El tablero del sector agropecuario estuvo movido esta semana. El mercado de granos luce convulsionado por los precios que se desploman, y la producción de granos finos se presenta más que prometedora en el ciclo que se inicia y las dudas sobre el sector cárnico. Por estas horas todas las miradas apuntan al movimiento de piezas que realizará el gobierno en las próximas horas luego de que este fin de semana venza el plazo del cierre de las exportaciones de carne vacuna, que tensionó la relación de la gestión de Alberto Fernández, no sólo con los frigoríficos y productores ganaderos, sino además con algunos gobernadores de su propio espacio, representantes de provincias donde la actividad es clave, como Santa Fe.
Un mercado con soja en picada, trigo inmejorable y carne vacilante
Esta semana el ministro de Agricultura, Luis Basterra, buscó correr el eje. "No podemos aceptar que se nos ubique en una posición anticampo, contraria a la producción agropecuaria, un sector muy importante para la economía argentina", dijo y planteó que el desafío de estos tiempos es “resolver de manera comprensiva” el equilibrio que requiere “generar las divisas necesarias para el desarrollo pero garantizando que la población acceda a los alimentos”.
Justamente las divisas son las que se escurren con la caída abrupta de los precios de la soja y los subproductos como harina y aceite en el mercado de Chicago, que esta semana arrancaron con bajas que se fueron profundizando con el correr de los días. El jueves la oleaginosa se derrumbó más de u$s43 y cerró en u$s 488,60 la tonelada la posición julio en esa plaza por debajo de los u$s 500 la tonelada. El lunes ese mismo contrato cotizaba u$s 540,96 la tonelada.
Los fundamentos de la baja radicaron en un fuerte cierre de posiciones y tomas de ganancias, empujados por “la fortaleza del dólar estadounidense debido a las decisiones de la Reserva Federal (de aumentar las tasas de interés) que no pasaron desapercibidas, a lo que se sumó la dinámica bajista impulsada por potenciales mejoras productivas y cambios en la política de biocombustibles estadounidense”, estimó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Los subproductos se acoplaron y el aceite cayó el jueves 8,86% para cerrar en u$s 1.247,13, y la harina descendió 4,66% hasta los u$s 398,48 la tonelada.
Este comportamiento arrastró al maíz cuya cotización en Chicago bajó y llegó a los u$s 249,20 la tonelada y al trigo que descendió hasta u$s 234,79 la tonelada.
¿Esta tendencia se profundizará o encontrará un piso? El interrogante desvela por estas horas al mercado, que daba por descontado que los bajos niveles de stock de soja en Estados Unidos, que llegó a niveles mínimos en más de siete años, se sostuviera en la campaña 2021/22 y fuera el sostén de los precios internacionales, según plantearon Guido D’Angelo y Desiré Sigaudo de la Bolsa de Comercio de Rosario en un análisis sobre el mercado de commodities para el próximo ciclo.
Allí los especialistas recordaron que se preveía que Estados Unidos tendría en 2021/22 una "repunte tenue" de sus stocks, pasando de 3,7 a 4,2 millones de toneladas en el marco de fuerte demanda china, que podría oficiar como uno de los sostenes para los precios", en base a los datos del último Informe de Oferta y Demanda Agrícola Mundial (Wasde) de Usda.
Sin embargo, explicaron que “no obstante, las exportaciones de soja estadounidense podrían perder competitividad en el futuro a partir de incipientes presiones inflacionarias y también por la mejora de los rindes en Brasil que consolidaría a ese país nuevamente como el líder mundial en exportaciones de soja, jugando como factor bajista para el corto y mediano plazo”.
Mientras ese interrogante se desvela, y la soja sigue protagonizando jornadas negras en Chicago, el trigo del nuevo ciclo en Argentina brilla, en el marco de una campaña que se presenta muy prometedora y cuya siembra en Santa Fe avanza a paso firme al superar en la zona núcleo el 60% del área prevista y el 52% en el centro norte provincial.
La semana pasada la Guía Estratégica para el Agro (GEA) aseguró que sin lluvias "hubo actividad febril de sembradoras y se implantaron en la zona núcleo 492 mil hectáreas", con lo cual "ya se lleva sembrado el 60% del trigo intencionado en la región, o sea 1 millón de hectáreas".
En el mercado esta semana el trigo también cotizó a la baja “por efecto contagio de la soja y también en vistas de mayor producción y exportaciones de Rusia, Ucrania y Kazajistán”, según la BCR. De todos modos, el precio del cereal en Chicago es 42% más elevado que el de nueve meses y medio atrás", indicó la entidad.
En Santa Fe, los productores de trigo de los departamentos del centro y el norte de la provincia llegaron esta semana al 52% de la intención de siembra para la presente campaña, que totaliza unas 376 mil hectáreas, gracias a la estabilidad climática y una merma en los altos porcentajes de humedad que se venían observando. Así lo reveló el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe. El mismo reporte indicó que " el ritmo de siembra se incrementó en los últimos siete días y tuvo una variación intersemanal de 18 puntos".
Para la campaña 2021 se estimó una intención de siembra de 376.500 hectáreas, lo que representa 25.500 hectáreas más que el año pasado y se están sembrando variedades de trigo de ciclo largo, “teniendo en cuenta la importancia y el valor del paquete tecnológico utilizable o disponible”, indicó el informe.
Mientras tanto, la campaña de trigo 2020/21 cerró en la provincia de Buenos Aires con un volumen total de producción de 10,4 millones de toneladas, el nivel más elevado de las últimas 20 campañas, informó el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez. Se trata de una región que aporta el 59% de la producción total del país. El funcionario destacó que el cereal "en su mayor parte se exporta a Brasil, principal consumidor del trigo argentino".
Mientras el sector agrícola pivotea entre malos precios y una producción prometedora, el ganadero está expectante. El gobierno nacional prevé retomar exportaciones de carne vacuna la próxima semana, una decisión que fue manifestada por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien sostuvo que se están “terminando de ajustar mecanismos” que permitan retomar las exportaciones de carne vacuna, cuya suspensión vence el domingo, con “un nuevo esquema de reglas de juego” para los principales actores del sector, que se conocerían en las próximas horas.
"La idea es, que con un nuevo esquema de reglas de juego que estamos terminado de ajustar, poder la semana que viene retomar el camino de la exportación, buscando garantizar que esté bien abastecida la mesa de los argentinos”, indicó el funcionario y explicó que el objetivo es "garantizar que exista un abastecimiento mayor del mercado interno".
“Hemos tenido varios encuentros de diálogo y negociación con sectores de la producción y exportación de carne y les hemos explicado que el objetivo principal es ordenar el funcionamiento del sector y también producir más, porque la salida virtuosa a esto es justamente que Argentina pueda superar la barrera histórica de 3 millones de toneladas”, remarcó Kulfas.
En la misma línea, consideró que “si podemos ir a una producción de cinco millones de toneladas, que es nuestro gran objetivo del plan de desarrollo sectorial, podríamos garantizarnos 3 millones de toneladas para el mercado interno y, al mismo tiempo, podríamos tener dos millones de toneladas para exportar. Esta es la salida virtuosa”.
Por lo pronto, desde la vereda de enfrente, el sector privado se fortalece. El poderoso Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que oficia como interlocutor de política agropecuaria con el gobierno, sigue sumando entidades adherentes. Esta semana se aprobaron las solicitudes de ingreso de la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines (Caicha); de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma) y la Sociedad Rural Argentina (SRA). Además, como miembro adherente para integrar la mesa sobre riesgo agropecuario, se incorporará la cámara de Aseguradores del Interior de la República Argentina (Adira).