Desde la caída de SanCor en 2005/06, cuando se produjo su disolución como cooperativa de segundo grado, Mastellone parecía ser inalcanzable para el resto de las empresas lácteas del país, con un promedio sostenido de 4 millones de litros diarios receptados.
Saputo destronó a Mastellone en el ranking de industrias lácteas
Sin embargo, la crisis de la cooperativa sunchalense significó al mismo tiempo, para el resto de las usinas de la cuenca lechera santafesina, una oportunidad para salir a captar leche en franca competencia, algo que con la poderosa SanCor nunca pudieron hacer a la hora de tentar a los productores con mejores precios.
De todas ellas, Saputo fue la que mejor entendió ese juego y no lo desaprovechó, multiplicando su recepción por tres desde que los capitales canadienses hicieron pie en la zona de Rafaela allá por 2003, cuando adquirieron la por entonces emblemática industria de Molfino Hnos.
Si bien era previsible que, más temprano que tarde, la poderosa Saputo se convertiría en la industria láctea más grande de Argentina, la confirmación llegó esta semana de la mano de un serio relevamiento que realizó el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), al actualizar la tabla de posiciones según el volumen de leche diario que receptan las empresas en el país.
Desde ahora (y quizás por mucho tiempo), la multinacional canadiense es la líder láctea en cuanto a recepción y procesamiento, promediando casi los 3.790.000 litros diarios, contra los 3.450.000 estimados para Mastellone.
La ex Molfino de la ciudad de Rafaela (adquirida por Saputo en 2003), venía demostrando un crecimiento sostenido en los últimos años que avizoraban su escalamiento y desde el ranking de junio de 2021, cuando quedó tan sólo 85.000 litros por debajo de La Serenísima, solo necesitó 12 meses para incrementar 140.000 litros más y pasar a su competidor inmediato, que en el mismo período perdió la estrepitosa cifra de 290.000 litros.
Algunas lecturas del ranking
El nivel de concentración industrial se suele medir en los países lecheros, utilizando el Índice Cr4, es decir, lo que suman las cuatro principales empresas respecto del volumen total de recepción y ver así cuánto concentran del negocio. Según este ranking, “el Cr4 alcanzó en Argentina al 30,5%, cuando en el mundo lechero las cuatro empresas más grandes procesan entre el 50 y el 97% de la producción total”.
Este valor porcentual suele tener dos lecturas contrapuestas posibles, según los analistas de la cadena, cuando el Cr4 es bajo, dicha atomización del volumen total favorece la competencia de compra de la materia prima, generando un mercado más transparente, pero también es cierto que cuando el Cr4 es elevado, las empresas más grandes adquieren una competitividad que en el plano internacional marca la diferencia y allana el camino para poder crecer en exportaciones y desarrollar una cadena de valor en expansión.
Según este ranking, “la principal empresa en Argentina (Cr1) recibió el 11,9% de la leche total, ese valor en los principales países lecheros mundiales está en el rango del 25 al 90%”, según el perfil exportador que cada país tiene. Pero “a mediados de los años 90 en Argentina el Cr1 era del 18% y el Cr4 del 50%”, señala el OCLA, refiriéndose a lo que significaba en ese momento tener a SanCor como la empresa número uno del país bajo un sistema cooperativo, mientras que el resto de sus seguidores eran plantas mucho más representativas en cuanto a recepción.
Sin embargo, en este nuevo escenario “el sistema cooperativo en materia de recepción de leche representa hoy menos del 5%, cuando en el año 1994 recibía el 35% de la leche del país”, y aclara que “casi el 50% de la leche en los principales países lecheros del mundo la manejan las cooperativas”. El caso más emblemático es Fonterra, en Nueva Zelanda, por citar un ejemplo conocido. “Cabe acotar que, como sector de producción primaria, las Cooperativas concentran en Argentina alrededor del 25% de la producción total de leche”.
Esto es así, porque principalmente en Córdoba y Santa Fe, estas entidades continúan existiendo pero con las ventas dispersadas en diferentes industrias lácteas, no necesariamente de gestión cooperativa.
