitió incrementar el volumen y atender la demanda”.