Los productores agropecuarios están planificando la nueva campaña y todo hace prever que la soja ganará superficie, en detrimento del maíz. La siembra de oleaginosa podría crecer 700.000 hectáreas en la campaña 2022/23 respecto al ciclo pasado y alcanzar las 16,8 millones de hectáreas, estimó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La soja promete volver, después de seis campañas agrícolas
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
En punta. La siembra de soja crecería 700 mil hectáreas, según la GEA.
En punta. La siembra de soja crecería 700 mil hectáreas, según la GEA.
De esta manera, la intención de siembra de la soja crecería 4,3% y pondría fin a seis campañas consecutivas de retroceso en el área implantada. “Desde la campaña 2015/16 hasta la 2021/22, la oleaginosa fue perdiendo casi el 20% del área sembrada; en el 2022 la tendencia se revertiría, la soja vuelve a subir”, marcó la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
Con pronósticos climáticos poco alentadores y altas posibilidades de una “Niña”, el productor vuelve a privilegiar a la soja como una apuesta segura en un año de alta incertidumbre. Los técnicos explicaron que “el principal factor de influencia es el clima”, hay altas posibilidades de una Niña por tercer ciclo consecutivo.
Otras razones apuntadas por la BCR están referidos a costos, disponibilidad de insumos y “los malos resultados del maíz temprano”.
Teniendo en cuenta la nueva proyección de superficie y descontando 400.000 hectáreas que podrían perderse o no cosecharse, la entidad calculó que la producción alcanzaría las 47 millones de toneladas, 4,8 millones de toneladas por encima de la campaña anterior.
En contraposición, la superficie de maíz se contraería 4,7% y pasaría de 8,4 a 8 millones de hectáreas. “Los motivos detrás de la caída se centran principalmente en el clima, el fracaso de los maíces tempranos en la región central, el alto nivel de inversión y la incertidumbre”, explicó la entidad.
En tanto, el reporte de GEA da cuenta de que llegó algo de alivio para el trigo. Tras 90 días volvieron las lluvias al centro y sur cordobés. Hubo sorpresivos acumulados que hasta triplicaron las medias mensuales de agosto. En el centro de Santa Fe también llovió, pero no en el resto de región núcleo.
“La prolongada ausencia de precipitaciones que venía sufriendo el centro de la región pampeana —en especial Córdoba— se vio interrumpida por un sistema frontal frío que provocó lluvias y tormentas de variada intensidad. Luego de 90 días de ausencia de tormentas, el territorio cordobés recibió entre el martes 8 y miércoles 9 de agosto acumulados que duplicaron y en algunos casos incluso triplicaron los valores medios históricos de todo el mes de agosto. Los milimetrajes oscilaron entre los 10 y los 30 milímetros. En el centro de Santa Fe se destacó Carlos Pellegrini con 32 milímetros. Sin embargo el resto de la región no recibió precipitaciones”, señalaron desde la Bolsa rosarina.
Estas lluvias llegan en un momento clave para el trigo: el cultivo empieza a requerir más agua. Pero, por otro lado, aún son insuficientes para recuperar el nivel de reservas del agua del suelo adecuado.
“El panorama está muy complicado para el trigo y por el momento imposible arrancar la siembra de maíz”, dicen desde Bigand. Las lluvias pasaron de largo y el 65% del trigo está en condición regular. “Deberían llover 30 mm antes de fin de agosto para esperar rindes de 25 a 30 qq/ha. Pero de continuar la sequía la caída en el rendimiento podría ser desastrosa”, advierten. En Pergamino y Colon tampoco llovió y ya están descontando quintales: “esperamos entre 5 y 10 qq/ha menos respecto a los 55 qq/ha del año pasado”. En esta zona hay un 30% de los trigos regulares, 50% buenos y 20% muy buenos.