Yendo a un análisis comparativo, “el índice Cr1 se mantiene y el Cr4 disminuye respecto a los tres años anteriores en los que se elaboró el ranking del OCLA. Estas cifras evidencian una gran atomización en el recibo/procesamiento de leche en Argentina, que lejos de disminuir se acrecienta”. Esto puede leerse como el fortalecimiento de las pymes que fueron desarrollándose en los últimos años, o como el debilitamiento de las grandes que perdieron terreno frente a la “atomización” citada.
Otra lectura interesante es que la industria de origen nacional sigue siendo mayoritaria, en relación con las procesadoras de origen extranjero. “Dentro de las 10 principales industrias, el 36% de la producción recibida está en manos de empresas multinacionales (con sus casas matrices en otros países)”, apunta el OCLA, refiriéndose a Saputo, Adecoagro, Nestlé y Corlasa.
En efecto, si se observa la variación mínima, promedio y máxima de las empresas del ranking comparada con la variación total de la producción país que estima la Dirección Nacional Láctea, del MAGyP, en el período 2021-2022 vs. 2020-2021, en el promedio diario, se advierte algo particular. “La producción de leche de las empresas consideradas en la muestra del ranking cayó levemente (en promedio ponderado un -0,4%) aunque con gran dispersión en las variaciones interanuales entre las mismas (de +17,2% a -15,7%). La variación total país estimada por la DNL MAGyP, creció un 2,6%, con lo que puede ocurrir que las empresas fuera del ranking (38,5% del total) crecieran alrededor de 7% en el año, lo cual implicaría una fuerte traslación de leche de las empresas más grandes al sector Pyme y/o que existe una sobrestimación en la producción fuera del ranking (empresas que no informan la producción en función de la Resolución N° 229)”, aclara el OCLA.
La mirada subyacente
“La primera lectura que hago es que tenemos una industria láctea bastante atomizada, algo que por un lado es bueno en muchos sentidos, porque eso denota la existencia de muchas pymes, que son las generan más trabajo y mejor distribuido en el territorio, y respecto a la compra de leche se torna más transparente con mayor competencia, salvaguardando el riesgo de que se formen cárteles, más considerando un país como el nuestro donde ya no existe un sector cooperativo fuerte”, analizó el experto en lechería, Ing. José Quintana.
“Pero por otro lado, la atomización también tiene un aspecto negativo, ya que cuando salís como empresa al mercado internacional, tenés que pelear con jugadores muy grandes donde la escala juega un rol importante, y eso es una desventaja para competir”, advirtió el consultor de Economía Láctea.
Respecto del ranking, Quintana opinó que lo de Saputo no sorprende, “porque es una empresa muy eficiente, con una estrategia muy clara, con una diversificación muy interesante en cuanto al mercado internacional, saliendo del commodity Leche en Polvo para especializarse en quesos y muzzarella, contra una empresa como Mastellone, que está más enfocada al mercado interno y encima con las constantes presiones del Gobierno para no aumentar sus precios, lo cual le impide competir en igualdad de condiciones”.
Así, se advierte claramente que cuando una empresa es eficiente en sus procesos y estructura, con inserción inteligente en el mercado internacional, es más viable sostener su crecimiento en cuanto a la participación de la materia prima, mientras que aquellas empresas que deben lidiar con el Estado en un mercado interno más controlado, suelen perder poder de compra con un consecuente achicamiento.
Santa Fe en el ranking
Santa Fe continúa siendo la provincia más lechera del país, con mayor cantidad de vacas, de tambos y también de industrias líderes, tal como se expresa en este ranking. De las 10 principales, cinco son oriundas de la cuenca lechera central de Santa Fe.
Si bien Saputo Argentina es una empresa de management canadiense, toda su fuerza laboral es nacional, comenzando por su actual director, Cdor. Marcelo Cohen, quien se incorporó en 2002 a la entonces Molfino Hermanos y tras su venta en 2003, fue nombrado Vicepresidente de Administración y Finanzas en 2004, puesto que ocupó hasta 2015, cuando fue ascendido a Gerente General de la División de Productos Lácteos. Desde abril de 2021, Cohen se desempeña como Presidente y Director General de Operaciones en Argentina.
