El nuevo gobierno provincial deberá enfrentar “tiempos desafiantes y complejos” especialmente en materia productiva e industrial. Así lo consideró Guillermo Beccani quien fue designado secretario de Desarrollo Industrial de Santa Fe, un hombre que conoce muy de cerca el pulso de la actividad por su función en el sector privado y más recientemente por su desempeño como director ejecutivo del Centro Tecnológico Cideter, que nuclea al rubro de la maquinaria agrícola.
Beccani: "Defenderemos la producción provincial"
Aunque indicó que aún “no hay señales contundentes y claras” sobre el rumbo de la política industrial a nivel nacional, señaló que “nosotros tenemos muy en claro que hay que trabajar en defensa de la producción santafesina”, dijo. Y afirmó: “Vamos a estar al lado del campo, de la industria y del comercio”.
Ese acompañamiento, planteó Beccani, será a partir “de una agenda compartida“ con el sector productivo regional y provincial, pero a partir de “políticas concurrentes, no sólo articuladas”. Con esa definición hizo referencia a “no superponer, fragmentar o dividir acciones”, sino en cambio “tratar de que los recursos esté bien asignados”, algo que “exige esta circunstancia y los tiempos actuales”, agregó.
Si bien consideró un poco presuntuoso definirlo como “el modelo Santa Fe”, Beccani explicó que la idea es “construir un espacio de trabajo en común con todos los sectores de la provincia”, que incluya la pata política pero también la sectorial e institucional para “darle fortaleza a los reclamos por los intereses y derechos de los santafesinos”.
Beccani trazó un diagnóstico del sector que conducirá como funcionario y planteó que “a diferencia de otras crisis, la industria está en una buena situación en términos generales”. En ese sentido, reafirmó que “se han mantenido los puestos de trabajo” y en ese punto “aspiramos a que este sea el piso, tanto de empresas como de trabajadores que desempeñan tareas en ellas”, apuntó.
Por eso desde el gobierno provincial “queremos cuidar todas y cada una de las fuentes de trabajo y a los establecimientos industriales”, agregó.
Empresas saneadas
El funcionario explicó que durante la crisis de 2001, por poner un ejemplo de una crítica situación para el sector, la industria tenía una alto nivel de endeudamiento y una muy baja actividad. En cambio “hoy si bien hay capacidad ociosa industrial, las empresas están saneadas económicas y financieramente”, dijo. Y, además, “hay por parte de los industriales del sector una convicción muy arraigada de no perder puestos de trabajo y tratar de conservar la líneas de producción”, planteó.
Los funcionarios del área, encabezados por el ministro Puccini ya mantuvieron encuentros con el sector productivo provincial. Beccani explicó que en esas reuniones el principal reclamo de los industriales pasó por cuestiones muy vinculadas con decisiones del gobierno nacional, como por ejemplo, “una fuerte preocupación por el stock de deuda comercial por las importaciones, es decir las Siras que fueron aprobadas y cuyos fondos no se pudieron girar”, dijo. También la de insumos para la producción y “un temor sobre cuál será la política comercial del gobierno nacional en cuanto a la apertura comercial”, agregó, lo que está estrechamente vinculado con la preservación de los puestos de trabajo de los santafesinos.
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Por fuera de la coyuntura, la Secretaría de Industria se trazó como política de gestión la capacitación para la inserción en el mundo laboral. “Queremos hacer hincapié en nuevas acciones y continuar con líneas que se venían desarrollando y nos parecen acertadas en cuanto a programas de asistencia tecnológica para pequeñas y medianas empresas”, dijo Beccani.
Además, buscan enfocarse en “la formación para el trabajo”, dijo y planteó que en pocos días comenzará una articulación en ese sentido entre el gabinete productivo junto a los Ministerios de Educación y de Trabajo para “formar en tecnologías emergentes, es decir, en aquellas nuevas que son hoy demandadas por la industria, reformulando todo lo que es una política de oficios hacia una mirada sectorial, territorial”, dijo. Explicó, por ejemplo, que “si alguien asiste a una escuela técnica en Cañada de Gómez, tenga formación con el perfil productivo de esa la región que tiene mucho que ver con la industria de la madera y el mueble”.
También Beccani consideró “fundamentales” las líneas de financiamiento nacionales a tasas subsidiadas o los aportes no reintegrables (ARN) que desarrollaron en otra oportunidad tanto la Secretaría de Desarrollo Productivo como el Ministerio de Ciencia y Tecnología, vinculados a proyectos productivos. “Tenemos entendido que en la medida que sean fondos de organismos internacionales se van a mantener, pero no hay ninguna información oficial al respecto”, aclaró el funcionario y explicó que es clave que en ese punto provengan de fondos nacionales porque “es impensable por la envergadura” que las provincias puedan encararlos.
El empuje del campo
Aún con un panorama incierto y luego de un largo período de sequía que golpeó a la economía de Santa Fe, desde la nueva gestión están esperanzados en que la buena cosecha le de un impulso a la actividad regional. “Una de las pocas certezas que tenemos es que el campo va a tener una muy buena cosecha y muchas industrias en la provincia están vinculadas al sector agropecuario, lo que nos va a permitir tener en gran parte del complejo productivo un buen nivel de actividad”, dijo el funcionario.
Eso, a su juicio, permitirá “sentar las bases de la transformación de la matriz productiva de nuestra provincia”, dijo y aclaró que esta apunta a fomentar el valor agregado.
“Vamos a apuntalar la inserción internacional de las industrias, porque Santa Fe está muy condicionada en su oferta exportable por una presencia importante de los productos primarios y las manufacturas de origen agropecuario, en algunos casos con poco valor agregado”, explicó y dijo que el desafío “es exportar con más valor agregado”.
Beccani recordó que hay prácticamente 650 pymes industriales que están exportando actualmente en Santa Fe sobre casi 6.100 industrias que hay en la provincia.
Para lograr traccionar la inserción internacional están evaluando lo que llamó “una empresa tractora”, es decir lograr que aquella que ya está inserta en el comercio internacional pueda colaborar a traccionar a su cadena de valor, aguas arriba o aguas abajo, sean distribuidores o proveedores, para acceder lograr que accedan a esos mercados.