La campaña agrícola 2024 / 25 arrancó con buenas expectativas. Los productores de Santa Fe se lanzaron a sembrar trigo, cuando las precipitaciones eran suficientes, y confiados en que el nuevo gobierno nacional podría dar algún incentivo a través de la baja de retenciones al cultivo. Esto último no sucedió y, en los últimos meses, las lluvias empezaron a escasear. Hoy las expectativas están centradas en que vuelvan para el arranque de la campaña gruesa, donde el maíz lucha contra los ecos del desastre provocado por la chicharrita y el sorgo asoma como una de las grandes sorpresas de la próxima siembra. “Confiamos en que haya una fina decorosa y una buena gruesa”, señaló el secretario de Agricultura de Santa Fe, Ignacio Mántaras.
Santa Fe sigue de cerca un ciclo que empezó a llenarse de dudas
El secretario de Agricultura confió en que el clima permita tener “una fina decorosa y una buena campaña gruesa”.
El funcionario analizó durante una entrevista con el programa radial La Banda Cambiaria la marcha del ciclo agrícola, que arrancó a toda furia y luego se comenzó a llenar de preguntas por razones climáticas, económicas y también políticas. Aunque a marcha forzada, de todos modos el sector espera consolidar la recuperación iniciada luego de la sequía histórica de la campaña 2022/23, que en muchas regiones se sumó a la seca de dos años previos.
En el medio, cuando los productores fueron por la revancha, apareció la chicharrita para provocar un desastre, transmitiendo la enfermedad que provoca el achaparramiento del cultivo, en los planteos tardíos. “La chicharrita dejó muchas lecciones, todos los organismos e instituciones estamos trabajando en este tema, una clave para evitar que se repita lo que pasó en la campaña pasada”, señaló Mántaras.
El secretario de Agricultura estimó que “probablemente se siembre menos maíz de segunda”. Una consecuencia de esas dudas es el crecimiento de la demanda de semilla de sorgo. “Se va a sembrar mucho sorgo”, proyectó.
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) reportó, en su primera estimación de siembra maicera, que se sembrarían 2 millones de hectáreas menos que el año pasado de la forrajera. Los temores por el clima y la chicharrita son responsables. Tampoco ayuda la economía.
Mántaras, igualmente, se mostró convencido de que finalmente “se va a sembrar más maíz de lo que parece”. Y lo saludó porque “se trata de un cultivo estratégico por los encadenamientos que genera y va a ser traccionado por una recuperación de la demanda de proteínas animales en el mundo y en el mercado interno”.
Los problemas que enfrentó el maíz tardío en la última campaña, por el ataque de la chicharrita, afectaron precisamente a una de las industrias de segundo piso que abastece: la lechería. Golpeada ya por tres años de sequía, la producción lechera a nivel nacional está en un piso histórico. En la provincia, según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, el volumen de leche cruda producido en el primer semestre es el más bajo desde 2001. También reportó la caída de casi 90 tambos respecto del año anterior.
Para sostener la actividad y evitar nuevos cierres, el gobierno provincial trazó una estrategia de apoyo que incluye la focalización en el sector lechero del programa de caminos rurales y la electrificación. “También teníamos mucha demanda de financiamiento”, señaló Mántaras, que hace poco presentó una línea de crédito para equipamiento de los productores lácteos a tasa cero y con una característica novedosa: se puede pagar en producto.
“Es una línea que se trabajó con el Bice, son créditos hasta 60 cuotas con seis meses de gracia y a tasa cero, porque hay un subsidio total de la provincia”, explicó. El valor de cancelación toma como referencia el precio promedio que hace la industria en el marco del Siglea. “De este modo, el productor puede ir cancelando los compromisos con su propia producción”, describió.
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“Hicimos foco en el sector lechero porque venía de una situación compleja, sobre todo los tambos, pero también la industria”, señaló Mántaras, quien subrayó que “el sector tambero se está recomponiendo luego de tres años de sequía y uno de chicharrita que, sobre todo en el centro norte, afectó el forraje y complicó las reservas”.
Los precios de este ciclo
La misma caída productiva alentó una recomposición de precios, que desde la provincia pretenden reforzar con un programa de fomento de las exportaciones que permita “crear demanda en el mercado externo” ya que la focalización en el interno “llevó al estancamiento de la producción”.
Misiones comerciales, alianzas con la Nación y las empresas, la próximo misión inversa que traerá compradores de distintos países, integran el menú de herramientas para consolidar la demanda externa.
“Estamos enfocados en dar competitividad a las distintas cadenas, a través de mesas de trabajo, miramos mucho la demanda global dentro de 30 años, porque eso implica en algunos casos replantear proceso productivos y, en todos los casos, visibilizarlos, certificarlos y convertirlos en una herramienta competitiva”, dijo.