La campaña 2022/23 cerró con todas las calamidades presentes: déficit hídrico por tercer año consecutivo, olas de calor, heladas y granizo. Así lo describió Facundo Ferraguti, del Inta Oliveros, al analizar los escenarios que se esperan para la cosecha de maíz.
Maíz: una campaña desafiante
El especialista advierte que se juntaron todas las condiciones climáticas desfavorables para tener una muy pobre calidad.
“El cierre de campaña es muy desafiante”, señaló a Pampero TV. Explicó que, en el contexto de un ciclo difícil, los maíces tardíos fueron sembrados muy sobre finales de diciembre, a mediados de enero e incluso a fines del primer mes del año.
“Las perspectivas para estos maíces son poco alentadoras, las mermas de rendimiento son esperables debido a un ambiente desfavorable”, indicó, con posibilidades de heladas tempranas en el marco de un año entre neutral y niño.
El especialista también reportó enfermedades poco frecuentes como carbón de la panza y mancha blanca, que “si bien hoy no tienen mucha severidad seguramente tendrán incidencia después en el rendimiento”.
Ferraguti explicó que las prácticas de manejo que incluyen adecuada elección de híbridos y densidad de siembra, además de fertilización en base a diagnósticos y análisis de suelo “siempre tendrán más chance de éxito aún con iguales rendimientos”.
El especialista alertó, también, sobre la situación de los maíces de siembra “ultratardía”, que sufrieron un golpe de calor y tuvieron que movilizar reservas desde los tallos. “Esto aumenta los peligros de vuelco y quebrado, durante su estadía en el campo, hasta el momento en que tenga humedad de cosecha”. Por eso, aconsejó “cosechar oportunamente,cuando el grano tiene 20% de humedad”.
“También estamos a tiempo de realizar el control de malezas de ciclo semi invernal y a su vez resguardamos la inocuidad del gran frente a la contaminación de microtoxinas”, dijo.
En tanto, Miriam Arango, también del Inta Oliveros, subrayó que este año “más que nunca hay que hacer análisis de semillas de un laboratorio habilitado en base a las normas Mercosur”.
Este año, señaló, se juntaron todas las condiciones climáticas desfavorables para tener una muy pobre calidad. En los laboratorios se puede evaluar y decidir el destino final de ese lote.
“El análisis de calidad no es un costo sino una inversión, permite evitar problemas de baja densidad de siembra o de resiembra en el campo”, explicó.