La escasez de agua en el norte y oeste de la región pampeana afecta al trigo y acecha a la siembra de maíz. Así lo advirtió la Guía Estratégica para el Agro (GEA), que incorporó esta situación de estrés en los nuevos pronósticos de siembra y producción para la campaña 2024/25.
La sequía acecha al trigo y al maíz pero la soja crece
Se incorporó la situación de estrés en los nuevos pronósticos de siembra y producción para la campaña 2024/25
El servicio de estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario proyectó hace un mes una cosecha de trigo en torno a 20,5 millones de toneladas, partiendo de un área sembrada de 6,7 millones de hectáreas. Por ahora la mantiene pero aclara que, con 2 millones de hectáreas en condiciones regulares a malas, “es muy difícil que no se observe un deterioro en los rindes futuros y, por lo tanto, afecte la proyección”, señalaron los técnicos.
En septiembre no hubo lluvias importantes y ya hay un 30% del trigo en condiciones regulares a malas. Ese mapa incluye 480.000 hectáreas de Santa Fe, 400.000 de Córdoba y 230.000 de Buenos Aires.
El trigo cumple con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón con un déficit hídrico que se agrava en el norte y oeste del país.
En el sur de Santa Fe, experimentó una notable mejoría, pero del norte de Rosario para arriba siguen muy preocupados por la falta de agua.
La proyección para el maíz
La sequía también acecha al maíz y se “fuerza” la siembra temprana para el ciclo 2024/25. Esto significa varias cosas, como, por ejemplo, que se está sembrando sin las condiciones necesarias de temperatura en el suelo en algunos casos. En otros casos, se agrega el sembrar sin las reservas hídricas necesarias en el perfil. Hay varias zonas del centro del país en las que se está sembrando con reservas del 40% al 70%, con lo cual habrá una mayor dependencia de las lluvias que se den de acá en más.
“Septiembre no está siendo favorable para el maíz; por ahora, se mantiene la proyección de una caída interanual del 21% en la intención de siembra, que llegaría a casi 8 millones de hectáreas, lo que podría significar una producción de entre 51 y 52 millones de toneladas”, señalan en la GEA.
La intensión para la soja
En cambio, se estima que la intención de siembra de soja 2024/25 subirá 7,5% (3 millones de hectáreas) a 17,7 millones de hectáreas. Es la segunda suba más importante de las últimas 17 campañas, consecuencia de la amenaza que representa la chicharrita para el maíz.
De materializarse esta intención de siembra, la oleaginosa aplicaría tres ciclos consecutivos de avance, luego de caer en ocho campañas seguidas desde el ciclo 2014/15. Sobre la base de un rendimiento promedio de 30,5 qq/ha, la producción podría estar entre 52 y 53 millones de toneladas.