La otra gran industria de la provincia, también rafaelina, Sucesores de Alfredo Williner (Ilolay), conservó el tercer lugar del ranking, detrás de Mastellone, pero perdiendo unos 13.000 litros de leche aproximadamente de un año para el otro.
Luego aparecen García Hermanos Tregar (Gobernador Crespo) en el octavo lugar; Verónica (Suardi, Lehmann) en el noveno puesto; y Corlasa Gloria (Esperanza) cerrando el top ten.
Una de las empresas santafesinas que salió del top ten, respecto del último ranking de 2021, fue Milkaut (Franck) que cayó al puesto once, luego de que en los últimos 12 meses perdiera unos 40.000 litros promedio.
Nótese que SanCor, que supo ser la número uno del país mucho tiempo, en la actualidad no aparece ni siquiera entre las diez primeras, como claro reflejo de cuán profunda fue su caída.
Cómo elaboró Ocla el ranking
Se tomó para la elaboración del ranking a todas aquellas empresas que hayan procesado más de 100.000 litros de leche promedio diario en el período comprendido entre el 1° de julio del 2021 y el 30 de junio del 2022. Según el relevamiento industrial 2018 realizado por la Dirección Nacional Láctea, de las 670 industrias encuestadas, 47 industrias procesaban en ese momento, más de 100.000 litros de leche por día.
Por secreto estadístico, no es posible contar con la información de la DNL - MAGyP respecto a los litros recibidos por cada industria. Por defensa de la competencia tampoco se puede solicitar a las cámaras empresariales respectivas esta información. Por estos motivos, el OCLA solicitó directamente a 30 empresas el volumen de leche recibida. En este sentido cabe aclarar que todos los rankings internacionales se realizan sobre la base de leche recibida y o facturación (IFCN, Rabobank, FIL, etc.).
La leche recibida es la leche comprada a productores, pooles, cooperativas y la leche propia que algunas industrias poseen. Es toda la leche que se destinará a la elaboración de productos y su comercialización, independientemente donde se procese. No se incluye la leche que alguna industria compra por cuenta de otra.
Una industria que juega otra liga
Saputo posee el management de una firma global, de bajísimo perfil mediático, alejada de los escándalos y las crisis sectoriales, enfocada en la misión de la eficiencia de procesos, de la mano de una gestión ordenada a la hora de las inversiones y liderando los mercados estratégicos que le permiten crecer sostenidamente.
En Argentina, posee dos plantas, en Tío Pujio y en Rafaela, donde funciona su casa central y desde donde se provee de su mayor porcentaje de materia prima. Sus productos, bajo las marcas La Paulina, Molfino, Ricrem y Saputo, entre otras, quizás no tengan el marketing de otros lácteos con mayor penetración en el mercado interno, pero conllevan la impronta que la diferencia del resto: la eficiencia.
La compañía hoy procesa más litros que su inmediato competidor y con un tercio de los empleados. Esto le da una eficiencia de 3.800 litros por operario por día, una de las tres performances más elevadas del sector.
Posee además, un fuerte perfil exportador, que con cada año que pasa mejora su nivel de agregado de valor, siendo hoy el principal exportador de quesos de Argentina, especialmente muzzarella. En tanto su competidor, si bien también es un gran exportador, está más atado al valor del commodity leche en polvo, al tiempo que lidia con un mercado interno (en donde lidera) con fuertes regulaciones estatales y controles de precios que debilitan su poder de compra de materia prima.
En el mundo, Saputo es el séptimo jugador más importante del sector lechero, con 67 fábricas, 18.600 empleados y una cartera de productos que se exportan a 60 países. Capta anualmente más de 10.500 millones de litros, que casi equivalen a toda la producción argentina de un año, y una facturación global de aprox. 15.000 millones de dólares.
Es líder absoluto en Canadá, el mayor procesador de productos lácteos en Australia, el tercer fabricante de quesos en Estados Unidos, el principal fabricante de quesos de marca en Reino Unido, y desde esta semana, la industria láctea más importante de Argentina. Según la Bolsa de Toronto, su valor accionario asciende a 14.500 millones de dólares.